"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

jueves, 28 de agosto de 2014

El Banco Central de Cuba toma medidas para minimizar el ingreso de capital ilícito

La apertura de Cuba al capital foráneo, am­parada en la Ley 118 de la Inversión Ex­tran­jera, debe traducirse en fuente de desarrollo en aquellas actividades de interés para la nación, en correspondencia con sus proyecciones de avance económico y social a corto, mediano y largo plazos.

Pero a tono con esta decisión, el gobierno y las instituciones implicadas en garantizar la viabilidad de ese proceso afinan los mecanismos para que, legal y económicamente, ga­nen el país y los inversionistas.

Por ello el Banco Central de Cuba (BCC) to­ma medidas para minimizar el ingreso de ca­pital ilícito a través de las transacciones.

En reciente comparecencia ante los me­dios, Marlié León Simón, secretaria jurídica del BCC, explicó que la entrada de capital foráneo a Cuba parte de la transacción desde un banco extranjero hacia uno nacional, y se coloca ese monto en una cuenta de depósito habilitada al efecto.

Según León Simón, este mecanismo supone que el nivel de riesgo de entrada de capital ilícito al país disminuya, aunque no se evita totalmente.

Los bancos a nivel mundial tienen sistemas que les permiten obtener información sobre las actividades realizadas por sus clientes, por lo que conocen la procedencia de su dinero. De ahí que estas sumas, según lo regulado en Cuba, no pueden ingresar si no es por vía bancaria.

En la certificación del banco dirigida al notario hay una referencia donde, a partir de la declaración del inversionista, se señala que ese capital es de legítima procedencia. Ello exime a la institución de cualquier responsabilidad, incluso frente a terceros, aclaró la especialista.

Adicionalmente, la comisión de evaluación que examina la inversión, cuando solicita la documentación establecida en el artículo 12, numeral siete, obtiene información sobre abonos bancarios y otros elementos que permiten valorar los ingresos del inversionista y su posibilidad de operar en Cuba.

A partir de este punto, el nivel correspondiente aprueba o deniega tal actividad.

Se trata de una práctica internacional, y la nación antillana se ha sumado a los compromisos contraídos en el marco del grupo de acción financiera, en el cual los gobiernos y todas las instituciones pertinentes luchan contra las posibles acciones de movimiento de capital ilícito, lavado de activos y otros delitos, señaló la experta del BCC.

Es deber del país cumplir con los mecanismos de revisión de capitales, donde el sistema bancario resulta clave para evitar el ingreso de dinero ilegal.

Respuesta de Leonardo Padura al texto de Susana Aulet

Mantilla, 27 de agosto de 2014


Sra. Susana Aulet:

Veo que pretende conocerme muy bien. Si es así, sabrá que no suelo responder a comentarios sobre mi trabajo, mis opiniones o mi persona como el que usted ha hecho publicar, pues creo, ante todo, que cada cual tiene el derecho de tener y emitir una opinión. Pero –si me conociera bien- sabría además que voy a dejar de hacer lo que habitualmente hago cada día de mi vida, trabajar, para dedicar un tiempo a responder algunos de sus criterios y opiniones vertidos en su comentario. (Más adelante, cuando escribía lo que sigue, sentí la sinrazón de mi acto. ¿Por qué tengo que estar escribiendo esto? Y concluí que, a pesar de ese sentimiento, no tenía otra opción que hacerlo, pues esta ha sido la gota que ha colmado la copa:cualquier pretexto ya parece bueno para lanzar diatribas contra mi trabajo literario y periodístico, como si hacer este tipo de comentarios sobre ese trabajo no fuese algo casual, sino oscuramente programado).

Lo primero que salta en esas líneas que enseguidita se le escribieron (a pesar de las cosas muy serias que pretende decir), es su error al atribuirme la autoría del texto “La generación saltada”. Y es algo curioso, con ese conocimiento que tiene de mi obra, pues, como le respondí al Sr. Max Lesnik el pasado 9 de marzo, y luego al periodista Fernando Rasverg (que reprodujo ese texto y luego mi desmentido en Cartas de Cuba, 14 de mayo), “El artículo en cuestión, "La generación saltada" apareció por primera vez, según podrá comprobar en Internet, sin firma, en enero del año pasado [2013], en el blog de un tal Jorge Arocha. No sé por qué otro equivocado lo puso a circular con mi nombre. (…)por ejemplo, Kaos en la Red[1] lo comenta como artículo anónimo, y usted bien sabe que no es mi costumbre hacer cosas así. He firmado artículos más duros. Incluso el blog Visión desde Cuba, que firma alguien que se considera "cubana, martiana, fidelista y socialista" no me lo atribuye, pues nunca nadie lo ha visto publicado con mi nombre...”. En su afanoso conocimiento de mi obra, ¿nunca vio usted estos desmentidos? Pero, además, ¿no le resultó evidente que la prosa de ese texto no tiene nada que ver con la mía, con mi “pluma filosa y elegante”, como usted la llama? ¿Cómo es posible que solo ahora usted leyera ese texto que circula desde hace casi dos años para que enseguidita se le escribieran esas líneas?

Puedo pensar entonces –por lo antes dicho sobre la autoría y la fecha de circulación del artículo- que el hecho de tomar “La generación saltada” es apenas un pretexto para lo que le interesa a usted. Por lo tanto, no le importará demasiado ese desliz, pues en su afán encontrará otros ejemplos, de mi autoría, para demostrar lo mismo. Pero no deja de resultar curioso que esta sea una contienda en la que, al parecer, todo vale: confundir entrevistas, usar artículos que no escribí, interpretar libremente (torcidamente) mis opiniones,desconocer mi trabajo, releer novelas escritas hace 20 años y publicadas, premiadas y reeditadas en Cuba… Pero, como en este caso el artículo no es mío, salto sobre sus opiniones al respecto, pues no tengo nada que decir de algo que no escribí. Y voy a otros asuntos de sus líneas que se le escribieron y que me interesan más, pues me aluden, a mí y a muchos otros que pertenecemos al gremio de la cultura –al que usted no pertenece, según dice, creo que con cierto orgullo de su parte. Y disculpe si me equivoco en esa apreciación.

No obstante, así, de pasada, como me conoce tan bien, es raro que no recuerde que en la década de 1980, cuando estuve un año como corresponsal en Angola, envié periódicamente a Juventud Rebelde, donde entonces trabajaba, crónicas sobre el trabajo de los colaboradores civiles cubanos en ese país, en especial los médicos y maestros. Qué pena que no las haya leído y no supiera que, como mucha gente de mi generación, yo también estuve allí y quizás incluso pudiera saber (creo haberlo dicho en alguna entrevista) que de esa experiencia conservo un trauma acústico irreversible en mi oído izquierdo, sufrido en un vuelo hacia el sur de Angola.Y, como el resto de mi generación, que corté caña, recogí tabaco, hice guardias etc., etc.

En un momento de su texto usted dice: “En un país hoy más urgido de pensamiento que nunca, acribillado por carencias de todo tipo y empeñado en corregir sus rumbos con el concurso de todos sus hijos, el discurso de Padura, en mi opinión, lejos de nutrirnos como nación o irrigarnos el surco del
pensamiento crítico, nos desorienta y desmoviliza. Nos cae encima como una
niebla que oculta las piedras más difíciles y tremendas del camino a recorrer”
(los subrayados son míos). Y yo me pregunto: ¿quién es usted para propalar esa opinión suya en nombre de los demás cuando pasa a la segunda persona del pluralcomo le (me) critica al autor de “La generación saltada”? ¿El hecho de que tenga una visión crítica de muchas realidades que vivimos los cubanos todos los días, y que las exprese, “desorienta y desmoviliza” o hace pensar en los problemas que vivimos cotidianamente los que vivimos en este país? Usted, tan informada, parece que no leyó el reciente artículo del profesor Esteban Morales sobre el tema de la crítica en Cuba, pues quizás le habría dedicado sus líneas a él. Y, por supuesto, no es mi literatura la que genera corrupción, marginalismo y otros males que usted menciona y que existen en nuestro contexto, como usted misma asegura.

Más adelante, agrega: “Coincido absolutamente con él cuando afirma que "Conocer una realidad como la cubana es un desafío. Resulta demasiado peculiar, singular, sin paralelos como para poder entenderla por comparación u oposición, o para intentar explicarla a partir de un par de prejuicios, a favor o en contra "http://www.lanacion.com.ar/168.... Todo lector asiduo de Padura que no viva en Cuba imaginará a un país extraviado en tinieblas, frustraciones y miedos bajo la égida de un gobierno dictatorial, con un partido comunista perseguidor "de cualquier nacimiento" y atascado en insolubles pantanos
sociales. Pensará a Cuba como un estado que comercia tranquilamente con el mundo, sin bloqueo económico ni leyes del gobierno norteamericano destinadas a impedir el normal acceso del país al mercado mundial. Conducido por la pluma filosa y elegante de Padura, ese lector concebirá a un pueblo que jamás ha sido bombardeado, atacado, incendiado, saboteado y defenestrado por el gobierno de los EU con su correspondiente saldo de civiles asesinados, viudas, huérfanos y sobrevivientes mutilados. Por la mente del lector de Padura que no vive en Cuba desfilarán los emigrantes cubanos como seres que huyen de la persecución política o la exclusión social y desafían, en precarias embarcaciones, las corrientes de un Golfo que los separa del "paraíso" en la península de la Florida.


Ignorará ese lector que, a diferencia del tratamiento dado a los haitianos que
arriban a las costas de los EU, desesperados de hambre y de olvido, los
emigrantes ilegales cubanos al tocar tierra norteamericana encuentran allí una
alfombra de bienvenida y un concierto de trompetas anunciadoras de la gloria gracias a una ley perversa que Padura, inexplicablemente, omite en sus bien
documentadas novelas”.

Bueno, señora, la que piensa todo eso es usted. Si yo hablo de las singularidades de la realidad cubana y de la imposibilidad de entenderla a partir de prejuicios, alguien menos enfebrecido podría sacar conclusiones diametralmente opuestas a las suyas. La que dice que podemos ser considerados peculiares porque vivimos bajo un gobierno dictatorial, etc., es usted. La práctica de la censura suele hacer esas lecturas. Poner en la mente de los otros lo que está en las suyas (los censores). Ya he sufrido varias veces ese tipo de ejercicio de ver lo que se quiere ver para censurar a otros.

Pero la percepción suya que más me interesa resaltar es la relacionada con la de que mis “afanes (…) están signados por una derrotista convicción de que todo, hasta nacer en esta isla, ha sido en vano”. ¿De qué me acusa? ¿De renegar de mi pertenencia cultural y nacional? Eso es algo muy serio, como se imaginará, o como bien sabe cuando lo dice. Si quisiera renegar de mi país, por supuesto que hace años no viviría aquí, no hubiera atravesado de punta a cabo el período especial montado en una bicicleta china y comiendo un pan por día, pero, más, no hubiera escrito una novela como La novela de mi vida, que considero un homenaje a la cubanía, novela de la cual usted también hace lecturas torcidas, por no decir difamatorias. Debería saber que si algo tengo, y mucho, es sentido de pertenencia a este país y su cultura. Tal vez por eso sigo viviendo aquí, en el barrio y en la casa donde nací –y que amplié por “esfuerzo propio”, fruto de mi trabajo de todos los días. Tal vez por eso me interesa escribir en Cuba y sobre Cuba. Tal vez por eso me arriesgo a recibir “reprimendas” como la suya y otras, porque creo que, como cubano, tengo el deber cívico y el derecho ciudadano de cuestionarme mi realidad. Y, constitucionalmente, a expresar esos cuestionamientos.

Por último quiero referirme a sus opiniones sobre el trabajo literario, el mío en
particular y el de cualquier escritor en general. Ya sé que usted no pertenece
al gremio, que es una humilde cubana,pero también veo que maneja prejuicios contra el trabajo artístico que, casualmente, han estado sobre el tapete de la opinión del “gremio” en los últimos días. Ante todo me parece muy tendenciosa la contraposición que hace entre su filiación y la mía (de intelectual): da la impresión de que todavía estamos en el decenio negro cuando se utilizan esas retóricas y se aplican esas divisiones. Y luego me parece muy peligroso intentar decirle a los escritores sobre qué sectores de la realidad deben escribir y que el hecho de escoger unos u otros puede erosionar su responsabilidad intelectual. La realidad de un país es muy compleja y contradictoria, y precisamente de esas complejidades y contradicciones se vale muchas veces el artista para realizar su trabajo. Y el hecho de que ese trabajo mío que usted condena como visceralmente pesimista haya recibido en siete ocasiones el Premio Nacional de la Crítica Literaria, que en varias oportunidades haya sido congratulado con el Premio Puerta de Espejos (que se concede por los lectores a los libros más leídos en la red nacional de bibliotecas del país), que haya sido estimado para que la Casa de las Américas me dedicara su Semana de Autor de 2012 (único escritor cubano hasta ahora) y que, en su conjunto haya sido merecedor del Premio Nacional de Literatura de 2012 (que poseo con orgullo, por si no lo sabe o si no ha leído mis opiniones al respecto) parece que provoca efectos diferentes en muchas otras mentes menos suspicaces y deseosas de ver lo oscuro. En esas mentes que, por ejemplo, me convirtieron en el segundo delegado más votado para la integración del Consejo Nacional de la UNEAC durante el último congreso de ese “gremio”.

Además, ¿le va a negar al artista –o al ciudadano más común- el derecho al pesimismo, a la tristeza, a la nostalgia? ¿Se le va a decir al creador sobre qué debe crear y sobre qué no debe hacerlo porque puede resultar pesimista? ¿No le parecen extemporáneos esos juicios, como aquellos otros que alguna vez no endilgaron de ser “intimistas” y cosas por el estilo?

Señora Aulet: ¿qué pretenden personas como usted con textos como este? ¿Desvelar mis aviesas intenciones o levantar un patíbulo político-ideológico? ¿Quieren que me vaya de Cuba? Si quisiera irme de Cuba, nadie podría impedírmelo: las leyes de este, mi país, me permiten hacerlo. Respecto al “patíbulo”, sí debo recordarle que por “opiniones” como la suya, en ese socialismo europeo de cuya existencia o esencia usted duda, un escritor podía ir a dar con sus huesos al gulag.

No quiero entrar ahora en especulaciones, pero me parece evidente que el hecho mismo de que yo exista, viva y escriba en Cuba creo que consigue molestarles mucho a usted y a otros policías del pensamiento; que el hecho de que haya obtenido premios dentro y fuera de Cuba les irrita; que el hecho de que, siendo un autor cubano que vive en Cuba mis libros se estén publicando en 20 idiomas, los encabrona; que haber sostenido por años una forma de escribir y pensar de la que ahora, justo ahora, algunos se alarman y deciden condenar, les parece hasta peligroso para la unidad nacional… ¿Qué pretenden?

Tengo la sensación de que usted y otros como usted no acaban de entender que no estamos en 1971, pero también tengo la certeza que a pesar de gentes como ustedes, este país es diferente. Pero, como fuerzas oscuras, siguen empeñados en asustar y, si es posible, intentar reprimir. Sé de algunos que, incluso en lugares semi-publicos o semi-privados (es igual), recientemente se han ufanado de haberme puesto un “correctivo”. Obviamente piensan igual que los censores de otros tiempos, a pesar de que estamos, sí, en otros tiempos. Pero seguimos en Cuba. Y, al menos yo, lo hago trabajando, con mis manos y mi mente, sin
pretender aplastarle la cabeza a nadie.

Lamentando 
haber tenido que escribirle esto, queda de usted,

Leonardo Padura Fuentes

En Mantilla.

[1] Kaos en la Red, según me han dicho
pues no puedo acceder a internet, ha reproducido el texto de la señora Aulet,
aun cuando ellos mismos publicaron “La generación saltada” sin autor, hasta
dónde sé.

Leyendo el texto "La generación saltada", de Leonardo Padura


Por Susana Aulet

Reflexiones de una cubana que comenzó su vida laboral en 1980
Además de trabajar duro, demostrar lo aprendido y agradecer a la Revolución y a sus dirigentes (yo añadiría, además, a nuestros padres), muchos cubanos de la generación de Leonardo Padura hemos jugado importantes papeles que el escritor no debería ignorar en su texto "La generación saltada".

Tampoco debería Padura abrogarse el derecho de generalizar afirmaciones acerca de los cubanos de su generación. Si en vez de escribir "los cubanos de mi generación…", Padura hubiese intercalado un adverbio de cantidad (muchos, algunos, varios, unos pocos, cierta cantidad, la mayoría, casi todos, etc.), acaso no me hubiera sentido tan aludida.

Por eso cuando leí "La generación saltada" enseguidita se me escribieron estas líneas, sin pedirme permiso y sin dejarme apenas respirar.

Leo las novelas de Padura con razonable profusión y sin ninguna animosidad o predisposición contra su autor. En mi opinión –y aclaro que no pertenezco al "gremio" de la cultura-es un excelente escritor.

Al César, lo que es del César.

Apunto aquí algunas reflexiones personales sobre el texto de Padura:

• no están escondidos ni saltados los cubanos de mi generación que murieron combatiendo en "guerras a miles de kilómetros de nuestras costas", y que hoy no tienen voz para responderle a Padura. De esas guerras la humanidad vio emerger el fin definitivo del Apartheid sudafricano y la estocada final al régimen neocolonial en el continente africano. Sus muertes se inscribieron en lo mejor de las prácticas internacionalistas de la humanidad –para nada exclusivas de la historia de mi patria-, prácticas que defiendo, y mis hijos y los hijos de mis hijos defenderán todavía. Los cubanos de mi generación que combatieron en esas guerras no son un desecho de la historia y no están ni olvidados ni desaparecidos ni "saltados". Siento mucho orgullo por ese tramo de nuestra historia patria, y sé que no soy la única. El pueblo que olvida o silencia a sus mártires se irrespeta a sí mismo. Por ellos habla aquí y ahora esta humilde cubana. Sus restos descansan en mausoleos y en la memoria colectiva de una nación que honra a sus mártires y cuyas instituciones oficiales acogen, protegen y premian al mismo Padura que no tiene reparos en denigrarlas ante un periódico de probado historial fascista como La Nación.

(http://www.lanacion.com.ar/1687377-1687377).

• no estamos escondidos ni saltados quienes en los años 80 contribuimos a crear fábricas, industrias de producciones exportables, redes eléctricas e infraestructuras diversas que, años más tarde, nos ayudaron a sobrevivir al desplome del ¿socialismo? europeo, y con muchas de las cuales el país financia hoy las oxidadas pero inconmovibles políticas sociales, a pesar de las criminales leyes anticubanas del gobierno de los EEUU que como es sabido Padura jamás menciona. Si nuestro proyecto socialista de país aún sigue vivo en el imaginario de la mayoría de los cubanos, creo que no es precisamente gracias a las novelas que salieron de la pluma de Padura sino a la obra producida con el esfuerzo heroico de millones de compatriotas (de compañeros, no le tengamos miedo a esta palabra) que el escritor debería tener el pudor de respetar.

• no están escondidos ni saltados los médicos de mi generación que hoy salvan vidas en las selvas de la amazonia, en los quimbos de áfrica y en las comunidades donde viven personas que no han leído las novelas de Padura pero en cambio adoran a los cubanos que los curan, los tocan, abrazan a sus hijos. Son cubanos de mi generación. Lo hacen no porque les hubiera tocado trabajar duro, demostrar lo aprendido y agradecer a la Revolución y a sus dirigentes, ni porque no hubiesen venido en el Granma, sino porque poseen una estatura ética que nos engrandece mucho como nación.

• no estamos ni escondidos ni saltados quienes nos preciamos de tener unos padres que jamás serán los personajes ridículos de un filme. Nuestros padres son héroes anónimos que nos ganaron la Patria puestos de pie – como decía Villena-y jugándoselo todo. Somos sus hijos y a muchísima honra. A ellos les tocó lo suyo. A nosotros lo nuestro.

• no estamos ni escondidos ni saltados quienes formamos parte de una generación con representantes que integran un Comité Central de Partido Comunista cuya edad promedio es de 57 años, un Consejo de Ministros cuya edad promedio es de 58 años o a una Asamblea Nacional cuya edad promedio es de 49 años. Mi generación tiene un modo muy extraño de ocultarse y de ser saltada.

Enmendemos y corrijamos la patria con respeto elemental para todos y sin la insidia (tan poco constructiva) que percibo en los más recientes textos de Padura.

A la crítica de Padura –tal legítima como la de cualquier cubano-le faltan los cascabeles que José Martí pedía para la punta de sus látigos. Los errores cometidos, las exclusiones, los abusos de poder, las corruptelas, las desilusiones, los desencantos y borrones que (según Padura) se llevaron de un plumazo todo lo bueno y hondo que nos nutría, no lo son todo en nuestra historia. Como toda obra humana, la Revolución Cubana es falible y perfectible. Lo que ocurre es que también hicimos maravillas y sentamos paradigmas universales.

En un país hoy más urgido de pensamiento que nunca, acribillado por carencias de todo tipo y empeñado en corregir sus rumbos con el concurso de todos sus hijos, el discurso de Padura, en mi opinión, lejos de nutrirnos como nación o irrigarnos el surco del pensamiento crítico, nos desorienta y desmoviliza. Nos cae encima como una niebla que oculta las piedras más difíciles y tremendas del camino a recorrer.

Coincido absolutamente con él cuando afirma que "Conocer una realidad como la cubana es un desafío. Resulta demasiado peculiar, singular, sin paralelos como para poder entenderla por comparación u oposición, o para intentar explicarla a partir de un par de prejuicios, a favor o en contra" (http://www.lanacion.com.ar/16873771687377).

Todo lector asiduo de Padura que no viva en Cuba imaginará a un país extraviado en tinieblas, frustraciones y miedos bajo la égida de un gobierno dictatorial, con un partido comunista perseguidor "de cualquier nacimiento" y atascado en insolubles pantanos sociales. Pensará a Cuba como un estado que comercia tranquilamente con el mundo, sin bloqueo económico ni leyes del gobierno norteamericano destinadas a impedir el normal acceso del país al mercado mundial. Conducido por la pluma filosa y elegante de Padura, ese lector concebirá a un pueblo que jamás ha sido bombardeado, atacado, incendiado, saboteado y defenestrado por el gobierno de los EU con su correspondiente saldo de civiles asesinados, viudas, huérfanos y sobrevivientes mutilados. Por la mente del lector de Padura que no vive en Cuba desfilarán los emigrantes cubanos como seres que huyen de la persecución política o la exclusión social y desafían, en precarias embarcaciones, las corrientes de un Golfo que los separa del "paraíso" en la península de la Florida. Ignorará ese lector que, a diferencia del tratamiento dado a los haitianos que arriban a las costas de los EU, desesperados de hambre y de olvido, los emigrantes ilegales cubanos al tocar tierra norteamericana encuentran allí una alfombra de bienvenida y un concierto de trompetas anunciadoras de la gloria gracias a una ley perversa que Padura, inexplicablemente, omite en sus bien documentadas novelas.

Para ese lector los cubanos somos émulos de ventrílocuos y marionetas, seres con el alma históricamente tatuada por la desidia, el desánimo, la inutilidad, el desencanto, la costumbre de la delación y el cinismo.

Desde las sagas de Mario Conde hasta "El Hombre que amaba a los perros", pasando por sus colaboraciones periodísticas en sitios de Internet, Padura construye una imagen de su patria que privilegia las zonas oscuras de lo cubano, lo cual no es un crimen per se siempre que se haga con afán de mejoramiento humano. Tengo la percepciòn de que los afanes de Padura están signados por una derrotista convicción de que todo, hasta nacer en esta isla, ha sido en vano.

En las novelas de Padura el lector se extravía en los afanes de venganza de los personajes, en la hiel de sus devaneos y en la impotencia ante lo que no es justo. La urdimbre de sus tramas nos deja siempre un pesimismo visceral. Si bien son extraídas de dolorosas realidades de mi patria, resulta cuando menos extraño que la zona de la realidad cubana que él examina con lupa de novelista anula y silencia la existencia de otras zonas que él omite y que nunca convocan su atención. Se me dirá que es su legítimo derecho como escritor, pero no se me negará que tal conducta erosiona su responsabilidad intelectual, como la entendía ese gran palestino que fue Edward Said: "No se trata de cuestionar siempre la política del gobierno, sino más bien de la vocación intelectual como actitud de constante vigilancia". Por cierto, creo que Said jamás hubiera accedido a responder preguntas manipuladas y servidas en la mesa mediática de un periódico sionista del estado de Israel.

El lector de Padura que no vive en Cuba adquiere la convicción de que los cubanos somos seres alcoholizados, víctimas de la manipulación, del engaño y la estafa política, sobrevivientes y mutilados de lejanas guerras a todas luces innecesarias y vergonzantes, prostitutas, marginales, dirigentes cínicos y oportunistas que se reproducen como los panes y los peces en el caldo de cultivo por excelencia del socialismo cubano. (En "La novela de mi vida", por citar un ejemplo, Padura se ahorra el diseño literario de la personalidad del mejor y más brillante de los otrora condiscípulos universitarios que en los años 90 protagonizan la búsqueda de los papeles de José María Heredia, mediante el recurso de hacerlo morir muy tempranamente en la guerra de Angola. Los demás sobreviven pero lo hacen llenos de resentimiento, frustración, odio, envidia y olvido inmerecido después de transitar por los años del "decenio negro" –que en la obra de Padura parece ser el único decenio de una revolución que ya cumplió más de cinco).

El lector de Padura que no vive en Cuba también es víctima de una estafa, como los personajes de sus novelas. Lo más triste no es solo que ese lector paga gustoso por la estafa, sino que después de leer las novelas de Padura, se acuesta a dormir extraviado en la convicción de que todo, hasta la utopía, es un contrasentido inútil.

Lamentablemente ese lector también ignorará que el estado dictatorial, excluidor de disidencias y perseguidor "de cualquier nacimiento", le confirió a Leonardo Padura el Premio Nacional de Literatura en el 2012.

Me pregunto si Padura, en sus novelas o viñetas periodísticas, se lo contará alguna vez a sus lectores que no viven en Cuba.

23 de agosto/2014

Opiniones sobre un articulo de Cubaencuentro


Por Humberto Herrera Carles

Cubaencuentro ha publicado un articulo Cuba, la isla de la infelicidad, cuestionando todos los puntos de dicho cartel.



 Cartel origen del articulo contra Cuba

Aquí expongo algunas de las opiniones que he vertido en el sitio, que no fueron concebidas para un articulo, porque surgieron aisladamente a raíz del debate, sobre Cuba y como se pretende demeritar la obra revolucionaria, es que he decido publicarlas, aunque corra el riesgo de no estar bien presentadas y por tanto no sean del todo atendibles, aunque puse algunos link web de referencias que las apoya.

Comentarios a los puntos que se cuestionan:
a- Las manipulaciones son evidentes desde el título: Cuba en el Índice The Happy Planet Index 2012 Report está en el lugar 12 en el mundo.

b-Lo de la Unicef se refiere a desnutrición crónica, Cuba no tiene y este plebeyo habla de 2do lugar detras de Chile jajajajaja como algo malo, puro cantinfleo, si miran los datos de la Unicef 2012 Cuba tiene en los datos de "bajo de peso al nacer" 5.2 % y Chile 5.9 %.

c-Sobre las Drogas: El articulista ignora o no quiere saber, que en Cuba no hay bandas del narco, saben que Cuba no es lugar para eso, que su argumento de la ruta es mentiroso, porque cuando Ochoa y Cía. estaban implicados, si Cuba era una ruta segura. A partir de la Causa I y II, se quemaron miles de toneladas que tiraban al mar los narcotraficantes para que vinieran a recogerlas, esa acción y las altas condenas de aquel que traficaba, el enfrentamiento directo con la operación "Coraza" a los incipientes vendedores de marihuana en Cuba hace años, desmonto todo un aparataje que del Caribe Jamaicano y demás tenían por origen, es el enfrentamiento directo sin tregua contra ese flagelo es lo que ha impedido que entre el narcotráfico internacional y sus carteles en Cuba.

Cuba le ha propuesto varias veces firmar un tratado de cooperación al principal consumidor de droga del mundo EE: UU, y este no ha querido.

Es ridículo, poco serio y calumnioso que unas cuantas plantas de marihuana, y algún que otro drogadicto, se diga de las drogas de un país. En Cuba no solo no es un flagelo a resolver, sino que además se ayuda a terceros países a enfrentarlo desde el punto de vista de Salud.

P.D Nótese que dice que en el Informe de las Drogas 2014 Cuba no aparece, pero en el 2010, sí. Si cuando lo digo, no hay pudor ni vergüenza cuando se quiere condenar a Cuba a ultranza.

d- ¿Dónde está el año de confección del cartel? digo como se utilizan datos a conveniencia de fuentes del 2000, 2003, 2006, 2010 y 2014. Hay que decir que ONEC en ingles también es Energía, Medio Ambiente y Cambio Climático, pero en fin esas pedanterías son los supuestos argumentos.

Cuba en el IDH de la ONU presenta una esperanza de vida en el 2013 de 79 años ocupa el lugar del 28 al 35 en el mundo, entre 187 países, donde el primer lugar tiene 83 años de esperanza de vida. En AL y C está detrás de Chile con 80 años y Costa rica con 79 años igual que Cuba. Es decir una Esperanza de vida alta, por encima de países como EE.UU, Qatar y República Checa. Y todo esto con un país bloqueado por EE.UU, es de risa decir "no ocupa el primero, pero si el segundo" como no puede dejar de reconocer el articulista, ídem con el comentario de la UNICEF. ! Es que tratando de criticar a Cuba, la ha elevado con creces. Estos resultados solo son posibles por la vocación humanista de la revolución socialista!

e- Unesco escolarización: Cuando se dice “aquí y aquí”,en el primero se pueden ver los datos claramente del 2012 de Cuba en nutrición, el articulista quiere que veamos el de alfabetización, pero si buscan el similar de Chile , podrán comparar lo expuesto por mí en el tema de la Unicef en el tema de nutrición.

Como no se cuestiona las cifras, lo que se cuestiona es el "adoctrinamiento", solo me limito a decir que parece que los millones de cubanos "adoctrinados "que han emigrado o trabajado en el exterior son eficientes y reconocidos como tal en su inmensa mayoría, fruto de la obra de la revolución y su “adoctrinamiento”. Estamos adoctrinados para ser eficientes incluso en el capitalismo, no solo en el socialismo que queremos construir.

f- The Guardian. Médicos: Bueno habría que saber si lo dijo o no el periódico, el articulista empieza hablar de América, otra vez de los líderes, no menciona de todos los que Cuba supera con bloqueo y todo, se pierde en salarios bajos de los médicos. ¿Sabrá que Cuba acaba de subirle el salario a todo el personal de Salud y que el salario nunca ha sido impedimento para prestar servicios médicos a más de 50 países en este mundo además de Cuba?. Bueno como no lo dice lo digo yo: Si vamos a un clic a Indexmundi y vemos el indicador Densidad de médicos (médicos/1000 hab) Cuba tiene 6 e Inglaterra 3, di tú.

g- El otro punto Amnistía Internacional: “Cuba es el país latinoamericano que menos viola los derechos humanos”

Sin embargo al analizar el informe de la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, varios analistas afirman que el número de violaciones en este ámbito en la Unión Europea supera significativamente al de las cometidas en Cuba. !! Si esto es con Europa como no para América Latina que hay hambre, drogas, y gobiernos corruptos y mucha desigualdad!!

AI, se enumeran graves infracciones registradas en los países del Viejo Continente que no se dan en la isla caribeña. En esta lista hay más de 60 puntos de violación de los derechos humanos básicos. Así, Amnistía Internacional no señala en Cuba ningún caso de asesinato cometido por las fuerzas del orden, ni de violencia recurrente contra las mujeres, ni de discriminación legal hacia las minorías étnicas. Los defensores de los derechos humanos tampoco mencionaron casos de violación de la libertad religiosa ni de maltrato infantil en Cuba, que en cambio sí están presentes entre las infracciones que se registraron en varios estados europeos.

¿Yoani, Arenas.....etc..? He hablado en otras ocasiones en extenso.

Lo mejor para lo último:

h- WWF: “Cuba es el único país del mundo que cumple la sostenibilidad ecológica”: Muy cierto en el 2003. ( ¿ Será la fecha del cartel ?)

Lo que no dice el articulista es que para cumplir la sostenibilidad ecológica hay que evaluar dos índices: el IDH de la ONU combinado con el nivel de consumo de un país, medido según la huella ecológica calculada por Wackernagel. No habla nada del IDH, es la combinación de ambos indicadores lo que refleja que un país tenga una alta sostenibilidad ecológica, a pesar de que efectivamente Cuba tiene algunos problemas ambientales.

Esto se ilustra muy bien cuando se plantea que existen países con muy alto desarrollo humano (Europa Occidental, Estados Unidos, etc.), pero que no son sustentables con respecto a los recursos naturales, por lo que necesariamente requieren la existencia de países pobres con menor capacidad de consumo y / o de un desequilibrio temporal en el que la demanda sea superior a la biocapacidad. Si todos los países fueran como EE.UU para alcanzar su IDH alto se requerirían!!!CINCO!!! Planetas Tierra para lograrlo.

Cuando hicieron el estudio en el 2003 el único país que su desarrollo humano era proporcional y compatible a su huella ecológica, era CUBA, ahora hay otros países. Hay un gráfico en internet que lo resume muy bien donde aparece Cuba en el extremo superior izquierdo. !! Esa y no otra es la obra de la revolución. Y estamos felices de nuestra obra muy imperfecta !!!! .


Cuba y sus perspectivas energéticas: una revisión reciente (I)

Por Jose Luis Rodriguez*

Hace unos días el Ministerio de Energía y Minas brindó una amplia explicación acerca de las perspectivas de la generación de electricidad para los próximos 15 años, durante los cuales se ha previsto un profundo cambio en la matriz de la producción eléctrica nacional. Para tener una visión de la importancia de estas transformaciones es preciso tomar en cuenta cómo evolucionó el sector en los últimos 25 años.

Uno de los aspectos que más duramente golpeó a la economía cubana durante el llamado Período especial fue precisamente la situación energética, considerando que el país no contaba con yacimientos suficientes para la producción de petróleo, ni poseía otros recursos naturales que suplieran tal carencia.

Hasta 1989 la producción de petróleo y gas no llegaba al millón de toneladas por año y el suministro de portadores energéticos descansaba en la importación de la antigua Unión Soviética, que alcanzó 13,3 millones de toneladas de crudo anualmente hasta esa fecha. Incluso –mediante el ahorro de petróleo– se evitó llegar a consumir la cantidad pactada para la importación durante algunos años, lo que brindó ingresos adicionales por millones de dólares en una operación equivalente a la reexportación de combustible a través de un acuerdo especial con los soviéticos, operación que ya había alcanzado 10,2 millones de toneladas en el quinquenio 1981-1985.

Al iniciarse la crisis de los 90, Cuba producía 671 mil toneladas de petróleo, por lo que al desaparecer las importaciones soviéticas en 1992 –pagaderas en rublos transferibles y a precios favorables–, se enfrentó una severa crisis al disminuir las compras externas de petróleo y productos derivados de 10,2 millones de toneladas en 1990 a 5,5 millones en 1993, para un descenso del 45,8% en tres años.

Los efectos de semejante reducción no se hicieron esperar, particularmente en la producción de electricidad, que se sustentaba mayormente en los derivados del petróleo. De este modo, la generación cayó de 15,025 GWH en 1990 a 12,459 en 1995, para una baja del 17,1%.

Ya el año anterior la crisis había alcanzado un punto crítico cuando la capacidad de generación se situó por debajo del 40% de su potencial debido a la falta de combustible, lo cual obligó a la paralización de una parte significativa de la industria, y creó una situación muy tensa a la población debido a los cortes de energía cada 8 horas en la capital del país y por períodos incluso superiores en otras ciudades y pueblos.

Esta adversa coyuntura comenzó a superarse con el incremento de la producción petrolera nacional, que ya en 1995 alcanzó un millón 471 mil toneladas, y en ello desempeñaron un importante papel las empresas mixtas creadas especialmente con capital canadiense. A esto se añadió la adaptación de las centrales termoeléctricas para que comenzaran a quemar el crudo nacional, considerado muy pesado, pero cuyo uso se hizo inevitable en esas circunstancias.

A partir del aprovechamiento del gas acompañante de los yacimientos petroleros en 1997 se incrementó la producción energética, y en el año 2000 se logró acumular tres millones 269 mil toneladas de petróleo equivalente. También la generación eléctrica igualó el nivel de 1990, aunque con una composición algo diferente, ya que las termoeléctricas generaron el 89%, pero las turbinas de gas cubrieron el 9%. Por otra parte, el consumo promedio del sector residencial superó los 126 KWH al inicio de este siglo, superando un 3% el de 1990.

De igual modo, a partir de un mayor peso del sector turístico en el crecimiento económico del país y de la contracción en la industria, se redujo el coeficiente de intensidad energética de 2,64 mil barriles de petróleo equivalente por cada millón de pesos de PIB en 1990, a 1,99 en el 2000, medido a precios constantes de ese año. Asimismo, disminuyó la emisión de CO2 en términos de Kg/h de 3,18 en 1990 a 2,40, para una reducción del 24,5%.

Durante el decenio 2000–2010 se produjeron también importantes transformaciones en el sector energético cubano. Un factor que marcó el inicio de estos cambios fue la crisis de la generación eléctrica que se produjo durante el segundo semestre de 2004. En este caso colapsaron varias termoeléctricas, comenzando por la Antonio Guiteras de Matanzas, lo que llevó al país a una situación parecida a la de 1994, llegando a reducirse la capacidad de generación a un 38% del potencial, con la consecuente paralización de muchas actividades económicas y la reaparición de cortes de electricidad de similar intensidad a la vivida diez años antes.

Frente a esta compleja coyuntura, el país debió dedicar cientos de millones de dólares –en primer lugar– a la compra de plantas eléctricas de combustible diesel para asegurar el pico de generación de las noches, cuando se elevaba la demanda muy por encima de la posibilidad de generar. Después fue preciso adquirir plantas de generación descentralizada que utilizarían combustible fuel y que trabajaban con mayor eficiencia.

A partir de esta experiencia, se propuso un intenso plan de ahorro de electricidad y otros portadores energéticos, dando lugar a lo que se denominaría como Revolución Energética, la cual se desarrollaría en el contexto de la llamada Batalla de Ideas, lanzada a partir de 1999. (Continuará)
 
 *El autor es asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial.- See more at: http://www.cubacontemporanea.com/noticias/cuba-y-sus-perspectivas-energeticas-una-revision-reciente-i#sthash.hdRf4hqE.dpuf

Analistas advierten de una caída del 60% de los mercados bursátiles


Los mercados de valores podrían enfrentarse a una "tenebrosa caída" que podría quitarles hasta el 60% del valor a las compañías líderes en el mundo, según advierte un analista.

Solo un día después de que el índice de S&P 500 cerrara por encima de los 2.000 puntos, por primera vez en su historia, Abigail Doolittle, fundadora de la firma de análisis financiero Peak Theories Research, dijo que la renuencia de la Reserva Federal a elevar las tasas de interés desde mínimos históricos podría desatar una corrección en el mercado que podría competir con la caída observada en 2007 durante la recesión global.

"Por desgracia, creo que podría venir una caída similar a lo que ocurrió en 2007", dijo Doolittle a CNBC. "Se puede ver que toda la tendencia alcista de los últimos cinco años se ha comenzado a revertir".

Por desgracia, creo que podría venir una caída similar a lo que ocurrió en 2007

"Cuando uno ve ese tipo de giro alrededor de la tendencia, por lo general sugiere que se va a ver una volatilidad severa. Es tan tenebrosa que creo que podríamos ver, posiblemente, un 50% o 60% de corrección. Una reacción igual y opuesta a todos estos movimientos inusuales en las políticas".

El banco central de Estados Unidos ha mantenido las tasas de interés a corto plazo cerca de cero desde finales de 2008, ya que ha luchado para impulsar el crecimiento después de la crisis financiera, y ha indicado que no las elevará hasta mediados de 2015.

Sin embargo, Doolittle no cree que esta tendencia al alza continuará. "Pese a que estos mercados van al alza, me he vuelto pesimista debido a que las faltas técnicas subyacentes a largo plazo realmente apoyan este punto de vista", agregó. "Es difícil saber cuál va a ser el catalizador exacto. Pero esa es la naturaleza misma de este tipo de caídas. Empiezan lentamente y luego ocurren de repente".



No pasará el pasado

Por Silvio Rodriguez

Un día se para Fidel en la Universidad y dice que quienes pudiéramos acabar con la Revolución somos los revolucionarios. Muchos tenemos la misma percepción: es nuestra incapacidad para aprender de errores propios y ajenos, nuestra comodidad y a veces hasta nuestra desidia las que pueden extinguir el proyecto social más humano y trascendente de nuestra historia. Por eso aplaudimos la amarga honestidad de ese gran hombre y todo el que tiene un poco de vergüenza, desde el mínimo espacio que defiende, promete que por allí no pasará el pasado.

Otro día Fidel define lo que es Revolución:

“…sentido del momento histórico… cambiar todo lo que debe ser cambiado… igualdad y libertad plenas… ser tratado y tratar a los demás como seres humanos… emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos… desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional… defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio… modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo… luchar con audacia, inteligencia y realismo… no mentir jamás ni violar principios éticos… convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas...”

Y constatamos la coherencia con la primera frase suya que cuando niños nos aprendimos de memoria: “Nos casaron con la mentira y nos obligaron a vivir con ella; por eso nos parece que se hunde el mundo cuando oímos la verdad; como si no valiera la pena que el mundo se hundiera, antes que vivir en la mentira”.

Más que razones para volver a decir: por este pedacito mío no pasará el pasado.

Tiempo después Raúl se para en la Asamblea y se atreve a decir que su generación está ante la última oportunidad de enrumbar debidamente el proceso cubano, que hay que acabar con la corrupción, dar la batalla por la productividad, ahorrar y ser conscientes. No caben dudas de que los pobres tenemos que saber administrar nuestras parcelas de sueños, es lo que una realidad de décadas nos restriega en los ojos. Y es por lo que uno repite en sus adentros: por el punto perdido en el mapa que me corresponde defender, no pasará el pasado.

Pero llevo tantos años defendiendo, cayendo, levantando, teniendo hijos, nietos, viendo al mundo emanciparse por momentos e hipotecándose por otros, y deduzco que quizá alguna parte mía, por muy entrañable que me fuera alguna vez, pudiera ya ser parte del pasado.

Entonces pienso que me faltan canciones como aquellas por las que me pegaban “con una soga y con un palo”, como diría Vallejo. Menos mal que todavía hay jóvenes que cantan nuestras duras realidades. Y me pregunto ¿qué puedo hacer para cantar con ellos?:

Entonces me sorprendo enumerando en voz alta, como un loco:

Seguir la gira interminable, mi Canción de barrio;
seguir Segunda cita (vocecita) en el éter inmenso;
seguir denunciando lo mal hecho, pésele al sietemesino que le pese.
En fin: seguir siguiendo, como dicen Tony Guerrero y Victoriano de las Causas.

Así que por último me digo: por el ínfimo espacio que me toca no pasará el pasado. Y que la parte de mi que sea inservible y yo no vea, que algún hermano nos haga el favor de tampoco dejarla pasar.

CANCION DEL PASADO


Se negaba una mujer,
con una mano, a ir a la cama;
con la otra entretenía
su pasión amordazada.
Y las sábanas tenían
el semblante del pasado
que, contento, sonreía.


El vendedor de ventanas
se negó a darme la mía,
porque a cambio no le daba
mis reservas de alegría.
El pasado estaba quieto
sobre el almacén del día.
Lo tenían bien sujeto.


Veo el pasado caminando
por casi toda la ciudad.
Lo veo en la gente
que se queda y que se va.
Lo veo en el rostro de mi hijo,
lo veo en la voz de mi mujer.
Lo veo a pesar de que lo veo
sin querer.


El pasado tiene nombre
de millones de sujetos,
bebe, come, se va al cine
y a veces no es tan viejo.
Tiene un poco de mi nombre
y otro poco del de ustedes,
aunque busquemos el hombre.


Veo el pasado caminando
por casi toda la ciudad.
Lo veo en la gente
que se queda y que se va.
Lo veo en el rostro de mi hijo,
lo veo en la voz de mi mujer,
Lo veo a pesar de que lo veo
sin querer.


El pasado es el espectro
de un bufón con triple cara:
fue de ayer, es de este día
y será de otra mañana.
El pasado es ese insecto
que la música no apaga.
El pasado es insurrecto.


Veo el pasado caminando
por casi toda la ciudad.
Lo veo en la gente
que se queda y que se va.
Lo veo en el rostro de mi hijo,
lo veo en la voz de mi mujer.
Lo veo a pesar de que lo veo
sin querer.



1970

Descemer Bueno: «Uso frases de Dostoievski en mis canciones»

CARLOS ABASCAL PEIRÓ.ABC

«Cuando le mostré la canción a Enrique se parecía muy poco a lo que es hoy en día. Demoramos la producción e hice un par de ajustes. Ni él ni yo creíamos en el proyecto», reconoce. «Llamé al dúo de reggaetonGente de Zona, le dieron un último toque y juntos grabamos otra versión. A Enrique le convenció y entonces comenzó a vaticinar lo que iba a pasar». Y pasó.
Ocho éxitos

Bueno regatea con habilidad cuando se le interroga por esa perseguida ecuación, la canción del verano. «No conozco ninguna fórmula», concluye reservando la solución a un misterio –otro, y ya van unos cuantos– que decididamente domina: al menos ocho de los 20 temas que compuso para Iglesias se colaron en las listas de la revista«Billboard», una patente de corso en el mercado discográfico. «“Cuando me enamoro”encadenó 18 semanas y “Bailando” va camino de batir la marca. Es una lotería, un sueño», sentencia el cubano para espantar ese fantasma despectivo que asfixia los éxitos estivales. «Se trata de una realización personal: conectar con la gente». Pero despacio, a su modo.

Dostoievski sólo era una manera entre otras muchas. «Me obsesioné con Fiodor en Cuba y reconozco que uso frases suyas en mis canciones. Leí su obra completa cuando era un estudiante de conservatorio en La Habana». O cuando Bueno se batía con partituras de guitarra clásica mientas el resto de chavales bateaban al otro lado de la calle, apenas unos años antes de garabatear corcheas sobre las pizarras de Stanford, de flirtear con el Buena Vista Social Club y embolsarse un Goya por «Habana Blues» allá por 2005. «Es verdad que estudié y fui profesor, pero sobre todo he oído mucha música para llegar hasta aquí. A Serrat, Sabina, Cat Stevens. Aunque, ¿quién no ama a Serrat?».

A Bueno le gusta reivindicar la música como «un asunto de amigos». En el buen sentido. «Conozco a artistas con talento que se encierran. Estudié en un barrio muy humilde de La Habana vieja, la gente no tenía mucho pero era feliz», asegura un cubano que se reparte entreNueva York, Miami y la isla, y que hoy presenta en España su álbum«Bueno». «La música me acerca a los sitios».

El caso es que «Crimen y Castigo» arrancaba en «una tarde extremadamente calurosa de principios de julio». Y Descemer, desde hace 20 años, compone para tardes y, sobre todo, noches calurosas. Cada vez más. «Pues ya era hora».

Desabastecimientos cíclicos

Sobre la ausencia de determinados productos de aseo y limpieza en el mercado nacional Granma dialogó con directivos de los Ministerios de Industrias y de Comercio Interior, así como de las cadenas TRD Caribe y Cimex

Autor: Yudy Castro Morales | internet@granma.cu

27 de agosto de 2014 23:08:35



Tanto en las tiendas en divisas como en moneda nacional, se precia un desabastecimiento de determinados productos de aseo y limpieza. Foto: Yaimí Ravelo

El desabastecimiento de ciertos productos de aseo y limpieza comercializados en la red de tiendas recaudadoras de divisas y los mercados artesanales industriales (MAI) se ha convertido en un fenómeno cíclico, pese a los intentos de la industria por cumplir sus planes y pese al trabajo de las cadenas por compensar con las importaciones los desequilibrios.
Luego de un recorrido por varios centros comerciales y MAI de la capital, Granma constató la ausencia de algunos surtidos relacionados en especial con la perfumería y la higiene del hogar.

En los primeros meses del año productos como el desodorante, el papel sanitario estuvieron fuera del mercado casi en su totalidad. Ya en estos momentos han logrado “estabilizarse”, pero otros no han corrido la misma suerte. En la tienda Carlos III por ejemplo, ubicada en Centro Habana y perteneciente a la cadena Cimex, en el instante de nuestra visita no había rastro de colonias, talcos, máquinas de afeitar, quita esmaltes… los cuales, según la dependiente, “hacía rato no entraban”.

En similar estado se encontraba La Época, situada en el mismo municipio y subordinada a TRD Caribe. “La perfumería está en cero, excepto las líneas de boutique, y las cantidades de talco apenas alcanzan para unos minutos”, refirieron las trabajadoras.

Muy cerca en la tienda Trasval, adscrita a dicha cadena, la poca presencia de perfumes contemplados en las líneas económicas y la falta de las refrescantes colonias también apuntaba hacia el de-sabastecimiento. Tampoco el centro comercial La Puntilla de Cimex, en Playa, escapaba a la ausencia de estos artículos.

Por otra parte, en el MAI La Popular, del Cerro, saltó a la vista la escasez de productos de limpieza como desengrasantes, desincrustantes, salfumán y lejías de cloro. Estos últimos, dijo el administrador Raúl Santiesteban, no formaban parte de sus inventarios hacía alrededor de 3 meses. No obstante reconoció la “estabilidad” del jabón de lavar y tocador, el detergente líquido, etc. El Bazar Inglés, de Centro Habana, y Flogar, reflejaban idénticas carencias.

DEL LADO DE LA INDUSTRIA

Según Geanny Bello Campo, director general de la Unión Suchel, el año 2013 fue muy complejo para la industria ligera, por la poca disponibilidad de financiamiento para cumplir algunos renglones concebidos en el último trimestre.

“Asimismo la elaboración del plan de este año fue muy tensa debida a los recortes financieros, los cuales limitaron la compra de materias primas y por consiguiente, las producciones. Los compromisos correspondientes al 2014 están muy por debajo de lo hecho durante el calendario anterior”, subrayó.

Partiendo de un plan men­­guado desde su concepción, se trató de cubrir los productos liberados con destino al Ministerio de Co­mercio Interior (MINCIN). En ese sentido, “las 17 mil toneladas de jabón de lavar, las 18 mil 876 de tocador y las 9 mil 595 de detergente líquido comprometidas para este año son similares a las del 2013, y se han estado cumpliendo las entregas. Solo la pasta dental experimentó una ligera disminución”, afirmó Bello Cam­po.

¿Dónde estuvieron las afectaciones entonces? “En los surtidos dirigidos a las tiendas recaudadoras de divisas. Intentamos mantener en niveles similares al 2013 el champú, crema dental, jabón y desodorante, explica el especialista. Sin embargo, hubo una disminución drástica en determinadas líneas como la perfumería familiar y selectiva, las cremas de afeitar, productos para el tratamiento del cabello, protectores solares…

Para ofrecer una idea más exacta de la disminución, el directivo expuso algunas estadísticas: de las 362 mil unidades de talco fabricadas en el 2013, hoy solo es posible hacer el 16%, responsabilidad compartida por las entidades Suchel Camacho y Suchel Jovel, ubicadas en La Habana y Matanzas, respectivamente.

Asimismo la producción de colonias (perfumería familiar) decreció notablemente. Del millón 557 mil unidades hechas en el 2013 por Suchel Regalo, apenas pudo comprometerse con un 44 % para este periodo. En tanto Suchel Camacho de los cuatro millones 381 mil 600 unidades correspondientes al año anterior, solo incorporó un exiguo 35 % para el 2014.
Teniendo en cuenta estos números, resulta difícil predecir alguna recuperación para este semestre. No obstante, el plan del 2015 contempla —a juicio de Bello Campo— incrementos significativos.

DESDE EL OTRO LADO: TRD CARIBE Y CIMEX

Aunque en teoría los planes deben asegurarse con tiempo suficiente para garantizar la importación oportuna de los suministros, a veces los recortes financieros obligan a dilatar los procesos, sin contar los atrasos derivados de una mala gestión contractual, o una selección errada de algún pro­veedor.

María Eloísa Cabrera , directora de mercadotecnia en la Cadena TRD Caribe, comentó que “a fines del 2013 todavía no estaba definida la aceptación de la demanda por parte de la industria”. Por tanto, a esas alturas no estaba claro a qué se comprometían las entidades nacionales y qué debía ser cubierto por la importación.

La Cadena —dijo— “priorizó con su financiamiento la mayor demanda posible de jabón de tocador, cremas dentales, champú, desodorantes. A excepción de este último, los demás se han mantenido estables en lo que va de año”.

En cuanto al desodorante, aclara Lázaro Trejo, jefe del Grupo de Atención a la Producción Nacional de la Dirección de Compra, desde el cuarto trimestre del 2013 se venía arrastrando un déficit en el mercado. No fue hasta abril que la producción nacional comenzó a entregar los niveles requeridos.

Pero en el caso de colonias, cremas capilares e hidratantes, tintes para cabello, esmaltes de uñas, peróxidos… la demanda cubierta de TRD y Cimex quedó muy por debajo de lo solicitado.

A ello se une, según María Eloísa Cabrera, que “en la línea de fragancias económicas tampoco se han cumplido las entregas conforme a los niveles comprometidos con TRD, y ha existido un desbalance territorial. Los abastecimientos se han concentrado fundamentalmente en la División Habana por ejemplo.

Ajustados al plan de importación, refiere María Eloísa Cabrera, se trata de garantizar los artículos básicos, con prioridad para aquellos renglones que la industria nacional no puede suplir. Entre ellos figuran las líneas de higiene y aseo, alimentos, bebidas y licores, productos químicos.

Asimismo la Cadena Cimex, comenta Bárbara Soto Sánchez, su vicepresidenta comercial, otorgó un lugar preponderante dentro de sus compras en el exterior a la jabonería de tocador y de lavar, detergente, cepillos, alimentos, política de cocción y materiales de la construcción.

Sin embargo, la perfumería es hoy su talón de Aquiles. En opinión de los especialistas de las dos Cadenas, los productos de Suchel son altamente competitivos en su relación calidad-precio y han logrado un excelente posicionamiento en el mercado. Ade­más la industria se encarga de su distribución tienda a tienda. Baste decir que tanto TRD como Cimex tienen más de dos mil puntos de venta diseminados en el país.

“Ante estas ventajas que ofrece la industria nacional resulta muy difícil la importación, pues cuando encuentras un producto de buena factura, los precios son muy elevados y si tratas de buscar un valor asequible para la población, entonces la calidad es pé­sima”, sostuvo Domingo López Ca­bre­ra, jefe de Grupo de Com­pras de Aseo de TRD.

Similar criterio comparte Julio Vázquez Martínez, director de tiendas de Cimex, quien añade que “hoy no tenemos identificado un proveedor para suplir a Suchel”.

Respecto a otros productos como las máquinas de afeitar, los entrevistados refirieron que se trata de una atipicidad del mercado donde todos los responsabilizados con su comercialización han agotado sus inventarios. A partir de septiembre deben co­menzar a aparecer en las tiendas. No obstante, faltó previsión y planificación.

ENTRE LA INDUSTRIA QUÍMICA Y EL MINCIN

Para el 2014 el MINCIN demandó al Grupo Empresarial de la Industria Química (GEIQ) unos 8 millones 720 mil 879 litros de lejía de cloro y solo pudo contratar el 29% de ese volumen. Asimismo solicitó unos 4 millones 556 mil 473 litros de salfumán y apenas le respaldaron el 7%, comentó Marlen Noval Rivas, directora comercial del Grupo Comercializador de Productos Industriales del MINCIN.

Lissette Alonso, vicepresidenta del GEIQ, alude a la imposibilidad de la industria de ampliar las coberturas debido al deterioro tecnológico de la Empresa Electroquímica de Sagua, única de su tipo, con más de 30 años de explotación.

En medio de las consabidas limitaciones financieras, la previsión, planificación, acertados procesos contractuales y una adecuada política inversionista son elementos decisivos para aceitar la actividad comercial en el país y evitar estas brechas entre oferta y demanda.

Más protagonismo campesino para que la agricultura despegue

Ivet González conversó con el activista Pedro Calderín sobre retos del sector con un enfoque social y participativo.

LA HABANA, 28 ago.- El crecimiento de la economía, la seguridad alimentaria y hasta la marcha de las reformas emprendidas por el gobierno de Raúl Castro desde 2008, se deciden hoy en el deprimido agro cubano, que afronta entre tantos desafíos el de explotar más la tierra y bajo manejos sostenibles.

Especialistas y productores de otros países que han visitado fincas cubanas se asombran del limitado aprovechamiento que salvo excepciones recibe una hectárea de suelo agrícola en la nación caribeña insular.

Según Pedro Calderín, del acápite en La Habana de la no gubernamental Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA), resulta clave para el sector fomentar más “la cultura agrícola” entre la comunidad campesina y darles un mayor protagonismo a las y los productores en la toma de decisiones.

El veterinario y activista conversó con la Redacción IPS Cuba sobre la necesidad de seguir impulsando el rol del productor y los intercambios campesino a campesino a través de un trabajo social enfocado a las particularidades de este segmento poblacional.

IVET GONZÁLEZ: ¿Cómo valora la explotación agrícola que por lo general realiza el campesinado cubano?
PEDRO CALDERÍN: Las organizaciones e instituciones tienen que seguir trabajando para que el productor gane conciencia de explotar la tierra de forma más eficaz, además de que aplique tecnologías modernas, ecológicas y sostenibles. 
En Europa y Asia, se tiene un sentido de la producción agrícola más eficiente que en África y América Latina. 
Yo he podido ver fincas de otros países y, por ejemplo, resulta increíble el desempeño de un campesino en dos hectáreas de tierra en Italia, con apoyo estatal. En Vietnam, quien tenga una parcela de tres hectáreas posee un tesoro.
Hay un sector en Cuba con otra visión de la agricultura, sostenible, pero muchos campesinos no saben de esos ideales ni cómo producir más alimentos de una manera sana y amigable con la naturaleza. 
¿Cómo se cambia esa realidad? Tenemos que seguir inculcando la cultura agrícola entre la comunidad campesina y quienes se dedican a la agricultura familiar.

IG: ¿Qué otros factores habría que tener en cuenta para elevar el protagonismo campesino?
PC: El productor, el campesino o el agropecuario tienen que ser protagonistas de sus emprendimientos. No pueden sentir la necesidad de consultar con las organizaciones todo el tiempo lo que quieran hacer. Para eso, es importante que estén organizados entre sí… una persona sola puede lograr poco.
Las entidades solo deben acompañarlos, darles herramientas y conocimientos para que logren intercambios horizontales entre ellos, es decir, de campesino a campesino. Este tipo de relación es la que más ayuda para logar cambios positivos en los rendimientos.
Por otro lado, no se puede ver al productor como un ente aislado. La familia es una red de apoyo esencial al igual que la comunidad.

IG: En los nuevos escenarios agrícolas ¿cuántos tipos de productores intervienen y sería necesario incrementar?
PC: Seguimos viendo al trabajador agrícola solo como el campesino en la campiña, en el lugar apartado. La agricultura es una fuente de empleos temporeros y complementarios incluso para profesionales que viven en zonas urbanas. 
Tenemos que hablar más sobre los productores urbanos y las personas que toman a la agricultura como un segundo empleo.
También hay que preparar y apoyar más a quienes se inician por primera vez en las labores agropecuarias. 
En este negocio, no se pueden hacer cuentas lineales a estilo de: si hoy invierto 10.000 pesos, mañana obtendré 20.000. Se necesita sentir un amor a la tierra, trabajar duro y tener capacidad gerencial que implica acceso a capital financiero y saber crear una estrategia de producción para obtener rendimientos. Sin el saber hacer, el capital financiero se va de las manos.

IG: ¿Cuál es el principal aporte que deben dar hoy organizaciones como ACPA?
C: En nuestro desempeño como organización, tenemos que contribuir al cambio de mentalidad en la agricultura, al avance. 
También hay que trabajar contra lo que yo llamo “inercia mental”, que son las personas que siguen haciendo las cosas como siempre aunque tengan un escenario favorable para hacerlas diferente y mejor. Transformar el pensamiento implica un proceso largo.
Yo me reúno con productores y veo que el trabajo social en el campo es diferente al de la ciudad. La actividad social y las oportunidades suelen ser menos en el campo. Por eso es tan importante la labor de organizaciones como la ACPA, Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales y Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, de crear marcos apropiados para que los productores hagan sus intercambios horizontales.

IG: ¿Qué otros problemas del sector identifica entre las limitantes de mayores rendimientos agropecuarios?
PC: Una traba importante está en que los intermediarios y otros factores externos siguen decidiendo y afectando las producciones. 
Nadie puede negar el carácter emprendedor que tiene el productor pero este no puede abarcar todos los roles de la cadena de valor. 
Durante mucho tiempo se ha tratado de evitar los intermediarios porque se les relaciona con los elevados precios de los alimentos. Pero eso significa un atraso. 
Uno de los principales problemas radica en los desequilibrios que hoy existen en las relaciones entre el productor, comercializador y la industria agroalimentaria, y en desbalances entre la oferta y la demanda de alimentos.
Hay muchos productores hábiles que logran asociarse a la comercialización y la industria, y reciben beneficios por esos dos conceptos también. Incluso algunas cooperativas tienen un sistema cerrado completo. Pero todos no tienen ni los recursos materiales ni las capacidades gerenciales para hacerlo. 
Por otro lado, los productores requieren de más apoyos estatales –sin tantos controles- así como mayores accesos a los medios de producción y fuentes de financiamiento.

IG: ¿Qué antecedentes se deben tener en cuenta a la hora de propiciar más el protagonismo campesino?
PC: La agricultura estuvo muy centralizada durante largo tiempo. Las decisiones se tomaban en los altos niveles sin tener en cuenta al productor. Eso hizo mucho daño.
Cuba no estuvo exenta del impacto internacional de la Revolución verde (su mayor auge fue entre 1940 y 1970), que fue un gran error. Entre otros problemas, ese modelo intensivista y de abuso de los químicos, le dio más protagonismo a la empresa que al productor. 
Aquí, como en el resto del mundo, ese tipo de agricultura ha ido claudicando.
El nuevo modelo económico que se busca (con las actuales reformas) ha ido reivindicando al productor y seguirá haciéndolo. El Estado está dando un marco de más fluidez con las nuevas leyes, aunque todavía persisten problemas y ataduras por eliminar. (2014)
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