"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

domingo, 10 de abril de 2016

Cuando los niños llaman a Fidel

Los estudiantes del complejo educacional Vilma Espín pudieron intercambiar con el líder de la Revolución Cubana este 6 de abril

Yoerkis Sánchez Cuéllar 
10 de Abril del 2016 1:36:27 CDT

Cada vez que lo ven acercarse, desde las áreas del complejo educacional Vilma Espín, en el municipio capitalino de Playa, los niños se aglomeran y le dicen a coro: ¡Fidel, amigo! ¡Yo quiero estar contigo! Entonces el líder de la Revolución los saluda y en muchas ocasiones ordena detener el auto para conversar con ellos. Así sucedió el pasado miércoles 6 de abril, mientras ensayaban el matutino por el tercer aniversario de la escuela, los 86 años de Vilma, y los 55 de los círculos infantiles, una de las obras más sensibles de la Heroína de la Sierra y el llano.

«Estábamos en el portal, perfilando los últimos detalles del acto, cuando vimos que Fidel iba a pasar por la carretera que nos queda enfrente», cuenta emocionada Rubizaida Riverón Pozo, directora del Complejo. «Enseguida los saludos, las consignas y, de pronto, el Comandante nuevamente entre nosotros.


Foto: Estudios Revolución

«De inmediato se interesó por lo que estábamos haciendo. Cuando le comentamos sobre la actividad para el siguiente día, y lo invitamos a que asistiera, nos dio las gracias y nos dijo que trataría de estar, que no era seguro, pero que empezáramos a la hora prevista si él aún no había llegado…».

Así fueron creciendo las expectativas entre los profesores y el centenar de alumnos del Complejo, un centro fundado por él en 2013, en el que se transita directo del círculo infantil a la primaria. Próximamente, en septiembre, se completará el ciclo hasta la secundaria, señala Rubizaida.

Fidel considera que el tipo de escuela y círculo fundado por la Revolución en ciudades debe revolucionarse para estar a la altura de nuestra inusitada época. Explica que «ese es un deber como militante revolucionario mientras respire».

Cerca de un sueño

Como todos deseaban, Fidel visitó al centro docente por segunda vez en menos de 24 horas. «¿Llegué tarde?», preguntó, mientras los pequeños, acompañados por sus padres o maestros, volvían a decir: ¡Fidel, amigo! ¡Yo quiero estar contigo!


Foto: Estudios Revolución

Precisamente, a los niños dedicó muchas de sus ideas en el encuentro. La pionera de sexto grado Lorena Reyes Ramírez, jefa de colectivo, considera un gran privilegio escucharlo y agradecerle, a nombre de los demás, su presencia física y «todo lo que ha hecho por nosotros».

«Contó anécdotas de su etapa de estudiante en el capitalismo. Comparó aquella época con todo lo que tenemos hoy, por ejemplo, en esta escuela. Y al ver nuestra preparación nos llegó a decir que contamos con más experiencia que los propios maestros, excelentes y combativos jóvenes, pero que aquellos no tuvieron el privilegio de compartir las nuevas experiencias.



Foto: Estudios Revolución

«Nos habló de la importancia de estudiar mucho, de portarnos bien, de tener disciplina. Se preocupó por lo que queríamos ser en el futuro. Habló, además, de la necesidad de alimentarnos correctamente, de tener una dieta balanceada. Nos dijo que nos veía muy saludables y se interesó por el menú del día», comenta Lorena.


Foto: Estudios Revolución

Igual satisfacción sienten otros pioneros como Maryanis, Talía o Zurizaday, porque pudieron dialogar directamente con el Comandante, quien le estrechó la mano a cada uno. Anteriormente, ellos tenían que recorrer casi tres kilómetros para asistir al colegio, o tomar un transporte, con los riesgos que implica, señala Yordanka Fernández Trujillo, la administradora del centro. Ahora, en el Complejo Vilma Espín, pueden entrar al círculo infantil y no salir de allí hasta terminar la primaria, que pronto será hasta el noveno grado, en la propia escuela rural.


Foto: Estudios Revolución

Esas características, junto con la excelencia del claustro, llamaron la atención de Fidel, quien exclamó: «los que estamos aquí consideramos un privilegio reunirnos en esta escuela hoy, porque esta institución se va acercando a un sueño. Trataba de recordar si supe de algún lugar donde se aplicara este concepto y no aparece. Ojalá pronto la idea pueda aplicarse a todos los niños. Será preciso seguir de cerca la experiencia».

Maestros jóvenes como Elsa María Bermúdez ven los momentos vividos ese día con Fidel como una jornada de compromiso eterno con la patria, pues «tuvimos la suerte de que nos hablara directamente y reconociera cómo esta escuela puede convertirse en modelo para la educación, con el aporte de los jóvenes». De igual forman opinan Yailenis Pérez, Yaicel Ramírez, Elimay Piloto y otros que con apenas 20 años imparten clases en los distintos bloques docentes de la institución, que incluyen biblioteca y laboratorios de computación.


Foto: Roberto Suárez

También durante el encuentro, algunos de los 22 niños del círculo infantil mostraron espontáneamente al Comandante lo que han aprendido con sus educadoras y auxiliares. Uno de ellos, Keyler Bryan Portelles, de cuatro años, tomó el micrófono y recitó Cultivo una rosa blanca, de José Martí.


Foto: Roberto Suárez

Otro pequeño, Alex David Ramírez, también de cuatro, declamó una décima dedicada a Vilma, escrita tras su muerte: Vilma, Cuba está dolida/ pero no enferma ni triste/porque sabe que cumpliste/con la obra de la vida. / Tu alma sigue vestida/de amor y Revolución/y la indomable pasión/es un camino de oro/por el que pasa el tesoro/inmortal de la nación.

El espíritu de la Heroína presidió cada gesto, cada abrazo, cada palabra dicha, cada canción. Y Fidel, interpretando el sentir de todos, sintetizó en una frase el valor del homenaje: « Yo estoy seguro de que un día como hoy Vilma estaría muy contenta, porque estaría viendo. Sacrificó su vida, todo el que muere luchando por la Revolución va dejando energía en el camino, va dejando el esfuerzo y va convirtiendo en realidad sus sueños».


Foto: Roberto Suárez

Havana Motor Club explora las carreras de autos en Cuba

Nicolas Rapold • 10 de abril, 2016


Los coches americanos de época que retumban por las calles de La Habana han servido durante mucho tiempo como emblemas de cuatro ruedas de Cuba y sus raíces en el pasado. Havana Motor Club, el útil pero ligeramente dilatado documental de Bent-Jorgen Perlmutt, muestra que este gran patrimonio automotor alimenta una cultura de carreras, a pesar de años de limitaciones gubernamentales a las competiciones.

El documental nos presenta a Tito, Rey, Jote, Piti y Carlos, pilotos que comparten el orgullo en sus máquinas poderosas. Trastean en los motores, alardean, se quejan de que no pueden correr lo suficiente y, a veces que ni siquiera logran correr. Los enfrentamientos uno a uno son más emocionantes debido al celo de los conductores que por las vistas ocasionales de la cámara en la pizarra de mando de un auto.

En vez de regodearse en las curvas de los autos, el señor Perlmutt adecua el ritmo del filme al progreso intermitente en la reforma de las normas contra las carreras de autos. Las competencias públicas fueron interrumpidas inicialmente por los revolucionarios del país por considerarlas elitistas. Cuando un evento competitivo finalmente es permitido que prosiga, es suspendido debido a la visita del papa Francisco. Cuando otro evento al fin tiene lugar, está a punto de frustrarse por un inadecuado control del público, en lo que parece una metáfora de los retos de impedir la voluntad popular. (La dependencia de Carlos en un cubanoamericano proveedor de piezas sugiere su propia parábola en conflicto acerca de la influencia capitalista.)

El filme del señor Perlmutt también reconoce las dificultades económicas del país por medio de los conflictos laborales de Jote. Esto no es Buena Vista Social Club (del cual el título de la película se hace eco) o un Rápido y furioso de la vida real. El señor Perlmutt, en última instancia, muestra que para estos conductores, la cultura del automóvil va más allá de simplemente ganar o perder una carrera.

Havana Club Motor

Director: Bent-Jorgen Perlmutt

Guionista: Bent-Jorgen Perlmutt

Actúan: Carlos Álvarez, Milton Díaz Cánter, Hendy Cobas, Ernesto Dobarganes, Saúl García.


Foto de portada: El garaje de Carlos en el documental Havana Motor Club.Crédito Luiz Maximiano / Samuel Goldwyn Films.


Traducción de Progreso Semanal.



(Tomado de The New York Times)

Debuta Acosta Danza en Gran Teatro de La Habana

El Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso acogió en la noche de este viernes la puesta en escena de Carmen, el más reciente trabajo coreográfico del bailarín cubano Carlos Acosta



Carlos Acosta durante su presentación de despedida del Royal Ballet de Londres Foto: Granma

La Habana, 9 abr ̶ La Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso acogió en la noche de este viernes la puesta en escena de Carmen, el más reciente trabajo coreográfico del bailarín cubano Carlos Acosta, como parte de la Selección Contemporánea de la compañía Acosta Danza Premiére.

Se trata del estreno que hiciera Acosta en 2015 con el Royal Ballet en el Royal Opera House de Londres, basado en la novela homónima de Prosper Mérimée, con la música de Georges Bizet y Rodión Shchedrín, las adaptaciones orquestales de Giovanni Duarte y la música adicional de Denis Peralta.

El personaje de Carmen fue interpretado por Laura Treto, el de Don José por Javier Rojas, Escamillo por Luis Valle, Zúñiga por Alejandro Silva, Destino por Carlos Luis Blanco y el pueblo estuvo integrado por Marta Ortega, Leticia Silva, Raúl Reinoso, Manuel Verdecia y Yasser Domínguez, entre otros.

Además, fue presentada la obra Alrededor no hay nada, del coreógrafo Goyo Montero guiada por la narrativa de poemas de Joaquín Sabina y Vinícius de Moraes, en donde la interpretación corporal y las palabras se hilvanaron en una mixtura clásica y a su vez contemporánea.

Por otra parte, los jóvenes bailarines cubanos Yanelis Godoy y Julio León protagonizaron Fauno, bajo la coreografía de Sidi Larbi Cherkaoui, pieza que fue creada por encargo del teatro Sadler´s Wells de Londres para componer la gala En el espíritu de Diaghilev, celebrada en 2009 en homenaje al centenario de los Ballets Rusos.

De punta a cabo, en su estreno mundial, con coreografía de Alexis Fernández (Maca) y música de Kumar, Kike Wolf y a partir de La Bella Cubana de José White y Omar Sosa; logró imprimir en cada uno de los danzantes el ademán cotidiano del cubano que atrapa perfiles desde los más modernos y desarrollados hasta lo más tradicionales y pobres.

Bajo la Dirección General de Carlos Acosta la compañía Acosta Danza presentará una Selección Contemporánea los días ocho, nueve, 10,12 y 13 de abril de 2016 en la Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso en sus horarios habituales.
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