"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

viernes, 6 de febrero de 2015

No es fácil… conectarnos



El 17D, Barack Obama afirmó que creía en el libre flujo de información y autorizó el incremento de las conexiones de telecomunicaciones entre Cuba y Estados Unidos. “Las empresas podrán vender productos que le permitan a los cubanos comunicarse con los Estados Unidos y otros países”. (Casa Blanca/Barack Obama)

Al día siguiente, Dyn, una empresa norteamericana especializada en evaluación de la conectividad, publicó un artículo que resumía el deteriorado panorama de las telecomunicaciones en Cuba. (Dyn Research/Doug Madory)

Raúl Castro declaró en la III Cumbre de la Celac que Obama utiliza las liberaciones de las telecomunicaciones con evidentes objetivos de influencia política en Cuba. (Cubadebate/Raúl Castro)

En una audiencia del Senado, Roberta Jacobson, funcionaria norteamericana, declaró que varias empresas de telecomunicaciones en Estados Unidos están interesadas en comerciar con la Isla y el gobierno estadounidense está en contacto con algunas de ellas. (Reuters/Patricia Zengerle)

Representantes de CompTIA, Dell y NEC Display, empresas norteamericanas de telecomunicaciones, han declarado su interés para invertir en Cuba. (Computerworld/Patrick Thibodeau)

Uno de los laboratorios de investigación del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT por sus siglas en inglés) prepara el evento Conect Cuba empowering a society que se realizará el 6 de febrero y analizará qué se puede hacer para apoyar a los cubanos que “anhelan la conectividad”. (CSAIL-MIT/Página Oficial del Evento)

Algunos sectores en Estados Unidos parecen obviar las regulaciones de ambos países.

Hoy, en una audiencia del Congreso norteamericano, funcionarios de los Departamento del Tesoro y del Estado explicaron las recientes flexibilizaciones en el sector de las telecomunicaciones puestas en vigor a partir del 16 de enero.(Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes)

Estas medidas de la Oficina de Control de Activos en el Extranjero (OFAC, por sus siglas en inglés) facilitan los negocios de empresas de telecomunicaciones de Estados Unidos con Cuba, sin implicar al Gobierno cubano o al Partido Comunista. (Departamento del Tesoro/Centro de Prensa)

La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (Etecsa) es propiedad estatal desde 2013 y tiene la exclusividad de gran parte de estos servicios en la Isla hasta el 2023. (Ministerio de Comunicaciones/Decreto 321, 2013)

Desde marzo de 2014, Cuba aprobó una ley que regula la Inversión Extranjera. Para invertir en Telecomunicaciones las empresas norteamericanas tendrán que regirse por ella. (Granma/Ley No.118 de la Inversión Extranjera)

El listado de negocios prioritarios para Cuba en los próximos años no incluye al sector de las telecomunicaciones. (Granma/Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera)

Cuba, sin dudas, necesita de un mayor acceso a Internet que permita un desarrollo humano sostenible y la participación de sus ciudadanos en un contexto global cambiante y con sociedades y economías hiperconectadas. Pero una vez más, se trata de una decisión (y solución) soberana.

Cuba y Estados Unidos: comienza la revisión de cuentas pendientes

Por Jose Luis Rodriguez

A la luz del nuevo escenario que se comienza a perfilar en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, uno de los temas que ha salido a relucir con más fuerza en los medios de prensa internacionales es el de la compensación por las nacionalizaciones de propiedades norteamericanas efectuadas en Cuba a inicios de los años 60 del pasado siglo.

En el tratamiento de la noticia -como era de esperar- el tema se ha presentado como una cuenta pendiente a pagar por Cuba frente a propietarios norteamericanos, aparentemente víctimas de procesos arbitrarios, donde pareciera que estuvo ausente la voluntad de cumplir por parte del gobierno de la Isla con lo establecido entonces en este tipo de procesos. 

Por otra parte, en el tratamiento actual del tema no se toman en consideración otras reclamaciones que legítimamente Cuba ha venido planteando durante más de 50 años.

Resulta así de mucha utilidad que se revise, siquiera sumariamente, la historia de los acontecimientos que llevaron al surgimiento de una parte de la propiedad estatal en Cuba a partir de los diversos procesos de nacionalización que -bajo diferentes circunstancias- se llevaron a cabo en el pasado siglo.

La primera medida que afectó los intereses de propietarios norteamericanos en Cuba fue la Ley de Reforma Agraria de mayo de 1959, debido a que los mismos eran los mayores propietarios de latifundios que se alzaban como el obstáculo fundamental para el desarrollo agropecuario del país, por lo que resultaron expropiados a partir de la política de entregar la tierra a quienes la trabajaban realmente. 

De tal modo, se expropió a los terratenientes de distintas nacionalidades con más de 400 hectáreas (30 caballerías), aunque excepcionalmente se respetaron las fincas con hasta 100 caballerías cuando sus rendimientos productivos superaran el promedio nacional.

Por otra parte, la ley estableció que la expropiación fuera compensada por Bonos Soberanos de la República sobre el valor de la tierra en los libros de contabilidad, devengando un 4,5% de interés anual, pagaderos durante 20 años. 

Varios propietarios norteamericanos de tierra -como fue el caso de la United Fruit Company- negociaron durante casi un año esa compensación, pero la posición hostil del gobierno norteamericano impidió concretar la misma, ya que este exigía el pago sobre el valor declarado -no el registrado en los libros de contabilidad-, de forma inmediata y en efectivo, lo que resultaba ilegal e imposible de cumplimentar.

A partir de ese momento, las hostilidades fueron creciendo aceleradamente hasta que en julio de 1960 el gobierno del presidente Eisenhower suspendió la cuota azucarera cubana en el mercado norteamericano, que alcanzaba 700 000 toneladas, lo cual tenía una grave implicación económica para Cuba. Frente a esa decisión se dictó la expropiación forzosa de propiedades norteamericanas mediante la Ley 851 del 6 de julio de 1960. 

A través de la Resolución Nº 1 de esa Ley del 6 de agosto de 1960, se nacionalizaron las compañías de teléfonos y electricidad, las refinerías de petróleo y 36 centrales azucareros. Posteriormente, mediante la Resolución Nº 2 del 17 de septiembre de 1960, se nacionalizaron los bancos The First National City Bank, The First National Bank of Boston y The Chase Manhattan Bank.

Finalmente, la Resolución Nº 3 de la Ley fechada el 24 de octubre de 1960 estipuló la nacionalización de otras 164 empresas norteamericanas en todos los sectores de la economía.

El valor total estimado -a partir de fuentes cubanas- de las propiedades norteamericanas nacionalizadas, se ubicó en unos 1 000 millones de dólares -según datos de 1958- y en 1 500 millones, de acuerdo con fuentes norteamericanas.

De igual modo, la Ley 851 estableció la posibilidad de compensar las propiedades norteamericanas mediante Bonos de la República, que devengarían un interés no menor al 2% anual durante 30 años. El fondo para el pago de esos bonos se obtendría de una parte de las ventas de azúcar en el mercado norteamericano, lo que suponía restituir la posibilidad de esas ventas, cosa que el gobierno de Estados Unidos no aprobó, impidiendo de tal modo la compensación.

Actualmente se ha señalado que el valor de las reclamaciones del gobierno norteamericano por concepto de las nacionalizaciones y expropiaciones llevadas a cabo en Cuba -según cifras de la OFAC (Office of Foreign Assets Control) de la Secretaría del Tesoro de EEUU– se eleva a unos 7 000 millones de dólares y cubre unas 5 900 demandas.

Respecto a una posible solución a estos reclamos, la Ley Nº 80 de la Reafirmación de la Dignidad y la Soberanía Cubanas de 1996 fijó que esas indemnizaciones tendrían que negociarse considerando las reclamaciones por daños del gobierno cubano, las que se establecieron en 121 000 millones de dólares mediante la Demanda del Pueblo Cubano contra el gobierno de Estados Unidos por los Daños Económicos Ocasionados a Cuba, aprobada por los tribunales cubanos en enero de 2000. 

A ello habría que añadir lo consignado en la Demanda del Pueblo de Cuba al Gobierno de Estados Unidos por Daños Humanos de mayo de 1999, mediante la cual se reclamaron 181 100 millones de dólares.

También habría que proceder a una actualización de lo ocurrido en el ámbito de los daños ocasionados a Cuba por Estados Unidos en los últimos 16 años, tomando en cuenta que solamente el impacto del bloqueo -que se calculaba hasta 1999 en 67 000 millones de dólares- actualmente registra una cifra superior a los 116 880 millones.
No resulta imposible una solución a los litigios que se avecinan, pero es un largo camino por recorrer.

En ellos siempre deberá prevalecer la justicia y el apego a la verdad histórica, que sitúan a Cuba en una posición legítima al reclamar compensaciones por los daños materiales debidos a una política de agresiones y bloqueo económico que ha durado más de 50 años.

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2014 - Así fue el año: Economía verde, consumo colaborativo y hágalo usted mismo

En 2014, la economía verde —que dominó la escena ambientalista y las negociaciones en la ONU mucho antes de la Cumbre de Río de 2012— derivó en “consumo colaborativo”, en una nueva edición del “movimiento maker”, y hasta creímos posible que las trasnacionales se humanizaran. No creemos que la economía se esté “humanizando”. Pensamos que la avaricia está ensayando nuevas máscaras verdes supuestamente independientes. El Grupo ETC describe con irreverencia las verdaderas novedades de 2014 y evidencia las mentiras de una supuesta economía humana.

La economía verde:

A lo largo de 2014, la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York depuró su lista de Metas de Desarrollo Sostenible que los gobiernos esperan guiará el desarrollo global y nacional hacia una economía verde después de 2015. La industria de bebidas y alimentos procesados, en el centro de la atención debido a su enorme uso de energía y desperdicio de agua, sus emisiones de gases y su papel de “promotores” de la epidemia de obesidad, invirtió más tiempo en los pasillos de Naciones Unidas que la mayoría de los gobiernos del mundo, tratando de persuadir a los elaboradores de políticas de que se encuentran a la vanguardia verde de un nuevo paradigma en alimentación, salud y cuidado del ambiente. Los cabilderos de PepsiCo, por ejemplo, dijeron a todo el mundo que cada vez más de sus envases están hechos con bioplásticos, y presumieron de su lucha contra el hambre en México (el mismo país en que están evadiendo los impuestos a las bebidas azucaradas manipulando las raciones en las botellas, el mismo país con una tercera parte de su población obesa[1]). En una reunión en Bonn, grupos de la sociedad civil dejaron bien claro a Pepsi que el tema no son las botellas, sino lo que contienen.

En otro tema relacionado con la bondad de las mega corporaciones, el director de Nestlé voló hacia Jalisco, (¡también México!), para inaugurar la primera planta “Cero agua”. La instalación extrae el agua de la leche de vaca y la recicla para lavar las máquinas y regar los jardines.[2] Basándose en este éxito Nestlé planea acondicionar una instalación similar en Sudáfrica. ¿Qué producirán las fábricas súper verdes de Nestlé? leche en polvo, que se promueve entre los niños que no la necesitan y las madres que no pueden pagarla.

Este año supimos que Coca Cola sirve cada día mil 800 millones de bebidas y gasta más de ocho billones de galones de agua en un año en sus procesos de fabricación. Más agua de la que consume la cuarta parte de la población.[3]

También al final del año, el Instituto Global McKinsey advirtió que la obesidad y el consumo excesivo costaron al mundo $2 billones de dólares en gastos por año, equivalente al 2.8% del Producto Interno Bruto global.[4] Fue Coca-Cola, en la década de los noventa, quien se asoció con McDonald’s para lanzar las porciones “extra grandes” y ahora las bebidas carbonatadas son la principal fuente de calorías en la dieta de los estadounidenses.[5] La retórica no ha cambiado mucho. La economía verde sigue sirviendo a la economía de la avaricia.

A lo largo del año, el debate sobre “lo verde” y el costo/beneficio de la cadena industrial de producción de alimentos se intensificó. Mientras las empresas agrícolas de insumos promovieron estudios para intensificar la producción industrial (“del campo a la mesa”), los vendedores al menudeo insistieron en publicidad engañosa y manipulación de leyes y consumidores (“de la mesa al campo”). El Grupo ETC insistió en un análisis mucho más amplio, comenzando por la genética en un extremo y las emisiones de gases con efecto de invernadero en el otro. El debate se puso feo cuando en un foro electrónico sobre la geoingeniería entre Andy Parker del Instituto para Estudios Avanzados sobre Sostenibilidad en Postdam y Jim Thomas, del Grupo ETC, Parker nos atacó por enfatizar el importante papel de los campesinos en la reducción de emisiones, e hizo pública, sin autoridad alguna, una lista de los donantes del Grupo ETC. [6]


El consumo colaborativo:


Muy afín discursivamente a la economía verde, en 2014 vimos crecer mucho el interés en elconsumo colaborativo. En la temporada vacacional de 2013, más viajeros pernoctaron en camas ofrecidas por AirBnB de los que cabrían en Las Vegas en ocupación completa. Para Navidad de 2014, los alojamientos AirBnB ofrecían un millón de lugares, 300 mil más de los que ofrece su rival más cercano, los Intercontinental Hotels and Resorts. Lo que comenzó hace algunos años como un uso inteligente de los medios sociales para ofrecer alojamiento de bajo costo (por parte de individuos que podían obtener un dinerito extra rentando su cuarto desocupado), ha sido suplantado totalmente por AirBnB, un concepto que incluye la renta de habitaciones, pero también suites ultra lujosas o villas enteras en Brasil por $3 mil dólares la noche.

La contrapartemóvilde AirBnB en las ciudades es Uber, un servicio de taxi por teléfono. Además de sacarle dinero al estudio, o al cuarto del hijo que ya se fue de la casa, Uber propone lucrar con la plaza extra en el coche, o con la ruta que tomamos de por sí al mercado, pero allí no termina la cosa: hay furor por rentar ¡perdón!compartir, la podadora, la joyería, el vestido de fiesta o la platería de la abuelita. Si entras a Mechanical Turk puedes rentar tu cerebro[7] y hay otros sitios en los que claro, puedes ofrecer tus músculos. El consumo colaborativo basado y coordinado en internet hace más fácil que los compradores y los vendedores se conecten, establezcan precios, paguen y se protejan a sí mismos y a sus productos.

La noción dealquilaren vez deposeerha florecido tan rápidamente que algunas de las grandes empresas de automotores anticipan un desplome de las ventas de carros último modelo, y sus nuevos planes de mercadotecnia incluyen aparcar sus modelos recientes en las calles para rentarlos por hora, día o semana. Esto no solo implicaría menos coches, sino también menos estacionamientos, reducción de emisiones, de accidentes de tránsito y menor mantenimiento de las vialidades.

Así que ¿qué hay de malo? Hay mucho de bueno, pero no todo. Y nada de esto es nuevo. Los hogares romanos del siglo 17 no tenían cocinas, sin embargo algunas familias acaudaladas contaban con vasos de cristal y platos de cerámica o porcelana, cubiertos y mantelería que rentaban cotidianamente, o los intercambiaban o empeñaban según vieran la oportunidad.[8] En la década de 1920, Michelin rentó sus neumáticos a clientes que no tenían suficiente cash para comprarlos. [9]

Antes de que la degradación de las condiciones laborales destruyera la unidad familiar y nos volviera a muchos de nosotros desechables, de manera cotidiana los vecinos y las familias compartían su fuerza de trabajo, alquilaban o prestaban sus coches e instrumentos de labranza, sus máquinas de coser y sus palas. Lo que nos choca es la rapidez con que el consumo colaborativo se está monetizando y monopolizando. Quienes pueden rentar o alquilar sus bienes querrán tener más para rentar o alquilar, para hacer más dinero. Así que podemos despedirnos de la ilusión de que habrá menos automóviles, menos contaminación, etcétera.

Este tipo deeconomía de la colaboraciónes menos una revolución social y más un ajuste del capitalismo tradicional. Los nuevos empresarios están desdeñando a la vieja guardia. Los fundadores de AirBnB y Uber ya son (o pronto serán) multimillonarios. Mechanical Turk pertenece a Amazon, madre de todos los monopolios en esta era cibernética. Si bien antes encontrábamos hosterías que los jubilados establecían para recibir un dinerito y pagar sus hipotecas, ahora un solo casero de Manhattan renta 272 camas por noche mediante AirBnB. No hace mucho, las familias rentaban sus estudios o áticos por mes o año. ¿Qué pasó con eso? Con todo y sus defectos, las cooperativas locales de servicios de taxi están siendo desplazadas por un monopolio multinacional (Uber) que ya opera en más de 50 países. Alojar a tu sobrina para que pueda seguir con sus estudios en la ciudad ya significa perder una “entrada” de cash. Si tu vecino te pide prestada tu podadora, algo ha de valer ¿porqué no alquilársela? Coloca lo que quieras negociar en cualquier sitio web “neutral” y podrás, literalmente, “cerrar el trato” con tus vecinos, familiares y comunidad.

¿Porqué hay este furor del consumo colaborativo? En parte es Internet, en parte la crisis económica, la pobreza. En 2014 los mercados financieros anunciaron que la crisis había pasado. El empleo en Estados Unidos recuperó sus niveles de 2008. Sin embargo es inocultable que en ese país se perdieron dos millones de empleos formales de tiempo completo y la OIT dice que en el mundo hay 67 millones de nuevos desempleados. La mayoría de quienes tienen empleo son a medio tiempo o autoempleados, o ambos. Un viejo amigo del Grupo ETC, René Salazar, hizo una lista de lo que 60 jóvenes desempleados hicieron durante un tiempo para ganarse un dinero en el metro de Manila. La lista enumeraba actividades increíblemente creativas, que incluían capacidades y habilidades sofisticadas, tareas hechas en grupo, y algunas veces… legales. Es lo que los marginados siempre han hecho, bregar en la economía informal, aprovechar lo colectivo para sobrevivir.

Neth Daño (la directora de ETC en Asia) pone un ejemplo clave del verdadero consumo colaborativo: las semillas. Por al menos 12 mil años los campesinos de todo el mundo han criado, salvaguardado e intercambiado las semillas. Luego se impuso la protección intelectual de las variedades vegetales y sobrevino la Organización Mundial de Comercio, y ahora se está volviendo ilegal compartir el elemento más crucial para cualquier sistema alimentario. Los recursos (materiales, intelectuales) de la inmensa mayoría de la humanidad están siendo monopolizados.

Hágalo usted mismo: el movimiento maker:


EL PRESIDENTE Y EL COMANDANTE

Por Jorge Gomez Barata

Se atribuye a Abraham Lincoln la expresión: “Lo que no puede el presidente, lo puede el Comandante.”

Al asignar al presidente la condición de Comandante en Jefe de las fuerzas armadas, los constituyentes norteamericanos no pretendían conferirle más atribuciones de las que ya tenía, sino restárselas a los militares y subrayar la separación de poderes. Así quienes poseían las armas y practicaban la obediencia debida, no serían los mismos que detentaban la dirección política. A la vez, el mandato del presidente se recortó al establecer que solo el Congreso puede declarar la guerra. 

Por muchas salvaguardas que se conciban, cuando se otorgan a individuos poderes desmesurados, es casi imposible impedir que circunstancialmente alguno abuse de ellos. Con frecuencia mandatarios del Tercer Mundo que también son constitucionalmente comandantes en jefe, han ordenado la utilización del poder militar para restablecer el orden público, reprimir, dirimir querellas políticas y sobre todo propinar golpes de estado. 

En América Latina donde producto de deformaciones estructurales, las instituciones civiles han sido proverbialmente débiles y las prácticas que consustanciales al Estado de Derecho han sido sistemáticamente vulneradas por la oligarquía, las fuerzas armadas operaron como el más poderoso de los partidos políticos, o como un “gran elector” auto habilitado para decidir qué gobierno era mejor para la sociedad. Entre cientos de anécdotas la del Chile de Pinochet es antológica.

El primer presidente norteamericano que utilizó tropas federales para resolver problemas internos, no militares, fue George Washington quien en 1794, durante la Rebelión del Whisky, una sublevación en una comarca de Pensilvania, originada por impuestos a la bebida, marchó al frente de una tropa para sofocarla. 

En los años cincuenta, el presidente Dwight Eisenhower utilizó tropas federales para reducir a la obediencia al gobernador de Arkansas, Orval Faubus, quien se negó a cumplir las disposiciones contra la segregación racial y, durante la oposición a la guerra en Vietnam también se emplearon tropas para controlar las manifestaciones. El hecho más connotado ocurrió en la universidad estatal de Kent (Ohio) cuando la Guardia Nacional disparó contra una manifestación de estudiantes con un saldo de cuatro jóvenes muertos.

No obstante, hasta hoy el presidente que de modo más decisivo ha utilizado sus atribuciones militares en la solución de conflictos sociales fue Abraham Lincoln, quien, para evadir los debates, en torno a la esclavitud, en 1862, invocando su condición de Comandante en Jefe, mediante la Proclama sobre la Emancipación, ordenó el fin de la esclavitud en los estados confederados, sublevados contra Estados Unidos.

Tal vez, el presidente Barack Obama pudiera utilizar sus prerrogativas de Comandante en Jefe para mandar a cerrar la prisión establecida en la base naval de Guantánamo, incluso para ordenar la devolución a Cuba del territorio que ocupa la instalación.

No hace mucho, comenté la idea de que, previa negociación, Estados Unidos debería devolver ese territorio a Cuba y, bajo soberanía nacional cubana, pudiera fomentarse allí una reserva de la biosfera, un área protegida o un parque nacional administrado por un pool de universidades e instituciones científicas cubanas, caribeñas y norteamericanas.

Un circunstante comentó: “A Salomón no se le habría ocurrido nada mejor y otro preguntó si había “patentado la idea”. No recuerdo si la iniciativa es mía, se la escuche a alguien o lo soñé. El caso es que me gusta, entre otras cosas porque, con una base militar menos y una reserva natural más, todos ganan, incluso el planeta. Allá nos vemos.


La Habana, 06 de febrero de 2015

Hotel Melía Cohíba, radiante a sus 20 años

El Hotel Meliá Cohíba viste por estas jornadas sus mejores galas y se muestra radiante, próximo a cumplir sus primeras dos décadas en explotación.

Como para hacer valer la conocida frase de un popular tango -que "20 años son nada"-, el citadino inmueble se apresta para la celebración de su onomástico el 24 de febrero entrante.

En similar fecha de 1995, fue inaugurado y desde entonces sumó su prestancia a la zona de El Vedado donde se alza, en la vecindad del Riviera y del malecón, propiedad del Grupo Cubanacán y administrado desde su propia arrancada por el español Grupo Meliá, que debutó así con su presencia en la capital cubana y con el primer edificio inteligente operado por ellos en el orbe.

Hospedaje de lujo (de categoría cinco estrellas), con 22 plantas y 462 habitaciones, el Cohíba es referente para negocios y reuniones.

Completamente climatizado, con espectaculares vistas a la ciudad y al mar, gran confort y diseño muy moderno y elegante con mármoles cubanos y referencias alegóricas al mundo de los habanos y su vitola líder Cohíba, este alojamiento dispone de espacios de atención personalizada, exclusividad y privacidad mediante la Planta The Level.

También posee su sala de fiestas Habana Café con espectáculos en vivo, gran área de convenciones con capacidad para 1 000 personas, bar humidor y Casa del Habano y una galería de expo-venta de obras de arte y antigüedades.

A sus atributos añade su variedad de restaurantes especializados; así como las ofertas disponibles para la relajación y la salud: salas de masajes, saunas, spa y piscina con conexión a un moderno gimnasio.

Otra de las bondades reconocidas al establecimiento es su localización tan céntrica, a poca distancia de la Plaza de la Revolución, la Biblioteca Nacional, centros comerciales, teatros y otros sitios de interés como La Habana Vieja, una cita ineludible para cualquier viajero de visita en la Mayor de las Antillas.

Tras disfrutar de sus estancias en este, ya sea solo, en pareja, familia, lunas de miel y por eventos y convenciones, muchos clientes- de las más variadas nacionalidades- han expresado sus favorables opiniones. De ello se han hecho eco diversos portales, entre ellos TripAdvisor.

Algunos de esos criterios califican al hospedaje como excelente, inmejorable, increíble, impresionante y deslumbrante, avales más que suficientes para que el hotel Meliá Cohíba se muestre radiante a sus 20 años. (AIN)

¿Dónde está realmente el oro de Alemania?

Casi la mitad del oro alemán está todavía almacenado en bóvedas bajo las calles de Manhattan, en EE.UU. Sin embargo Peter Boehringer, fundador y presidente de la Asociación Alemana de Metales Preciosos, duda si realmente permanezca allí intacto.

Preocupado por el hecho de que la economía mundial "se base en una ficción de divisas no respaldadas por metales preciosos", en 2012 Boehringer lanzó la campaña '¡Repatríen nuestro oro!'. Según informa Bloomberg, el tesoro alemán, almacenado en las bóvedas de la Reserva Federal en Nueva York durante la Guerra Fría, nunca había sido objeto de una revisión física por parte de sus propietarios.

Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, el oro se quedó en Nueva York, "o eso era lo que les habían dicho a los alemanes", escribe el portal. "Ahora probablemente está desaparecido desde hace mucho tiempo", remata.

En septiembre de 2012, la Corte Federal de Auditoría de Alemania, que examina la gestión financiera del gobierno federal, pidió al Bundesbank informar sobre la cantidad de oro existente en el extranjero y su ubicación exacta y, además, exigió inspeccionar físicamente los lingotes argumentando que su existencia nunca había sido verificada.

Un mes después, el Bundesbank respondió revelando que para finales de 2011 disponía de un total de 3.396 toneladas de oro –hoy estimadas en unos 140.000 millones de dólares–, que están almacenadas en Fráncfort del Meno, la Reserva Federal en Nueva York, el Banco de Inglaterra en Londres y el Banco de Francia en París.

"Estos bancos anualmente proporcionan al Bundesbank la confirmación de sus tenencias de oro", reveló el banco alemán explicando que "la reputación y seguridad de estos depositarios extranjeros son irreprochables". Sin embargo, el Bundesbank destacó que la inspección física solicitada por la Corte de Auditoría no corresponde a la práctica común entre los bancos centrales.
REUTERS/Kai Pfaffenbach

Aunque la Reserva Federal de Nueva York asegura que no ha participado en ninguna transacción en la que pudiera estar involucrado el oro almacenado y que todos los lingotes de oro están presentes en el lugar, algunos expertos destacan que la decisión de Alemania de repatriar sus reservas de oro se debió precisamente a sus temores de que EE.UU. pudiera utilizarlas en sus operaciones bancarias.

En octubre de 2012, como parte de un compromiso con la Corte de Auditoría, el Bundesbank anunció que comenzaría a expatriar algunas de las reservas del metal precioso. En enero del 2013, el Bundesbank presentó el plan, según el cual para 2020 Alemania tiene la intención de mantener la mitad de sus reservas de oro en sus bóvedas.

En 2014 un total de 120 toneladas de oro fueron repatriadas a Fráncfort del Meno desde Nueva York y de París. Para finales del 2014, el volumen total de las reservas oficiales de oro alemán en el Bundesbank se estimaba en un 35,2% (1.192 toneladas) del total, mientras que en las bóvedas de la Reserva Federal de EE.UU. se mantiene el 42,8%(1.447 toneladas) del oro alemán.

Encuentro revisó estrategias contra lavado de dinero

La cita fue realizada gracias al apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido.

La Habana, 6 feb.- Especialistas financieros de Cuba y Reino Unido intercambiaron experiencias en un taller para conciliar estrategias de prevención y enfrentamiento contra el blanqueo de capitales y el financiamiento al terrorismo.

En la cita desarrollada del 3 al 5 de febrero en esta capital, se compartieron las mejores prácticas internacionales sobre formas de prevenir, detectar, investigar y procesar actividades relacionadas con el lavado de dinero y el apoyo a grupos extremistas.

Como parte del programa se ahondó en unas 40 recomendaciones en materia de criminalización y tipificación de esos delitos, así como en las medidas preventivas para el sistema financiero y la cooperación internacional propuestas por el Grupo de Acción Financiera Internacional, GAFI (FATF, por sus siglas en inglés).

Unos 25 funcionarios de la Unidad de Inteligencia Financiera de Cuba y otras instituciones afines participaron en la iniciativa, apoyada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de la nación europea.

El encuentro significó la segunda etapa de un proyecto conjunto de la embajada británica en La Habana, el International Governance and Risk Institute (GovRisk) y el Banco Central de Cuba (BCC), precisó una nota divulgada por la sede diplomática en La Habana del país europeo.

El programa fue impartido por el experto de GovRisk, doctor Alejandro Montesdeoca, quien trabajó hasta noviembre de 2012 como secretario general del Gafisud, filial latinoamericana del GAFI.

El doctor Armando Torres, director de Investigación de Operaciones Financieras del BCC, respaldó la colaboración con GovRisk y con la embajada británica para abordar las necesidades comunes al respecto.

Tim Cole, embajador de Reino Unido, aseguró que Londres apoya el programa de asistencia técnica, ya que el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo son amenazas que traspasan las fronteras y requieren reforzar los regímenes legales, judiciales y de seguridad, tanto a nivel nacional como internacional.

Cuba emitió una norma sobre el tema en 1999, que fue actualizada en 2013 luego de que integrara el Gasifud (organización regional contra esos crímenes). Entonces las autoridades locales se comprometieron a implementar un plan de acción, que incluyó el diseño de una estrategia nacional para el perfeccionamiento del sistema estatal en esta lucha.

Como resultado se constituyó la Dirección General de Investigación de Operaciones Financieras (Unidad de Inteligencia Financiera), entre otras acciones.

A fines de octubre de 2014, el GAFI excluyó a Cuba de sus mecanismos de monitoreo “en reconocimiento a la labor” de La Habana.

El informe del Grupo de Evaluación de la Cooperación Internacional del organismo intergubernamental expresó su satisfacción por los "avances significativos" en el sistema cubano para prevenir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

Para el país caribeño, integrar la lista negra del GAFI implicaba la posibilidad de recibir sanciones financieras de organismos y países.

Asimismo, las instituciones financieras globales están obligadas a considerar de alto riesgo a las naciones señaladas y, eventualmente, pueden prohibir transacciones con sus personas físicas y jurídicas.

Algunas de las medidas del grupo internacional podrían respaldar la lucha contra la corrupción en Cuba dado que exigen transparencia en las transacciones, tanto de las personas como en la identificación de los beneficiarios finales detrás de las empresas.

El GAFI fue establecido en 1989 por el Grupo de los Siete para promover políticas contra el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo.

Además de Cuba, las naciones que han conseguido salir de la supervisión de la entidad por haber establecido un marco legal y regulador son Argentina, Etiopía, Tayikistán y Turquía. (2015)
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