"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

viernes, 10 de noviembre de 2017

Estados Unidos y sus “lecciones” de Derechos Humanos




El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla fue enérgico ante la Asamblea General de la ONU, el pasado 1ro. de noviembre, al reafirmar que «los EE.UU., donde se cometen flagrantes violaciones de los derechos humanos que suscitan profunda preocupación de la comunidad internacional, no tienen ni la más mínima autoridad moral para criticar a Cuba, un país pequeño, solidario, de amplia y reconocida trayectoria internacional; un pueblo noble, trabajador y amistoso».

En referencia al discurso injerencista, irrespetuoso y agresivo de la embajadora norteamericana, añadió: «Habla ella a nombre del jefe de un imperio que es responsable de la mayor parte de las guerras que se libran hoy en el planeta y que asesinan inocentes, y es el factor decisivo de inestabilidad mundial y de gravísimas amenazas a la paz y a la seguridad internacional, pisoteando el Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas que cínicamente ella acaba de invocar».

¿Cuáles son las calificaciones en materia de derechos humanos que conceden las instituciones estadounidenses e internacionales en esa materia al gobierno de EE.UU.? ¿Qué expectativa generó la elección de Donald Trump y cómo lo califican nueve meses después?

Ocho días antes de que asumiera el nuevo inquilino de la Casa Blanca, al presentar el Informe Mundial 2017, la organización no gubernamental Human Rigths Watch, un observatorio de derechos humanos con sede en Nueva York, alertaba que «la elección de Donald Trump como presidente de EE.UU., luego de una campaña que fomentó el odio y la intolerancia, y la creciente influencia de partidos políticos que rechazan los derechos universales en Europa, han puesto en jaque el sistema de derechos humanos de posguerra».

En la introducción del informe, el director ejecutivo de la organización, Kenneth Roth, expresaba que «el ascenso del populismo supone una profunda amenaza para los derechos humanos (…) Trump y varios políticos en Europa intentan llegar al poder apelando al racismo, la xenofobia, la misoginia y el nativismo. Todos ellos pretenden que el público acepte violaciones de derechos humanos, argumentando que supuestamente son necesarias para asegurar empleos, evitar cambios culturales o prevenir ataques terroristas. En realidad, el desprecio por los derechos humanos brinda el camino más probable hacia la tiranía».

Calificó la campaña de Trump como un ejemplo patente de la política de intolerancia, con un discurso de rechazo a los principios básicos de dignidad e igualdad. «Su campaña planteó propuestas que perjudicarían a millones de personas, incluidos planes de efectuar deportaciones masivas de inmigrantes, limitar los derechos de las mujeres y la libertad de los medios de comunicación y aplicar torturas», apuntó.

Afirmaba el directivo que «a menos que Trump repudie estas propuestas, su gobierno se arriesga a cometer violaciones masivas de derechos humanos en EE.UU.».

¿Cuáles eran las calificaciones de Washington a la llegada de Trump y qué ha pasado después?

El acápite dedicado a los Estados Unidos de América en los informes anuales publicados a principios del 2017 sobre Derechos Humanos de las organizaciones Human Rights Watch y Amnistía Internacional (esta última con su sede central en Londres), es revelador de las verdaderas «lecciones» que en esa materia la principal potencia mundial puede exhibir a un planeta que trata de adormecer con ese cuento.

Principales acusaciones

-Diversas leyes y prácticas estadounidenses, sobre todo en materia de justicia penal y de menores, inmigración y seguridad nacional, violan derechos humanos reconocidos internacionalmente. Las personas con menos posibilidades de defender sus derechos ante los tribunales o a través del proceso político –como, por ejemplo, miembros de minorías raciales y étnicas, personas de bajos recursos, inmigrantes, niños y niñas, y reclusos– son las más expuestas a sufrir abusos.

-La elección de Donald Trump como presidente en noviembre del 2016 culminó una campaña marcada por una retórica xenófoba y racista y por el anuncio, por parte de Trump, de políticas que causarían enormes perjuicios a comunidades vulnerables, contravendrían las obligaciones fundamentales de derechos humanos asumidas por Estados Unidos, o bien tendrían ambos efectos. Las propuestas de campaña planteadas por Trump incluyeron la deportación de millones de inmigrantes no autorizados, la reforma de leyes federales para permitir la tortura de personas sospechosas de terrorismo y «llenar» el centro de detención de la Bahía de Guantánamo.

-El presidente electo también se comprometió a derogar la mayoría de las disposiciones de la Ley para la Atención de la Salud Asequible (Affordable Care Act), que ha ayudado a 20 millones de estadounidenses que antes no tenían cobertura a acceder al seguro de salud, y nominar a jueces «pro-vida» para integrar la Corte Suprema, que revocarían «automáticamente» el fallo Roe vs. Wade, lo cual permitiría que los estados criminalicen el aborto.

-Dos años después de que un comité del Senado informara sobre abusos cometidos en el marco del programa de detención secreta gestionado por la CIA no se ha realizado rendición de cuentas por los crímenes de derecho internacional que se habían perpetrado al aplicarlo.

-Se transfirió a más detenidos fuera del centro de detención estadounidense de la Base Naval de Guantánamo, pero otros siguen recluidos allí indefinidamente, mientras que en algunos casos continuaban los procedimientos preliminares ante comisión militar.

-Persiste la preocupación por el trato dispensado a las personas refugiadas y migrantes, por el uso del aislamiento en las prisiones federales y estatales y por el empleo de la fuerza en las actuaciones policiales.
Escrutinio internacional

En agosto de 2016, el Consejo de Derechos Humanos de la onu expresó preocupación por que Estados Unidos no hubiera llevado a cabo la investigación que estaba jurídicamente obligado a realizar sobre la tortura en el contexto de la lucha antiterrorista. El Consejo observó que Washington no había proporcionado más información relativa al informe del Comité Selecto de Inteligencia del Senado sobre el programa de detención secreta gestionado por la cia tras los atentados del 11 de septiembre del 2001 (11-s).

No se adoptó medida alguna para poner fin a la impunidad de las violaciones sistemáticas de derechos humanos, incluidas las torturas y desapariciones forzadas, cometidas en el marco del programa de detención secreta de la CIA tras el 11-S.

Al concluir el 2016, casi ocho años después de que el presidente Obama se comprometiera a cerrar el centro de detención de la bahía de Guantánamo para enero del 2010, 59 hombres seguían recluidos allí, la mayoría sin cargos ni juicio.

Durante su primera semana en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump aseguró que el «waterboarding» o ahogamiento simulado, «funciona» para extraer información en interrogatorios a detenidos y ha avanzado que estudiaría junto a miembros de su Gobierno si restaura esta y otras prácticas de tortura. Afirmó, en una entrevista con ABC News, que «personas del máximo nivel de Inteligencia» le han reconocido que este tipo de técnicas funcionan, «sin duda». No obstante, ha evitado dar nada por sentado, en uno u otro sentido.

El mandatario dijo que «confiará» en las propuestas que le presenten el secretario de Defensa, James Mattis, y el director de la CIA, Mike Pompeo. «Si ellos quieren, trabajaremos hasta el final. Haré todo lo que pueda dentro de los límites que me permite la ley», ha añadido.

Antes de asumir el cargo, Pompeo había llamado la atención de la prensa internacional por sus declaraciones de que es partidario de rescatar el «waterboarding» como forma de tortura idónea para enfrentarse a los terroristas.

Las palabras de Trump coincidieron con la filtración a los medios del borrador de una supuesta orden ejecutiva que abriría la puerta a que la CIA utilizase de nuevo cárceles secretas en el extranjero y a las prácticas de tortura en interrogatorios. El texto, del que se hicieron eco The Washington Post y The New York Times, revocaría la decisión del anterior presidente, Barack Obama, de poner fin a los programas más controvertidos de la CIA y recuperaría una orden dictada en el 2007 por George W. Bush que permitía, con matices, la operación de «rendición e interrogatorio».

A raíz del atentado terrorista en Nueva York, el pasado 31 de octubre del 2017, cuando un individuo de origen uzbeko embistió con una furgoneta una multitud en Manhattan, que provocó ocho muertos y 12 heridos, Trump propuso enviarlo a la prisión de la Base Naval de Guantánamo, pero después dijo que era preferible la pena de muerte, por lo engorroso de los trámites para enviarlo al enclave.

Human Right Watch reaccionó diciendo que la pena de muerte pedida por Trump el 1ro. de noviembre «atenta contra un juicio justo» y «fue un acto irresponsable».

Violencia con armas de fuego

Durante el 2016, no prosperaron los intentos del Congreso de Estados Unidos de promulgar legislación para impedir la venta de armas de asalto o para llevar a cabo comprobaciones exhaustivas de antecedentes de los compradores de armas. El legislativo siguió negándose a financiar al Centro de Control y Prevención de Enfermedades para que llevara a cabo o patrocinara una investigación sobre las causas de la violencia con armas de fuego y cómo prevenirla.

En junio del 2016, un ataque armado masivo perpetrado en un club nocturno en Orlando, Florida, que aparentemente respondió a motivos políticos, dejó un saldo de 49 muertos y volvió a abrir una vez más el debate público sobre el control de armas y la frecuencia con que se producen ataques armados masivos en Estados Unidos.

En enero, Obama anunció una serie de medidas que tenía previsto adoptar el poder ejecutivo para reducir la violencia con armas. Sin embargo, diversas reformas legislativas sobre el tema quedaron estancadas en el Congreso.

Solo en los nueve primeros meses de la administración Trump se han producido en EE.UU. al menos siete atentados de connotación internacional en los que murieron 79 personas y resultaron heridas 570, (cuatro de ellos con el empleo de armas de fuego, dos usando medios de transporte y una con arma blanca) en los que se vieron afectados seis estados. El tiroteo masivo ocurrido en Las Vegas durante un concierto, que dejó 59 muertos y 527 heridos, es considerado la peor masacre ocurrida en ese país después de los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001.

Dentro y fuera de los EE.UU., el presidente Trump fue criticado luego de que no fuera lo suficientemente contundente en la condena a un delicado capítulo de violencia racista por parte de supremacistas en Charlottesville, Virginia, en el que murió una mujer de 32 años cuando un auto embistió a la multitud que se oponía a la marcha. Otras 19 personas resultaron heridas en los enfrentamientos generados.

Desde todos los sectores de la sociedad estadounidense, incluido el partido republicano, emergieron cuestionamientos al mandatario por condenar la violencia de ambas partes, en lugar de censurar directamente a los supremacistas blancos, neonazis y miembros del Ku Klux Klan (KKK) que marcharon por la ciudad.

El alcalde de Charlottesville, Michael Signer, culpó directamente a Trump por gran parte de la violencia, diciendo que el mandatario ha creado un clima de «aspereza, cinismo e intimidación», y que sus seguidores estaban «jugando con nuestros peores prejuicios».

De acuerdo con estadísticas del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, cada año mueren en ese país 33 000 personas por arma de fuego, la mayor parte (casi dos tercios) por suicidios, fundamentalmente hombres de alrededor de 45 años de edad, y cerca de 12 000 por homicidios, la mitad son jóvenes y dos tercios son afroamericanos.

La versión en español de Los Ángeles Times divulgó el 3 de noviembre del 2017 que los maestros en general y los latinos en particular enfrentan en EE.UU. una difícil situación mental y emocional en el actual contexto político y social sin que muchos de ellos sepan cómo responder adecuadamente a esas tensiones, según expertos en el tema.

Añade que los incidentes de violencia, desde la masacre en la escuela Columbine en 1999 hasta los recientes atentados en Las Vegas y Nueva York, han cambiado la función de los docentes, a quienes ahora se les pide que «aconsejen, asesoren, faciliten, representen y dirijan» las respuestas en establecimientos educativos a las necesidades emocionales de los estudiantes.

Y un estudio publicado el mes pasado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) reveló que desde que el presidente Donald Trump asumió su cargo «el nuevo clima político ha hecho que maestros de todo el país reporten que, desde la inauguración presidencial, sienten más estrés y ansiedad y son víctimas de buscapleitos más que antes».

Derechos de las personas refugiadas y migrantes 

Durante el año 2016 se detuvo a más de 42 000 menores de edad no acompañados y a 56 000 personas que componían unidades familiares al cruzar la frontera sur de manera irregular.

Las familias permanecían bajo custodia durante meses –algunas durante más de un año– mientras se tramitaba su petición de permanecer en Estados Unidos. Muchas estaban recluidas en centros sin acceso adecuado a atención médica ni asistencia letrada. El alto comisionado de la ONU para los Refugiados calificó de crisis humanitaria y de protección la situación en el Triángulo Norte de Centroamérica.

Durante el primer mes de Trump en la presidencia, la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) deportó a 17 606 indocumentados, y desde el mes de su elección sumaban más de 56 000. A diferencia de las cifras aportadas en la presidencia de Obama, en las que se especificaba que el 43 % de los deportados en sus ocho años de gobierno no tenían antecedentes criminales que constituyeran una amenaza para la seguridad nacional, el gobierno de Trump incluye al 100 % de sus expulsados en la categoría de criminales.

Según datos oficiales manejados por medios de prensa internacionales, hasta el 15 de julio la Administración Trump había deportado a 167 350 extranjeros, lo que va en camino de convertirse en la más grande masa de deportados por EE.UU. en los últimos años. Los latinoamericanos constituyen el grupo más grande en ser expulsados, particularmente los mexicanos, que hasta mayo del 2017 sumaban alrededor de 60 000.

El miedo entre los inmigrantes es ahora mayor después de que Trump dictara una política de cero tolerancia en caso de redadas. Desde que el mandatario llegó a la Casa Blanca se han conocido casos en los que algunos «dreamers» e indocumentados, sin antecedentes criminales serios, han sido detenidos durante operativos y puestos en proceso de deportación.

El mandatario primero dijo que deportaría a 11 millones de indocumentados en un plazo de 18 meses, y las organizaciones proinmigrantes y de derechos civiles se han activado para intentar proteger a aquellos que no han cometido crímenes y que constituyen la mayoría.

Luego el magnate rebajó la cifra hasta tres millones de indocumentados con antecedentes criminales y estableció una nueva lista de prioridades de deportación que, entre otros, incluye crímenes severos, la expulsión de indocumentados cuyos casos todavía no han sido resueltos y da poderes extraordinarios a los agentes de inmigración para que sean ellos y los jueces quienes decidan si un indocumentado es o no una amenaza a la seguridad de Estados Unidos.

A principios de noviembre del 2017, defensores centroamericanos de Derechos Humanos alertaron a los gobiernos de la región sobre el impacto que tendría si la Administración Trump decide retirar el Estatus de Protección Temporal (TPS) a casi 300 000 inmigrantes originarios de El Salvador, Honduras y Nicaragua.

Afirmaron que una decisión de esa magnitud impulsaría una expulsión masiva hacia Centroamérica en el 2018 y llevaría a los países a enfrentar una crisis, debido a que no existen condiciones suficientes para la reinserción de los repatriados.

El 3-11-2017 The Washington Post reveló que el Departamento de Estado ha recomendado poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para Nicaragua, Honduras, El Salvador y Haití, del que se benefician 413 500 inmigrantes que residen y trabajan legalmente en territorio estadounidense. La noticia trascendió días antes de un anuncio muy esperado del Departamento de Seguridad Interna (DHS) sobre si renovaría esa protección.

El TPS no abre ninguna vía para la residencia permanente ni otro estatus de regulación migratoria, por lo que si el Gobierno decide no prorrogarlo, sus beneficiarios tendrían que volver a su país de origen o se convertirían en inmigrantes indocumentados y podrían ser deportados.

El mandatario también pidió al Congreso trabajar para acabar «inmediatamente» con la lotería de visados, que asigna hasta 50 000 visas al año a naciones con bajas tasas de inmigrantes en EE.UU. y que él mismo ya había solicitado eliminar, en agosto pasado. Trump ha respaldado proyectos de ley que limitan la inmigración legal y regresan a un sistema que privilegia el mérito y la capacitación sobre los lazos familiares.d

Sobre el multimillonario proyecto de completar un muro para sellar la frontera de EE.UU. con México, argumentando razones de seguridad interna y tráfico humano, se incrementan los opositores y el cuestionamiento.

Los que se oponen aseguran que el número de personas que pretende cruzar a Estados Unidos va a la baja, como lo indican las cifras de detenciones registradas por la Patrulla Fronteriza a lo largo de toda la frontera.

Durante el año fiscal 2016 se registraron 418 816 arrestos, y en el año fiscal 2017 que finalizó el 30 de septiembre, solo se habían registrado 287 637, por lo que aseguran el muro es totalmente innecesario.

Para erigirse sobre el desierto de California, los prototipos del muro tuvieron que pasar por encima de al menos 39 leyes estadounidenses: ambientales, humanitarias, sociales y de derechos indígenas, dio a conocer Paloma Aguirre, directora del Programa Costero y Marino de Costa Salvaje (programa fronterizo EE.UU.-México).

Los prototipos, construidos por cuatro compañías, le costaron al gobierno de Estados Unidos 500 000 dólares cada uno.
El Congreso aún necesitaría aprobar un presupuesto de 1 800 millones de dólares para comenzar oficialmente la construcción.
Condiciones de reclusión

En Estados Unidos hay 2,3 millones de personas en prisión, que representan la mayor población penitenciaria del mundo. De esas personas, 211 000 se encuentran en el sistema federal y dos millones en cárceles estatales y centros de detención locales. El número de personas recluidas en condiciones de privación física y social en prisiones federales y estatales de todo el país superaba en todo momento las 80 000.

A lo largo del 2016, aproximadamente 50 000 niños y niñas eran mantenidos en centros penitenciarios. Esta cantidad representa una reducción del 50 % respecto de 1999, pero sigue siendo una de las tasas de detención juvenil más altas del mundo.

Todos los estados de EE.UU. permiten que los niños y niñas sean juzgados como adultos en algunas circunstancias, y miles que han delinquido se encuentran en cárceles o centros de detención destinados a adultos.

El Departamento de Justicia anunció en agosto del 2016 que la Agencia Federal de Prisiones comenzaría a eliminar paulatinamente el uso de cárceles privadas.

Las dos empresas más importantes del negocio de las prisiones en Estados Unidos, CoreCivic –hasta el pasado octubre se llamaba Corrections Corporation of America– y Geo Group, se han disparado con la llegada del mandatario republicano a la Casa Blanca: duplican su tamaño en bolsa desde entonces, además de sus previsiones de beneficios y de sus márgenes, ante la posibilidad de que las políticas de Trump que presuponen un incremento de las detenciones beneficien a su negocio.

Por otra parte, informaciones trascendidas en agosto dan cuenta de que la Administración Trump sopesa poner en marcha un plan, con la ayuda de alguaciles, para transferir a inmigrantes indocumentados detenidos en cárceles locales a prisiones federales, como una especie de rebelión contra tribunales que han declarado inconstitucionales las órdenes de retención de los detenidos por parte de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

Pena de muerte

En el 2016 veinte hombres fueron ejecutados en cinco estados, lo que elevó a 1 442 la cifra total de ejecuciones desde que, en 1976, la Corte Suprema de Estados Unidos aprobara las nuevas leyes sobre la pena capital. Fue la cifra total anual más baja desde 1991. Se dictaron alrededor de 30 nuevas sentencias de pena de muerte. Al final del año había aproximadamente 2 900 personas pendientes de ejecución y en 31 estados todavía se permite la pena de muerte.

Durante los primeros nueve meses de la presidencia de Trump se reportaban 20 nuevas ejecuciones de condenados a pena de muerte.

Human Rights Watch aseguró en un comentario el 3-11-2017, sobre recientes declaraciones de Trump, que «en Estados Unidos, la aplicación de la pena de muerte ha estado además marcada por arbitrariedades, errores y disparidad racial».

Uso excesivo de la fuerza

Las autoridades seguían sin registrar la cifra exacta de personas muertas durante el 2016 a manos de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley; sin embargo, la documentación recabada por los medios de comunicación arrojaba cerca de 1 000 víctimas mortales. Según los limitados datos disponibles, entre las víctimas de homicidio policial había una cantidad desproporcionada de hombres negros. The Washington Post publicó a principios de julio que solo en los primeros seis meses de este año la policía norteamericana disparó mortalmente contra 492 personas.

Al menos 21 personas murieron en 17 estados tras recibir descargas de armas de electrochoque de la policía, con lo que el total de fallecidos en esas circunstancias desde el 2001 se elevó al menos a 700. La mayoría de las víctimas no iban armadas ni parecían representar una amenaza de muerte o lesión grave cuando se utilizó el arma de electrochoque.

Las mujeres indígenas

Las mujeres indígenas seguían teniendo 2,5 veces más probabilidades de ser violadas o agredidas sexualmente que las no indígenas. También seguían sufriendo notorias desigualdades en el acceso a la atención posterior a la violación, como exámenes médicos, kits para la asistencia tras una violación –una caja de material de uso médico para reunir pruebas forenses– y otros servicios básicos de salud.

Persiste la disparidad en el acceso de las mujeres a la atención a la salud sexual y reproductiva, incluida la salud materna. El índice de mortalidad materna aumentó durante los últimos seis años; las mujeres afroamericanas siguen teniendo una probabilidad casi cuatro veces mayor de morir a causa de complicaciones derivadas del embarazo que las mujeres blancas.

Las mujeres de la fuerza laboral estadounidense que durante el 2014 trabajaron a tiempo completo obtuvieron el 79 % de los ingresos que percibieron los hombres, y la brecha salarial por género fue mayor para las mujeres negras e hispanas. La Comisión para la Igualdad de Oportunidades de Empleo (Equal Employment Opportunity Commission) recibe cada año miles de denuncias de discriminación por embarazo y de acoso sexual.

Se estima que el 32 % de las mujeres en Estados Unidos han sufrido violencia física por parte de una pareja íntima, y aproximadamente el 19 % han sido violadas, en casi la mitad de los casos por una pareja íntima.

Los niños y las niñas

Los vacíos en el derecho y las reglamentaciones federales permiten que los niños y niñas empleados en agricultura trabajen desde más jóvenes, durante más horas y en condiciones más peligrosas que aquellos que se desempeñan laboralmente en cualquier otro sector. Los niños y niñas empleados en agricultura suelen trabajar en condiciones de calor extremo, expuestos a plaguicidas tóxicos y a otros peligros.

Estas son apenas algunas de las verdades inocultables de la ejecutoria de los derechos humanos en EE.UU., captadas y reveladas por organizaciones no gubernamentales especializadas, observatorios y la prensa internacional. Por supuesto que son muchas más las aristas y los temas, las violaciones e injusticias, que merecen análisis y seguimiento de un tema que tradicionalmente la Casa Blanca ha manipulado para justificar políticas agresivas y hostiles hacia países que desafían su dominio.

(Tomado de Granma)

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El Departamento de Estado de EEUU reacciona a la iniciativa de devolver bases rusas a Cuba y Vietnam

El Departamento de Estado de EEUU reacciona a la iniciativa de devolver bases rusas a Cuba y Vietnam

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La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert, informó que no estaba sorprendida por la propuesta de los senadores rusos de devolver bases militares a Cuba y Vietnam.
"Esta es la primera vez que lo oigo. Pero no me sorprendería, es mi propia opinión… No voy a especular [sobre este tema]", respondió en una sesión informativa sobre la cuestión correspondiente.
Anteriormente, el jefe del Comité de Defensa de la Cámara Alta del Parlamento ruso, Víktor Bóndarev, había afirmado que el establecimiento de una base militar rusa en Cuba en un contexto de aumento de las agresiones de EEUU respondería a intereses de seguridad nacional.
Bóndarev agregó: "También se debe pensar en el retorno de nuestra Fuerza Naval a Vietnam".
En opinión del jefe del Comité de Defensa de la Duma, Vladímir Shamánov, a Rusia también "le vendría bien" una base militar en Cuba, a escasos kilómetros de Estados Unidos.
"Sin duda alguna, tales instalaciones, a una proximidad inmediata de nuestros 'colegas', como se suele decir hoy en día, de seguro que nos vendrían bien", expresó Shamánov.
De 1967 a 2002, en la ciudad cubana de Lourdes se ubicó el centro ruso de reconocimiento de radioelectrónica. El centro desempeñó un papel clave en la obtención de información de inteligencia durante la Guerra Fría.
En el puerto vietnamita de Cam Ranh, hasta el mismo 2002, estuvo la base naval más grande de la URSS fuera de sus fronteras.

Cuba.- La Revolución de Octubre y el pueblo cubano. Una visión a cien años.

Por Angelina Rojas Blaquier

Al triunfar la Revolución de Octubre en Rusia, en 1917, el pueblo cubano había concluido su larga lucha contra los colonialistas españoles e iniciado su enfrentamiento al neocolonialismo impuesto por Estados Unidos.

Tras el escamoteo de una independencia ganada en los campos de batalla por los heroicos mambises mediante la adición de la Enmienda Platt a la Constitución de 1901, los trabajadores y el resto de los sectores populares enrumbaron sus luchas contrala explotación capitalista, y contra los primeros intentos gubernamentales y reformistas por crear organizaciones obreras que les fueran afines. Así, las ideas de la Revolución de Octubre guiada por Lenin, influyeron especialmente en sus luchas, en tanto demostración de que los trabajadores podían alcanzar el poder.

El surgimiento e influencia del primer estado de obreros y campesinos en el mundo, coadyuvó al rápido avance organizativo y político de las masas trabajadoras, de una parte de los intelectuales y también entre los estudiantes. La prensa obrera y otros medios, en oposición a los órganos de la burguesía, comenzaron a divulgar su alcance, y su carácter de verdadera revolución social. Entre ellos se destacan, escritos por Carlos Baliño: En Marcha hacia la vida y la libertad, publicado en el mes de abril de 1017 en la revista Cuba y América, coincidiendo con las Tesis de Abril de Lenin, en el cual describe la situación existente tras el triunfo de la revolución de febrero en Rusia, y vislumbra los cambios que se producirían varios meses después. Otro fue el titulado La Revolución Rusa, aparecido en diciembre de 1917, que refería el alcance de la Revolución, y su carácter de verdadera revolución social.

Pero la Revolución de Octubre no sólo despertó una simpatía declarativa en el pueblo cubano. De inmediato de desplegó una solidaridad activa con el nuevo estado, al tiempo que repercutía acelerando la radicalización de sus luchas contestatarias, coadyuvando también al rápido avance de su proceso organizativo.

El líder obrero Alfredo López y otros anarquistas y anarco-sindicalistas honestos, se acercaron aceleradamente a la ideología marxista, respaldados por la tremenda labor ideopolítica realizada por Carlos Baliño, Agustín Martín Veloz, Julio Cesar Gandarilla, entre otros pensadores y luchadores revolucionarios cubanos. Ello favoreció la polarización clasista de los trabajadores frente a aquellos dirigentes que se anclaron en un reformismo ajeno a la verdadera defensa de los intereses de la clase que se suponía representaban.

Entre sus primeros respaldos se destacan las conmemoraciones del 1º de Mayo en 1918 y 1919, efectuadas en el Teatro Payret, convocadas por la Agrupación Socialista de La Habana.[i] Allí se escucharon mensajes solidarios con la nueva Rusia; vocablos como soviet y bolsheviki, y comenzaba a sustituirse la forma organizativa gremial por la sindical.

En el Congreso Nacional Obrero celebrado del 14 al 16 de abril de 1920,[ii]sus delegados aprobaron un histórico saludo de la clase obrera cubana a la Rusia soviética donde se precisaba que “la Rusia Roja era como un faro de luz, como ejemplo, guía y estímulo para las maltratadas muchedumbres ansiosas de redención y justicia…, y le enviaban “a nuestros hermanos de Rusia el testimonio de nuestra solidaridad revolucionaria. El Congreso.”[iii]

También en 1920, en respuesta a la solicitud de ayuda hecha por Lenin ante la sequía y la hambruna en su país, surgieron varios Comités de Ayuda a Rusia en las provincias hasta llegar al Comité Cubano de Ayuda a Rusia, presidido por Carlos Baliño, que centralizaba las acciones solidarias, especialmente para la recaudación de fondos, transfiriéndolos posteriormente desde La Habana a nombre de Vladimir I. Lenin.[iv]

El Octubre Rojo también influyó en el fortalecimiento de la Agrupación Socialista de La Habana desde 1918, mediante la profundización en el conocimiento del socialismo marxista.[v] Ella encabezó las campañas de solidaridad de los trabajadores cubanos con la naciente Rusia soviética y trabajó arduamente en la divulgación de la misma y su significado universal.[vi]

En Declaración de Principios del 16 de julio de 1922, la Agrupación Socialista[vii] denunció a los falsos líderes que impedían la unidad obrera y se declara marxista, identificada con los principios que caracterizan a la revolución rusa, hace oficial ruptura con la II Internacional, y declara su adhesión a la III Internacional, aceptando sus 21 condiciones, asegurando que los obreros cubanos responderían con su espíritu solidario, al clamor de los compañeros rusos.

La misma precisa entre sus objetivos, fijar en las organizaciones obreras cubanas el espíritu de la lucha de clases, y convencerlas de adherirse a la Internacional Sindical Roja, por su espíritu revolucionario.[viii]

Ya en manifiesto de apoyo a la Rusia Soviética, firmado por Baliño a finales de 1921, se expresa: “los ardientes deseos de los obreros de Cuba (…) de contribuir directamente con sus esfuerzos a consolidar la República soviet, la obra revolucionaria más trascendental que pueblo alguno haya realizado, siendo nuestros camaradas rusos, los cíclopes de esa colosal empresa de transformación social (…) Los obreros de Cuba partirán su pan con los camaradas rusos… por deber y por conciencia”.[ix]

Vale decir que Lenin tuvo temprano conocimiento de la existencia de Cuba y sus luchas: en la despedida del duelo del cubano Pablo Lafargue, yerno de Carlos Marx, dijo de él que había llegado de «una tierra cálida y heroica donde en 1898 se libró la primera guerra imperialista del mundo».[x]

La primera expresión concreta y trascendente de los avances organizativos y políticos de la clase obrera, fue la fundación por Alfredo López, en 1921, de la Federación Obrera de La Habana.

En noviembre de 1922 apareció la revista Espartaco[xi] como homenaje al quinto aniversario de la Revolución de Octubre, a fin de divulgar las ideas de la Revolución, sus líderes, sus primeros logros en la economía, la educación y la cultura, difundir las ideas más avanzadas del pensamiento social y político de la época, e incorporar análisis de diversos problemas de interés para la clase obrera cubana.

Ya el 18 de marzo de 1923 se fundó la Agrupación Comunista de La Habana, inspirada en el ideario leninista, y poco después la de Guanabacoa, otro formidable paso hacia el avance de las luchas proletarias con sentido clasista.

La publicación del periódico Lucha de clases, órgano de dicha Agrupación desde marzo de 1924, bajo la dirección de Carlos Baliño, fue otra fuente para el enriquecimiento cultural e ideológico de la población con respecto a la situación socio política del país, al quehacer de las organizaciones representativas de los intereses populares y al conocimiento de las razones y avances de la epopeya rusa.

La simpatía y respaldo a la Revolución de Octubre, germinó también entre los jóvenes, especialmente los estudiantes. Guiados por Julio Antonio Mella, comprendieron tempranamente que la movilización espontánea inherente a las clases y sectores potencialmente contestatarios, necesitaba de la preparación teórica y cultural que sustentara el respaldo. Con esa convicción crearon cuantos medios les fue posible para coadyuvar a la movilización interna y a la solidaridad internacional, entre ellos, el grupo Renovación en mayo de 1923, para el estudio de la teoría marxista y los ideales martianos.

Los participantes al Primer Congreso Nacional de Estudiantes, del 15 al 25 de octubre de 1923, presidido por Julio Antonio Mella, expresaron su respaldo a la Revolución de Octubre, se declararon contrarios a todos los imperialismos, especialmente el yanqui, y pidieron al gobierno cubano el reconocimiento de la URSS. A ello se sumó la fundación de la Universidad Popular José Martí, a fin de dotar a los trabajadores y sus familiares de los conocimientos necesarios para entender el mundo en que vivían, la necesidad de realizar una lucha verdaderamente emancipadora y promover la alianza obrero estudiantil.

Un momento importante en la solidaridad del pueblo cubano hacia el pueblo soviético y su revolución, visto como paradigma de continuidad para las luchas propias, fue el homenaje rendido al líder del proletariado mundial en esta colina que desde 1924 lleva su nombre y el acto que siguió frente al Ayuntamiento. La numerosa concurrencia manifestó su adhesión combativa al pueblo soviético y al jefe de su revolución victoriosa y esperanzadora.

Existen numerosas informaciones y testimonios de los actos realizados en distintas localidades del país, en honor a Lenin. Especialmente valioso resultó el realizado en el Centro Obrero de La Habana el 4 de febrero de 1924, organizado por la Agrupación Comunista, entre cuyos oradores se destacó Julio Antonio Mella. 

También es notable la conmemoración del 1º de Mayo de 1925 en el país, especialmente en La Habana donde se realizó el primer desfile obrero en la República, con más de 40 mil asistentes. Ya en horas de la tarde, una peregrinación desde el Ayuntamiento de Regla hasta la recién inaugurada Colina Lenin, con participación del alcalde, Antonio Bosch, portando numerosas banderas rojas.

La visita de Mella y varios compañeros al barco soviético Vatslav Vorovski en el puerto de Cárdenas, y la confraternización con los marinos soviéticos, quienes recibieron los saludos y la admiración del pueblo cubano, fue otro importante acontecimiento solidario.

Tanto crecieron esa solidaridad y muestras de simpatía, que en la negativa del Ministro de Gobernación para que Mella visitara el barco, argumentó que “…la campaña bolchevique se ha extendido tanto en Cuba que el gobierno está dispuesto a expulsar a todo extranjero que se dedique a esa propaganda y a encarcelar al nativo que la secunde”. [xii] El 10 de agosto Mella pronunció una conferencia en la, titulada Una tarde bajo la bandera Roja, impartida en la Sociedad de Torcedores.

Estos y otros actos hicieron de agosto de 1925 una suerte de colofón del accionar revolucionario que se venía radicalizando entre los distintos sectores sociales del país desde principios de la década.

Del 2 y el 7 de agosto se efectuó en La Habana el III Congreso Nacional Obrero que originó la Confederación Nacional de Obreros de Cuba, cuyo valor esencial fue la agrupación de los trabajadores en una sola organización nacional, punto de partida para la concertación de una verdadera unidad clasista.

Pocos días después, el 16 de agosto, quedó fundado el primer Partido Comunista de Cuba. Con su creación se abrió una nueva etapa en la lucha política y clasista de los trabajadores y el resto de los sectores populares. El eco del octubre ruso alcanzaba a todos, acelerando el difícil camino hacia la derrota del imperio.

Los dos objetivos aprobados por el Partido para su labor, precisaron el vínculo del ideario comunista con las tradiciones de luchas cubanas, al precisar:

“Con la enseñanza de Lenin, haremos una realidad el postulado ideológico de Martí adaptado al momento histórico: CON TODOS Y PARA EL BIEN DE TODOS”.

En el transcurso de las luchas de los trabajadores y el resto de los sectores populares en aquella trascendente coyuntura interna e internacional, quedó demostrado hasta dónde podían llegar quienes buscaban apropiarse del mundo, y simultáneamente, hasta dónde podía llegar la fuerza de los trabajadores. La Revolución de Octubre se erigió como constatación de un camino.

Cualquier acercamiento a la historia de las luchas políticas hasta hoy, evidencia con y prontitud la influencia de la Revolución de Octubre y el aporte de su conductor, Vladimir Ilich Lenin. Su experiencia, sus teorías, sus resultados, sus dirigentes y sus paradigmas, deben ser estudiados como nunca antes, toda vez que no ha cambiado la esencia opresora que la justificó entonces y la sigue exigiendo ahora.

Perú: Túpac Amaru II y la lucha de liberación nacional

Por: Roher Quispe / roherquispe.wordpress.com

Luego de dos siglos y medio de la llegada de los españoles al Tawantinsuyu, en 1780 se dio inicio a la más importante gesta del siglo XVIII, fue una guerra que respondía a un sistema de sociedad y a una visión de sociedad que se estaba desarrollando en la lucha de liberación, que fue desarrollada por indígenas en su mayoría.

La lucha de liberación nacional alcanzo su punto más alto con el asedio a Cusco y el 4 de noviembre de 1780 con la captura y ejecución del corregidor Arriaga.

El carácter político que motivo el levantamiento de José Gabriel Condorcanqui Túpac Amaru II, es la convicción que tenía por sus derechos como descendiente de los caudillos quechuas de los llamados Incas de Vilcabamba y eso lo motivo a reclamar reivindicaciones patrimoniales a favor de su familia y de su linaje, así como también tenía una convicción muy fuerte que era la defensa de los indígenas.

La finalidad política del levantamiento era acabar con la dominación española y establecer una nueva sociedad.

La proyección del levantamiento repercutió en todo el sur peruano y Bolivia, Argentina y Chile, que estaban a la expectativa de la guerra en contra el sistema colonial y por la lucha de liberación para la toma del poder. Las acciones de los tupacamaristas inician el 4 de noviembre de 1780 y se prolongaría hasta 1783 cuando fue capturado mediante la traición el último líder, Diego Cristóbal Túpac Amaru.

Posteriormente la lucha lo continua Túpac Katari que llego a sitiar y tomar La Paz, radicalizando el planteamiento programático de la lucha de liberación nacional. El levantamiento tupacamarista se expandió por todo el Perú, Bolivia, llegó hasta el norte Chile y Argentina, teniendo influencia en Colombia, es así que la revolución de Túpac Amaru II alcanzó, una proyección continental.

La gesta de Túpac Amaru II se expandió y confluyo a los quechuas y aymaras que se levantaron contra los colonialistas. Ningún pueblo en la época colonial fue capaz de crear un movimiento de carácter continental y con un programa político bien establecido y una visión de una nueva sociedad establecida, no solamente por indígenas sino por todas las sangres. El ideario de los tupacamaristas es contundente en su proyección nacional y el planteamiento de Túpac Amaru II de liderar la nación indígena, sobre los demás componentes étnicos de la población, sin excluir a nadie.

Los colonialistas no esperaban tal magnitud y apoyo a la gesta de los tupacamaristas, género en ellos terror. En 1781 José Gabriel es condenado a morir descuartizado por cuatro caballos, tuvieron que utilizar métodos aprendidos de los godos de los hunos-mongoles para tal sanción, como era tan fuerte José Gabriel, los caballos no podían seccionar el cuerpo tuvieron que terminarlo a machetazos. Micaela Bastidas quien alguna vez expresara: “Por la libertad de mi pueblo he renunciado a todo. No veré florecer a mis hijos...”, fue ahorcada y como no expiraba por la delgadez de su cuello, lo tuvieron que acabar a golpes y puntapiés. Lo mismo sucedió con Túpac Katari que fue descuartizado.

El levantamiento de los tupacamaristas queda en nuestra memoria histórica, no se puede olvidar tales hechos que honran al pueblo Tawantisuyano y que trasciende por su programa. La lucha de Liberación Nacional continua con la misma entrega que los tupacamaristas emprendieron en contra del yugo español, ahora la lucha es en contra del sistema capitalista opresor y explotador.
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