"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

martes, 20 de septiembre de 2016

¿Por qué ya no preguntan qué pasará en Cuba cuando Fidel Castro no gobierne? (VIDEO)


Fue la pregunta del millón durante años: ¿qué pasará en Cuba el día que Fidel Castro no esté al frente del país? Pues son ya diez años sin que Fidel gobierne, y la pregunta del millón ya apenas se escucha. La realidad se ha encargado de responderla. ( CubaInformación)


Obama desconoce ante la ONU el carácter injerencista de la política exterior de EEUU

Durante su intervención en la 71º Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el presidente de Estados Unidos (EEUU), Barack Obama, afirmó este martes que no considera que este país “pueda o deba imponer su modelo a otros países”, lo que contradice la política injerencista que ha ejercido durante los ocho años en que ha estado al frente de la Casa Blanca.

Obama, quien llegó 20 minutos tarde a su última participación como representante de Estados Unidos en la ONU, se contradijo en su discurso al obviar las intervenciones militares lideradas por su gobierno en Libia, Siria, Afganistán; los decretos y sanciones perpetradas contra Irán y Venezuela, y el bloqueo que por más de 50 años mantiene Washington sobre el pueblo cubano.

Asimismo, olvidó su alocución ante la academia militar estadounidense de West Point realizada en 2014, cuando aseguró que EE UU “debe liderar siempre en el escenario mundial. Si no somos nosotros, nadie más lo será. Estado Unidos es la única nación indispensable, y la cuestión a la que nos enfrentamos no es si lideraremos, sino cómo lideraremos”.

En sus palabras, que se extendieron por 45 minutos, 30 por encima del tiempo reglamentario, el presidente norteamericano sostuvo que “en un lugar como Siria no se puede alcanzar una victoria militar”, por lo que llamó a “continuar con la difícil tarea de la diplomacia que se propone interrumpir la violencia y hacer llegar ayuda a aquellos que la necesitan”.

Este mensaje contrasta con el ataque militar que Estados Unidos propinó tres días atrás a las fuerzas del Ejército Árabe Sirio en la localidad de Al Tarda, al este del Siria, y que produjo el asesinato de 83 militares de la nación árabe y un centenar de heridos.

Con este ataque, el imperio norteamericano violó el acuerdos suscrito con la Federación Rusa en Ginebra (Suiza) el pasado 9 de septiembre, en el que ambas naciones se comprometieron a establecer una tregua en Siria.

Estados Unidos calificó el bombardeo como un “producto de un simple error”, se negó a que esta acción se discutiera en seno de las Naciones Unidas y rechazó la decisión de Rusia de convocar una sesión urgente del Consejo de seguridad de la ONU.

Aunque Obama exhortó a las naciones del mundo “a poner fin a las guerras que llevan al desorden”, y “poner nuestro dinero donde están las promesas”, pasó por alto que Estados Unidos es el país con mayor gasto militar del mundo, al destinar un promedio de 600 mil millones de dólares al año en armamento.

Racismo y pobreza

El discurso de Barack Obama ante la plenaria de la ONU, en Nueva York, también se plegó de contradicciones en temas referentes a la política y situación social de la nación norteamericana.

En su intervención denunció el “capitalismo despiadado que sólo beneficia a unos pocos” y se refirió a la importancia de “hacer aún más para reducir las diferencias entre los ricos y pobres”.

Este mensaje contrasta con el hecho de que 46 millones de norteamericanos viven en la pobreza, y que uno de cada cinco niños sufre de hambre.

Asimismo, el 1% más rico de ese país abultó su fortuna al capturar el 85,1% del crecimiento total de los ingresos que se produjeron en la nación entre 2009 y 2013.

El mandatario norteamericano hizo un llamado a rechazar cualquier forma de fundamentalismo y racismo, y a “abrazar la tolerancia y el respeto entre todos los seres humanos, porque la discriminación socava los lazos de la civilización”, cuando constantemente se reseñan manifestaciones y cuestionamientos a los casos de represión y discriminación racial impunes, así como a las acciones de cuerpos de seguridad contra jóvenes afroamericanos, que se han recrudecido desde 2014.

Agresión contra Cuba

Aunque Obama mencionó ante la ONU que el restablecimiento de las relaciones con Cuba constituye uno de los logros de la diplomacia ejercida, durante sus ocho años de gobierno, pasó por alto que hace una semana renovó la Ley de Comercio con el Enemigo, cuyo fin es mantener vigente el bloqueo económico aplicado contra la nación antillana.

Esta disposición violatoria de los derechos humanos, impuesta por la Casa Blanca en 1960 y que ha ocasionado más de 750 mil millones de dólares en pérdidas al pueblo cubano, es rechazada por la gran mayoría de las naciones que integran la ONU.

El presidente, que culminará su mandato en enero de 2017, criticó la propuesta del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, de construir un muro en la frontera con México y manifestó que “hoy en día, una nación rodeada de muros solo conseguiría encarcelarse a sí misma”.

CANTOS POR ANA BELÉN MONTES


Alos 15 años de su prisión injusta, el 21 de septiembre de 2016 presentamos el concierto CANTOS POR ANA BELÉN MONTES, con la participación de cultores de la canción y la poesía. La solidaridad con Ana, quien la ejerció con nosotros al riesgo de su propia vida, comienza con este concierto a tomar más fuerza, en especial para el conocimiento más amplio de esta puertorriqueña heroína internacionalista.

Compartirán con nosotros Augusto Blanca, Corina Mestre, Aurora de Los Andes, Heidi Igualada, Rey Montalvo y Vicente Feliú, y estarán los poemas de Juanita Conejero, María del Rosario Basso Ibarra, Miguel Crispín Sotomayor, Natacha Santiago, Yenisey Brioso y Omar Pérez Aroche, entre otros.

Será en la Casa del ALBA Cultural de La Habana, Línea y D, Vedado, el miércoles 21 de septiembre de 2016, a las 6:00 PM.

Entrada libre

Condenan a prisión en Finlandia a cinco voleibolistas cubanos por violación

Por EFE 20 septiembre 2016


Según la sentencia, tres de los condenados reconocieron durante el juicio haber mantenido relaciones sexuales con la víctima, pero alegaron que fueron con su consentimiento, algo que la mujer negó en todo momento.

Un tribunal de primera instancia de Tampere (Finlandia) condenó hoy a prisión a los cinco voleibolistas cubanos juzgados en el país nórdico por un delito agravado de violación contra una mujer finlandesa el pasado 2 de julio.

El tribunal impuso penas de cinco años de cárcel a Rolando Cepeda Abreu, Abraham Alfonso Gavilán, Ricardo Norberto Calvo Manzano y Osmany Santiago Uriarte Mestre, y de tres años y medio a Luis Tomás Sosa Sierra.

Además, les condenó a pagar una indemnización de 24.000 euros a la víctima en concepto de daños y perjuicios.

Según la sentencia, tres de los condenados reconocieron durante el juicio haber mantenido relaciones sexuales con la víctima, pero alegaron que fueron con su consentimiento, algo que la mujer negó en todo momento.

Los otros dos negaron haber tenido cualquier tipo de contacto sexual con la víctima, aunque la corte no les creyó y les condenó también por un delito agravado de violación.

Según el tribunal, las declaraciones de los acusados durante los interrogatorios y el juicio fueron contradictorias, lo que restó verosimilitud a su versión de los hechos.

En cambio, los magistrados absolvieron a un sexto deportista cubano juzgado por el mismo delito, Dariel Albo Miranda, quien fue puesto en libertad por falta de pruebas al término de la vista judicial y regresó a Cuba.

Según el tribunal, no existen dudas de que Albo Miranda aconsejó a sus compañeros ocultar todos los posibles indicios del delito, pero no resultó probada su participación en la agresión sexual.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 2 de julio en un céntrico hotel de la ciudad de Tampere, a 180 kilómetros al norte de Helsinki, donde se alojaba la selección cubana de voleibol durante su visita a Finlandia para disputar tres partidos de la Liga Mundial.

Según relató a la prensa local una persona cercana al equipo cubano, uno de los miembros de la selección entabló conversación con la presunta víctima pasada la medianoche fuera del hotel, cerca de un concurrido club nocturno.

Tras charlar un rato, la mujer accedió a subir a la habitación del deportista, donde se encontraba también su compañero de cuarto y adonde más tarde llegaron otros miembros del equipo.

Ya de madrugada, la presunta víctima denunció la violación a agentes de la policía local, quienes a lo largo del fin de semana arrestaron a un total de ocho jugadores.

Tras tomar declaración a la mujer e interrogar a todos los sospechosos, la policía puso en libertad sin cargos a dos de los atletas detenidos y pidió prisión preventiva para los otros seis.

Pocos días después, un juzgado ordenó que los acusados fueran encarcelados hasta la celebración del juicio, debido al riesgo de fuga y a la gravedad del delito que se les imputaba.

El juicio se celebró a puerta cerrada entre el 29 y el 31 de agosto en un juzgado de primera instancia de Tampere con la ayuda de varios intérpretes de español.

Al término de la vista, el tribunal, compuesto por tres magistrados, ordenó la inmediata puesta en libertad de Dariel Albo Miranda, quien regresó a Cuba poco después, y mantuvo la prisión condicional para los otros cinco acusados.

El incidente supuso un duro golpe para el equipo cubano de voleibol de cara a su participación en las Juegos Olímpicos de Río, ya que el escándalo obligó a la federación de la isla a sustituir a los entrenadores y a media selección olímpica a pocas semanas del inicio de los Juegos.

Finalmente Cuba perdió los cinco partidos que disputó en los Juegos contra Rusia, Egipto, Irán, Argentina y Polonia, en los que tan sólo logró ganar un set.

Pablo Armando Fernández, edificar la casa

Por su apreciable contribución al desarrollo del intercambio académico entre Estados Unidos y Cuba, el poeta recibió recientemente el Premio de la Latin American Studies Asociation (LASA).


Foto: Foto tomada de La Ventana

Con sus más de ocho décadas de existencia, el poeta, narrador, académico y diplomático cubano, Pablo Armando Fernández (Delicias, 1930), uno de los representantes más notables de la llamada Generación de los años 50, recibió en la intimidad de su hogar el Premio de LASA.

En mi trayectoria como intelectual debí llegar hasta el poeta por enrevesados caminos. Cuando era un lector adolescente y voraz —y en pleno “quinquenio gris”— debí vencer muchas suspicacias para poder tener en mis manos Toda la poesía (1961) y El libro de los héroes (1964), volúmenes colocados en una especie de index junto a otros muchos tras los sucesos del “caso Padilla”.

De igual modo, por azares de la vida pude asistir, un tiempo después, a un memorable recital que ofreciera en la Sala Hubert de Blanck, en compañía de Manuel Díaz Martínez, que marcaba el fin de más de una década de forzoso y oscuro aislamiento. Recuerdo particularmente el efecto que produjo, no solo en mí sino en el resto del público que abarrotaba la sala su lectura de “En tren hacia el poeta”:

En fin, como tú dices,

cuando sientes a solas

la quemadura de la envidia,

el adversario

que ha irrumpido en tu casa,

la sinrazón, la incertidumbre, el miedo.

El poeta regresaba y sus creaciones, fueran “Yo, Pablo” o “El gallo de Pommander Walk” iban a fecundar la poesía de los más jóvenes.

No olvido tampoco que por aquellos años, en una tarde invernal próxima a la Navidad, me llevaron unos amigos a una casa del Vedado, donde una anciana solitaria y un poco enloquecida, vendía libros y discos, todo revuelto, a precios fantásticos aún para aquellos felices tiempos. Mi avidez iba a cebarse lo mismo en grabaciones de un trío juvenil de Beethoven o en El Arte de la Fuga bachiano, que en una profusión de volúmenes que apenas podía sostener en equilibrio mientras bajaba las escaleras de aquel sitio pródigo; entre ellos, el Don Miguel de Mañara de Lubicz Milocz, un texto sobre el ballet en Estados Unidos y también dos ediciones príncipe de poetas cubanos: Saúl sobre la espada de Gastón Baquero y Salterio y lamentación, el libro iniciático de Pablo. Este último, debajo de la dedicatoria impresa: “A mi madre, Doña Chalío Pérez de Fernández” llevaba otra escrita a pluma: “Para Vigón, hombre culto, interesado en hacer teatro en estas tierras. Cordialmente, Pablo Armando Fernández”. Se trataba del teatrista Rubén Vigón, quien desde la Sala Arlequín, había logrado en los años cincuenta del siglo XX, convocar al público para una cruzada teatral harto reñida en su quijotismo con el espíritu comercial de aquellos tiempos. Era en su biblioteca, ya en trance de dispersión, donde yo había encontrado esos tesoros.

La lectura de aquel cuaderno me despertó una pasión que todavía no cesa. Su rebelde asimilación del lenguaje bíblico a lo amargo cotidiano, el tono conversacional que nunca pierde el acento lírico, la unión de ternura e ironía para referirse a su contexto familiar, me resultaron ejemplares, a veces me sorprendo repitiéndome pasajes como este:

Mamá dijo que cuidase del uniforme; también dijo que cuidase de colocar los pies sobre el suelo.

Papá siempre dijo que cuidase de la verdad.

O este poderoso pasaje del poema 6:

Están hablando de los muertos

en la sala.

Madre y su hermana.

De la hermana mayor que acompañaba

al tres sus décimas

y la otra hermana y una tercera.

Hablan de los muertos

como si hablaran del vestido rosado

o el lazo o las zapatillas de blanco raso

que lucieran en el primer baile

con órgano y sexteto.

Debo agradecer a la vida la posibilidad no solo de haber leído al poeta sino de conocerle personalmente. Si es frecuente entre los escritores que se haga necesario olvidar a la persona si se quiere disfrutar de su escritura, en su caso es justo lo contrario. Haberlo encontrado en distintos eventos literarios primero, viajar con él a España o a Venezuela y sobre todo sentarme a su lado durante varios años en la Academia Cubana de la Lengua, me permitieron acercarme a una persona que había sufrido muchas cosas pero seguía siendo capaz de disfrutar de la vida sin enconos. Sencillo, sinceramente preocupado por los demás, me ofreció sin interés algunos consejos para sobrevivir en medio de la fauna letrada que me han resultado utilísimos.


Pablo Armando Fernández junto a Fayad Jamis y Lezama Lima.

Si en años recientes su escritura se prodigó en elogios de variadísimas personas hay que leer esas páginas a la luz de su bondad franciscana: mucho de lo bueno que vio el escritor en los demás era el reflejo de su propia condición espiritual.

Hace años escribí: “Él trata a la poesía como a otro habitante de su casa y la lleva siempre consigo. Dondequiera que vamos: a la holguinera Plaza de la Marqueta o a un pueblo de Castilla, siempre nos precede un poema de Pablo. Ha estado en todas partes y ha devuelto a cada sitio, multiplicada, la porción de belleza que le entregara”.

El lauro concedido por LASA es solo un hito en una existencia inquieta que lo mismo lo llevó a la Columbia University que a la India o a Turquía. Cuando pienso en él, las imágenes se mezclan en mi mente, como en uno de esos filmes de Antonioni donde la realidad se define a partir de una yuxtaposición de secuencias inesperadas: unas veces veo al joven que anda por New York y desafía el aire cortante de las avenidas para asistir al estreno de la obra que escribiera en apoyo al Movimiento 26 de Julio: Las armas son de hierro; otras imagino al joven diplomático de la Revolución entrando con todo aplomo al Buckhingam Palace para saludar a la Reina; también está aquel que mira crecer las flores de Júpiter en un cercado o el que se sienta, cara a cara a conversar con la Intrusa. Siempre la imagen final la veo de espaldas: Pablo escribiendo, un poema de breves líneas o una novela cuyos folios cubren toda la habitación.

De todos modos, ahora que la salud ha vedado su presencia casi ubicua en la vida social del país, cuando ya no asiste a las sesiones académicas en San Gerónimo, prefiero privilegiar un recuerdo que viene conmigo desde hace varios lustros. En una ocasión, por los tiempos en que yo todavía residía en Camagüey coincidí en La Habana con un colega holguinero y este me animó a visitar a Pablo, mas el poeta no estaba en su residencia de la calle 20 en Miramar. Nos recibió su esposa Maruja en la cocina y conversamos sobre las memorias que ambos teníamos de un sitio de ensueño en la región holguinera, la ciudad de Gibara. Por un rato la vimos a la vez atender el teléfono, cocinar, recibir unos víveres, eran acciones humildes, cotidianas, pero marcadas por la poesía. El escritor estaba allí aunque no fuera físicamente. Quizá el secreto estaba en que había sabido edificar un hogar que no solo era un refugio sino un alimento continuo para la poesía, por eso desde el café hasta los cuadros en la pared, pasando por la cesta de mimbre llena de huevos tenían aquel auténtico sabor lírico.

Ni este premio reciente, ni siquiera el Premio Nacional de Literatura que recibió en 1996, pueden reconocer en su totalidad a ese ser humano cuya vida está signada por una triple fidelidad: a sí mismo, a la poesía y a la Patria. Aquel que escribiera hace más de cuatro décadas: “No es cierto que en todo hombre que muere, muere el hombre”, ha llevado siempre su humanidad con una autenticidad a prueba de catástrofes. Pablo siempre ha sido Pablo, en el placer y en la agonía. Nada ha podido apartarlo de su terca sinceridad, de su amor a la isla de la que no lo arrancó ningún exilio, exterior o interno, por eso además de forjar una obra, sobre todo ha conseguido la cumplida imagen de un ser humano cabal. Y eso es más que suficiente. (2016)

Respuestas y soluciones al pueblo en municipio avileño

Escrito por Sayli Sosa Barceló, con fotos e infografía de la autora
 Sociedad Publicado: 20 Septiembre 2016 


• Hasta principios de septiembre, el municipio de Ciro Redondo había empleado medio millón de pesos en la solución de la mayoría de los planteamientos incluidos en el documento rector de la economía y unos 2 200.00 CUC

Entre las obras beneficiadas con presupuesto para la reparación está la funeraria

Casi a las puertas del final del año, el municipio de Ciro Redondo ha solucionado el 90 por ciento de los planteamientos populares inscritos en el Plan de la Economía para el 2016, un esfuerzo gubernamental que beneficia, por el momento, a 75 950 personas.

De las 54 demandas, derivadas de los tres procesos de rendición de cuentas del delegado a sus electores realizados hasta ahora, las autoridades pinenses han logrado llevar a feliz término un total de 49, según la información ofrecida por la Asamblea del Poder Popular en ese territorio.

Tal nivel de respuesta ubica al municipio entre los de mejores resultados en la provincia y en excelente posición de cara al cuarto trimestre del año, que coincide con el cuarto proceso de intercambio entre el pueblo y sus representantes.

Entre las soluciones de mayor impacto sobresalen las incluidas en las acciones de reparación y mantenimiento constructivo, 12 en total, que forman parte de un plan mayor, ascendente a más de un millón 760 000.00 pesos y 66 objetos de obra, diseminadas en todo el municipio.

Organismos como Viales, Deportes, Comercio, Educación, Salud Pública y la Vivienda, al cierre del 3 de septiembre pasado, habían cumplido al ciento por ciento sus compromisos con el electorado.

Yorkis Navarro Pérez, vicepresidente del Consejo de la Administración Municipal a cargo de la Construcción, comentó aInvasor que se han cumplido los cronogramas de ejecución con bastante exactitud y que las pequeñas demoras han sido ocasionadas por el déficit de fuerza de trabajo calificada, un problema que mantiene en jaque a varios territorios.

El directivo explicó que un gran número de las obras reparadas y por reparar, antes de que finalice el año, pertenecen al sector de la Salud (13), además destacó que las acciones constructivas tienen alcance en todos los ámbitos de la vida económica y social pinense.




CON UN POCO DE AMOR... Y DE RECURSOS

Bastaron esos ingredientes y una voluntad a prueba de escaseces para que el único preuniversitario urbano de Ciro Redondo recuperara la imagen de sus días fundacionales, cuando no era IPU, sino escuela primaria, y una marea rojiblanca llenaba los espacios conquistados hoy por el azul.

Muchos le han dicho a Carlos Mario Fajardo Suárez, joven maestro de 31 años que dirige el IPU Sergio Antuña, que el centro solo tuvo “15” cuando lo inauguraron y ahora, que parece nuevo, acabado de construir.

Dicen que el IPU Sergio Antuña volvió a tener "15"

“Bueno, en realidad, se aprovechó el techo, las paredes y el piso, pero se cambió la carpintería, la instalación eléctrica, la hidráulica, se dividieron aulas, se colocó la cerca perimetral, pintamos, pusimos los bancos...”, explica y va caminando por los pasillos. Abre las puertas de los laboratorios, invita a pasar al baño y comprobar que no faltan las tazas sanitarias ni el agua, asegura que se respira un aire diferente y que el claustro y los alumnos están contentos.

Las aceras recién fundidas evitan que los zapatos pierdan el lustre y en el bicicletero construido al calor de las reparaciones no se ha “perdido” ninguna bicicleta.

El centro cuenta con laboratorios de Física, Química-Biología y Computación

El grueso de las acciones se realizó en 2015, pero otros 40 000.00 pesos asignados y ejecutados en el trimestre que concluye completaron un ambiente propicio para el buen desarrollo del proceso docente educativo en el que intervienen una treintena de maestros y 207 alumnos.

Medios públicos y privados: Tres preguntas de Julio García Luis

El mapa de los medios ha cambiado dramáticamente con las nuevas plataformas tecnológicas



Caricatura del Héroe Gerardo Hernández Nordelo enviada a los periodistas cubanos desde la prisión de Victorville con motivo de la celebración de su octavo congreso en julio del 2008.

El mapa de los medios ha cambiado dramáticamente con las nuevas plataformas tecnológicas y el debate sobre la comunicación ha regresado al siglo pasado en Cuba. Pen­sábamos que la naturaleza social de este derecho humano no podía colocarse tan fácilmente en el mostrador del mercado, pero hace rato dejaron de estar claras las fronteras entre un sistema de medios públicos, mayoritariamente estatales en el interior de la Isla, y otro sistema de medios estatales y privados, anclados fundamentalmente en Estados Unidos, disputándose la atención de las audiencias cubanas. Estos últimos, con muchísimo dinero y violando las leyes y el sentido co­mún, a pesar de sus nulas posibilidades de éxito.

Pero hoy el Granma y El Nuevo Herald están al alcance de un clic y los cambios en la economía hacen florecer empresas ávidas por anunciarse —restaurantes, alquileres y servicios de todo tipo—, muchas de carácter legal. Como era de esperar, han surgido cientos de negocios que viven de la publicidad y median las relaciones entre el espacio público, fuertemente regulado, y el digital, con limitada o ninguna regulación, que coexisten en complejo equilibrio bajo las reglas de la oferta y la demanda. Mientras, en el país se trabaja por concretar una política de comunicación que debe poner un orden socialista, contrapeso de las decisiones económicas de un mismo signo, en el complicado escenario de la convergencia.

En río revuelto, ganancia de pescadores. Así como existen medios con infraestructura y registro digital estadounidense o europeo, pero con oficinas, empleados y audiencias en Cuba, se recomponen los viejos instrumentos propagandísticos de EE.UU. para el cambio de régimen en la Isla. Ocurre en la ancha llanura de Internet, donde en la noche todas las vacas son oscuras y los conceptos empiezan a vaciarse de contenido —lo privado renace como alternativo; la empresa mediática como medio ciudadano; el individualismo como socialismo; el cinismo como ética— con la sola excusa de avanzar en los espacios que ya se habían recuperado para las grandes mayorías de este país.

En una nota para sus clases en la Facultad de Co­mu­nicación de la Universidad de La Habana, Julio García Luis (1942-2012) reflexiona sobre esa pelea que no es nueva entre los que apuestan por la privatización de los medios, y quienes intentan demostrar que nuestra profesión, desde la práctica del socialismo, puede hacer frente a los desafíos que tiene por delante. Lo hace a través de tres preguntas que son, también, profundas certezas: «¿No debiera ser la propiedad social la mejor garantía del uso de los medios para el servicio público? ¿No debiera ser la distinción entre propiedad y gestión una clave para la calidad profesional? ¿No pudiera esa gestión profesional funcionar en base a cultura y valores compartidos con el propietario social, similares a las que existen entre editores y consorcios en el capitalismo desarrollado?».

Con la ayuda de las hermanas Nadia y Nidia Díaz, viuda y cuñada de Julio, respectivamente, he estado ordenando y preparando para una futura publicación una zona de la papelería de quien fuera Decano de la Facultad de Co­municación, que abarca textos escritos desde la década del 80 del siglo pasado hasta poco antes de morir, en enero del 2012. Hemos seleccionado unos 40 materiales que incluyen apuntes, discursos, ensayos, cartas y crónicas, todos inéditos y con un valor extraordinario para comprender el escenario, los avances y retrocesos de la prensa cubana en el último medio siglo.

No he terminado el ensayo introductorio para este proyecto. Julio asumió el periodismo como una construcción de ciudadanía, con sus múltiples dimensiones que trascienden el tema al que nos convocó Cubaperiodistas. Pero si algo sostiene su pensamiento es la defensa de la propiedad social de la prensa y su apasionada convicción de que Cuba puede construir un modelo de comunicación socialista, negado a otras sociedades que intentaron «el asalto al cielo». Por eso, mi propuesta es que sean respondidas las tres preguntas que Julio le hizo a sus estudiantes y que lo haga él mismo. Que su voz, rescatada del fondo de un baúl familiar, sea la que hable.

Por tanto, lo que usted leerá a partir de ahora son fragmentos de esos textos inéditos —algunos sin título aún y otros, sin fecha—, obra de un pensamiento coherente e iluminador en los tiempos que corren.

TRES PREGUNTAS, TRES RESPUESTAS DE JULIO

—¿No debiera ser la propiedad social la mejor garantía del uso de los medios para el servicio público?

En el debate entre propiedad social y propiedad privada de los medios, tengo las siguientes convicciones:

• Una verdadera democratización de la prensa, y el ejercicio ético del periodismo, requieren como premisa la propiedad social sobre los medios.

• La propiedad social, por sí misma, no es tampoco garantía suficiente de una prensa de servicio público, participativa, sustentada en valores y formadora ella misma de valores.

• Se requiere que esta forme parte de un proyecto clasista, popular, de justicia social y socialismo (en una interpretación amplia de este concepto), que lo haga capaz de imprimirles a los medios una política de desenajenación y plena liberación del ser humano.

• Tal política de información y comunicación, para realizarse, requiere de una especial mediación y articulación entre el sistema político y el sistema de medios, que se debe expresar en la gestión profesional de estos.

Resulta mucho más difícil advertir la actuación de un sistema propagandístico cuando los medios de comunicación son privados y no existe censura formal, en particular cuando tales medios compiten activamente, atacan y exponen con cierta periodicidad los errores del gobierno y de las corporaciones, y se autocalifican enérgicamente de portavoces de la libertad de expresión y de los intereses generales de la comunidad.

Por tanto, el verdadero peligro, tal como yo lo aprecio, no está en los nuevos fenómenos asociados a las redes digitales, sino en el envilecimiento, mercantilización, identificación con las cúpulas de poder y renuncia a la función crítica y de servicio público de la gran masa de medios convencionales, que cada vez tiene que ver más con el imperio y sus intereses, y cada vez menos con los países, su gente y sus problemas.

En Cuba deberíamos evitar que momentos de desconcierto o de revés les den pábulo a algunas tendencias liberales o extremistas, que propugnan los valores de la propiedad privada en nombre del fracaso estatal. El rechazo al burocratismo y al inmovilismo no debe llevarnos al liberalismo burgués y a la trampa de los mecanismos capitalistas. La necesidad de mayor eficiencia económica y más impulso al desarrollo científico-técnico, que reclama el socialismo, no debe hipotecar nuestra perspectiva comunista.

Las fórmulas de ultraizquierda que a veces oímos o leemos son exabruptos de diletantes, al margen de la complejidad real de los problemas. Nuestra tarea tenemos que resolverla hoy con fórmulas nacidas de la realidad cubana, con la gran masa de periodistas del país, con los cuadros de la prensa, con el Partido y su dirección en cada nivel, con todos los organismos políticos, de masa, estatales y administrativos, con el papel activo de los trabajadores y el pueblo que son los protagonistas de la información.

Seamos realistas. En nuestra prensa, no solo se destaca una avanzada consciente, junto a un sector descreído y apático; también se destacan inevitablemente corrientes extremistas y liberales. Ellas a veces se presentan como muy radicales y atraen a personas sinceras. Pero su caldo de cultivo por excelencia lo dan oportunistas y resentidos. Estas tendencias no pueden esperar. Para ellas, el baño de sangre ha de ser ya. Las cabezas deben rodar a más tardar mañana temprano. Si algo no sale como es debido, es que hay un gran culpable agazapado en alguna parte, a quien solo hace falta descubrir y defenestrar. Todo el que ocupe algún cargo, obviamente, es un canalla a eliminar. Si alguna fórmula atractiva aparece en la arena internacional: a imitarla, sin más demora. Si intereses sensibles del país pueden ser lastimados por un manejo irresponsable de nuestra libertad de prensa: abajo los intereses del país. Todo en blanco y negro, todo fácil, todo expedito. Óptica de diletantes. Eso sí es peligroso.

Por tanto, la pregunta sigue siendo esta: ¿puede haber periodismo en el socialismo? Para nosotros la respuesta es: sí, puede y debe haber un periodismo de calidad. ¿Es fácil? No. ¿Es un problema resuelto? No. ¿Basta con seguir la experiencia pretérita y actual del socialismo? No. ¿Hay que buscar una respuesta cubana a este problema? Sí. El capitalismo, obviamente, no solo ha desarrollado una experiencia en este terreno, sino que posee determinadas ventajas. La irresponsabilidad que supone la propiedad privada de los medios es una de ellas.

—¿No debiera ser la distinción entre propiedad y gestión una clave para la calidad profesional?

Nuestra prensa es partidista, es revolucionaria. Ese es su mayor timbre de orgullo. Es una conquista histórica irreversible. No hay en esto ni habrá la menor concesión al liberalismo o al oportunismo. La política que aplicamos en Cuba es indiferente por completo a toda idea de congraciarnos o hacernos simpáticos a Occidente, y por eso la propiedad de la prensa deberá seguir estando en manos de la sociedad organizada. Seguimos una consecuente línea de principios.

Ahora bien, ese carácter revolucionario no se expresa en una gestión directa del Partido sobre los medios. El Partido dirige en términos políticos de orientación, control, ayuda y trabajo con los cuadros. Cada órgano de prensa cubano responde a determinada organización o institución. Cada uno de esos órganos tiene una dirección con las máximas atribuciones ejecutivas. Esta dirección debe disponer de autonomía y decidir qué se publica y cómo se publica. Los periodistas, a su vez, han de ganarse también con su talento y su coraje una amplia autonomía. No debemos tener ningún temor en emplear esta palabra. El periodismo, como forma del trabajo intelectual, requiere de espacio para la libertad creadora.

Nuestra prensa supone un cambio esencial en cuanto al sistema de propiedad, a los perfiles de cada órgano, a los contenidos y prioridades temáticas, y dispone de soportes que permiten usos del lenguaje, velocidades de transmisión y alcance de los mensajes que no pudieron siquiera soñar los actores de los medios en el pasado.

Es preciso cobrar verdadera conciencia de las potencialidades que ello encierra y aprender a explotarlas.

Las tendencias negativas que proliferaron en el país en los años 80 olvidaban el trabajo político, el peso de los factores ideológicos, la atención al hombre, y todo lo subordinaban a los mecanismos económicos y a la estimulación monetaria. Pero aun colocando en su justo lugar estos elementos, ni el Partido ni el Estado solos, ni los organismos administrativos y las organizaciones de masas por su sola cuenta, podrían atender todos los problemas. El Partido mismo no es una especie de dios que todo lo vea, lo conozca y lo resuelva. La construcción del socialismo únicamente puede entenderse como un trabajo de toda la sociedad.

En otras palabras, si las propias masas no desarrollan su capacidad de autogestión, si no se estimula la nueva actitud cívica y se crea una nueva cultura de la economía y el deber social, sería imposible dar respuesta a la infinidad de requerimientos cotidianos que plantea la producción y demás esferas de nuestra vida. La prensa debe contribuir decisivamente a esto. Ella debe levantar la bandera de la lucha permanente contra todo lo mal hecho. Debe ser un instrumento de estímulo, de crítica, de orientación y de acicate a la reflexión social.

Solo con el Partido, con su comprensión, con su apoyo activo, será posible avanzar, vencer la resistencia consciente e inconsciente con que tropieza el ejercicio profesional, y lograr que se arraigue gradualmente una nueva cultura de la información y el papel de la prensa en nuestra sociedad.

—¿No pudiera esa gestión profesional funcionar en base a cultura y valores compartidos con el propietario social, similares a las que existen entre editores y consorcios en el capitalismo desarrollado?

Cuba fue el primer país en hacer una revolución socialista a partir de una cultura de prensa occidental y moderna. Los periodistas cubanos —al menos el núcleo fundamental de ellos— son tan talentosos y capaces como los de cualquier otro país. Tienen tanto potencial como los científicos, técnicos e innovadores cubanos que nos enorgullecen. No podemos admitir unilateralmente la idea de que los periodistas sean los únicos culpables de los problemas en la gestión de la prensa.

El problema esencial, a nuestro juicio, es transformar el ejercicio periodístico, sin menoscabo de los principios revolucionarios. Dentro del sistema de partido único y del reconocimiento del papel dirigente y orientador de nuestra organización de vanguardia, debemos hallar los métodos y estilos que garanticen la autonomía de los órganos de prensa, las atribuciones de sus directores y la práctica profesional del trabajo periodístico.

Toda nuestra prensa es revolucionaria. Es un resultado de las características de nuestro proceso histórico. No hay espacio en ella para defender la contrarrevolución, el capitalismo, el racismo, el guerrerismo o el odio hacia otros pueblos y naciones. Pero dentro de estos límites políticos hay un vasto espacio para el criterio independiente y para reflejar los intereses, percepciones y enfoques de las diferentes capas, sectores sociales e individualidades que forman nuestro pueblo. No hay que privatizar los órganos de prensa para lograr que estas opiniones obtengan un reflejo adecuado en nuestros medios de información, lo que no debe interpretarse sin embargo como que ya los cubanos lo hemos logrado. Esa tarea es posible y debemos realizarla.

Estamos convencidos de que demostrar la viabilidad del pluralismo de opiniones, dentro de una revolución que construye el socialismo, entraña un reto a la voluntad creadora y puede ser, al mismo tiempo, un servicio importante al esclarecimiento del gran debate ético, político e ideológico que hoy tiene lugar en nuestras sociedades.

Al tocar este punto, quisiera apuntar que observamos ciertos argumentos que identifican el pluralismo de opiniones con el pluripartidismo. Es oportuno señalar al respecto que el proceso histórico cubano ha transcurrido en un sentido opuesto. La Revolución pasó del pluripartidismo al partido único, sobre la base del programa socialista.

No hay en nuestro país base social para otro partido. El nuestro es a la vez el partido de la clase obrera y el de los campesinos, las capas medias, los intelectuales y demás trabajadores. Es el partido del socialismo, pero también el partido patriótico de la nación cubana. Y no vemos ciertamente que haya contradicción alguna entre la dirección de ese partido único y nuestra determinación de perfeccionar y ampliar cada vez más los mecanismos democráticos de la sociedad, incluyendo lo referente a un periodismo de nuevo tipo que propicie el diálogo, la polémica y abra espacio a todos los que deseen opinar e incluso discrepar dentro de nuestro proyecto hacia el socialismo.

Admitir que el socialismo no ha creado aún un modelo acabado que aproveche todas las potencialidades de desarrollo de la prensa socialista, no puede arrastrarnos al criterio de que nuestra única posibilidad sea la de copiar al capitalismo, de la misma forma que las deficiencias y formalismos de que ha adolecido la democracia socialista no deben conducirnos a idealizar la democracia liberal burguesa.

Desde nuestra óptica, no debiéramos permitir que gane terreno entre nosotros el concepto extraño de que la propiedad social sobre los medios de información es excluyente con la variedad, la diversidad de opciones y el ejercicio del criterio independiente.

Para nosotros, es precisamente la propiedad social la que debe garantizar el pluralismo de opiniones y el ejercicio de una prensa situada por encima de intereses privados y de gru­pos. Es cierto que históricamente esto ha sido en muchos casos formal. Es cierto que han existido deformaciones y que ellas se han revertido en una prensa monótona y gris. Pero estas realidades no son prueba de otra cosa sino de que hemos cometido errores y debemos enmendarlos. No significa que sea irrealizable la posibilidad de apoyarnos en las enormes ventajas de la propiedad social sobre los medios de información para un auténtico ejercicio de nuestra libertad de prensa, que puede y debe auspiciar un periodismo mucho más veraz, democrático y calificado que la propiedad privada burguesa.

Palacio habanero acogerá un museo de nuevo tipo

Las exposiciones están pensadas para usar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

CULTURA Redacción IPS Cuba 20 septiembre, 2016


El Centro de Interpretación contará también con salas dedicadas al libro, la música y la danza, expresiones culturales que muestran cuál ha sido este diálogo de siglos y aportes de culturas diferentes.Foto: www.skyscrapercity.com

La Habana, 20 sep.- El público cubano podrá conocer una nueva perspectiva museológica cuando se culmine el Centro de Interpretación de las Relaciones Culturales entre Cuba y Europa, en la sede del Palacio del Segundo Cabo, en el Centro Histórico de esta capital.

La institución tendrá un diseño que es habitual en muchos países pero novedosa para el contexto cubano: en sus salas no habrá objetos ni piezas físicas sino que funcionará a partir de las nuevas tecnologías de la informática y la computación.

Los contenidos estarán expuestos a través de infografías, videos, pantallas táctiles y otras alternativas de la museografía que permitirán la interactividad.

“Ya toda la tecnología está pactada, como parte de un proyecto apoyado por la cooperación internacional: la Unión Europea, la Oficia Regional de la Unesco en La Habana, el ayuntamiento de Barcelona y la Embajada de Holanda”, informó Onedis Calvo, directora del centro.

Para el equipamiento se hizo licitación de tecnología de acuerdo a las normas de la UE y un equipo trabaja los contenidos a mostrar desde hace más de cinco años.

“Nos hemos propuesto conformar salas temáticas que permitan conocer cómo es el cubano en ese diálogo de relaciones de cinco siglos con el continente europeo y otras partes del planeta, pero a través de la conexión que España como metrópoli estableció a través del tiempo”, abundó.

“El centro tendrá salas dedicadas a la historia, los viajeros y las percepciones que cada uno dejó en su época”, dijo.

Museo de nuevo tipo

La sala de la línea del tiempo, por ejemplo, va a marcar determinados hitos en el orden político con repercusiones en el contexto social, económico y político, tanto de Cuba como de los países europeos.

Habrá un espacio dedicado a la historia, pero a partir de la subjetividad de europeos que estuvieron en la isla y de cubanos que visitaron diferentes ciudades europeas. También abordará “los objetos de uso cotidiano, que nos hacen la vida más fácil y normalmente no entran en las colecciones de los museos”, amplió Calvo.

Divididos en diez temas, la sala incluye, por ejemplo, la navegación e inserta astrolabios y brújulas, dos instrumentos que permitieron a los grandes navegantes atravesar los mares desde y hacia Europa.

“Se reproducirán en un cubo de acrílico y se llevarán a una mesa multitoque donde pueden interactuar hasta cuatro personas para obtener información sobre el artículo, procedencia y cómo se utilizaba. A la vez sirve como red para establecer otros puntos donde el usuario puede conocer más, ya sea una publicación, biblioteca u otro museo”, detalló.

“Es una modalidad muy interactiva, porque el centro persigue dar pautas para que las personas puedan establecer su propio discurso, recorrer el museo según los intereses particulares y tener una lectura propia de la historia”, insistió la especialista.

El Centro de Interpretación contará también con salas dedicadas al libro, la música y la danza, expresiones culturales que muestran cuál ha sido este diálogo de siglos y aportes de culturas diferentes.

Prevé tener una mediateca, sala polivalente y salones de protocolo y de actos para desarrollar actividades socioculturales que hagan del lugar un ente muy activo.

“Concluida la obra civil, tenemos propuestas puntuales, con muestras transitorias que permiten el acceso de público a la instalación, talleres para la infancia y ciclos de cine europeo”, dijo la directora.

El centro, indicó, tiene como antecedente el Planetario, el primer mueso que tuvo ideas similares, y el Museo del Ron, con su maqueta del proceso de producción de azúcar.

Todas las salas cuentan con grupos de diseño de primer nivel, que han hecho el mobiliario y la ambientación de modo coherente.

Por ejemplo, la sala titulada Las llegadas habla de las constantes oleadas migratorias que han llegado al país y estará ambientada con elementos específicos de lo que significó la llegada por mar. (2016)
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