"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

domingo, 9 de febrero de 2014

El Índice de precios de los alimentos de la FAO desciende pese a la subida de los lácteos

Las perspectivas favorables de la producción mantienen los precios de los cereales a la baja

El Índice de precios de los alimentos de la FAO se basa en una canasta de productos alimentarios objeto del comercio internacional
 
 Roma - El Índice de precios de los alimentos de la FAO cayó en enero por primera vez en 3 meses, ya que el descenso de precios de cereales, azúcares, aceites y carnes fue mayor que las subidas de los valores de los lácteos.

El Índice, basado en los precios de una canasta de productos alimentarios objeto de comercio internacional, tuvo un promedio de 203,4 puntos en enero de 2014, con un descenso del 1,3 por ciento respecto a diciembre y un 4,4 por ciento por debajo de enero del pasado año.

"Estamos viendo precios más bajos debido a la abundancia de suministros, pero un repunte más fuerte de la demanda, como un aumento en el ritmo de las importaciones desde Asia, podría limitar el descenso”, señaló el economista de la FAO Abdolreza Abbassian.

El azúcar y los aceites vegetales bajaron un 5,6 por ciento y 3,8 por ciento respectivamente. Mientras tanto, las cosechas récord de cereales impulsaron el descenso de precios, que cayeron un 1,6 por ciento respecto a diciembre y hasta un 23 por ciento en relación a enero de 2013. Incluso los precios de la carne, que se habían fortalecido en los últimos meses, se redujeron ligeramente en enero.

"La única excepción notable fue el aumento de precios de los lácteos. El índice de la FAO para los precios de productos lácteos registró un aumento del 1,3 por ciento en enero -hasta los 267,7- puntos debido principalmente a la fuerte demanda, especialmente de China, el norte de África, Oriente Medio y la Federación de Rusia, explicó Michael Griffin, experto de la FAO en el mercado lácteo y ganadero.

La producción de cereales sigue creciendo

La FAO también dio a conocer su estimación más reciente de la producción mundial de cereales en 2013. En ella se apunta a un mayor crecimiento de la producción mundial de cereales del previsto, con un récord de 2 502 millones de toneladas, un 8,5 por ciento más que en 2012. La buena cosecha de cereales de 2013 podría ayudar a reponer las reservas mundiales, que según la FAO alcanzarían los 573 millones de toneladas, un 13,5 por ciento más que en la temporada anterior.

Con estos datos, el ratio entre existencias y utilización de cereales a nivel mundial superaría el 23,5 por ciento en 2013/14, su valor más alto desde 2002/03 y muy por encima de su mínimo histórico del 18,4 por ciento registrado en 2007/08.

Datos positivos de las cosechas tempranas en 2014

En base a la información más reciente, la FAO considera favorables las perspectivas tempranas para las cosechas que se recolectarán en 2014. Esta opinión es compartida por otro informe publicado hoy por el Sistema de Información sobre Mercados Agrícolas (AMIS, por sus siglas en inglés) una iniciativa del G-20 que alberga la FAO y que está gestionada por diez organizaciones internacionales.

El informe de febrero del Market Monitor (“Seguimiento del mercado”) de AMIS atribuye las perspectivas positivas para las cosechas en 2014 a las condiciones de crecimiento favorables del trigo en invierno en el hemisferio norte y una situación mejor de lo que se había previsto anteriormente para el maíz y la soja en el hemisferio sur.

La producción récord de cereales y el aumento de las existencias ya han dado lugar a precios sensiblemente más bajos, un factor que según la FAO también está impulsando el comercio mundial en 2013/14, que alcanzará 321,4 millones de toneladas, alrededor de un 4 por ciento más que en la temporada anterior y un nuevo récord.

Los precios más bajos están estimulando la demanda y la FAO prevé que la utilización mundial de cereales en 2013/14 aumente en 92 millones de toneladas y llegue a 2 415 millones de toneladas. La mayor parte de esta expansión recaerá en un mayor uso de cereales secundarios (maíz, en particular) como pienso.

Científicos cubanos exploran altiplanicie del Toldo


Baracoa, 9 feb (AIN) A los mil 175 metros de la cumbre mayor de la Altiplanicie del Toldo, en el nororiente cubano, ascendió parte del equipo científico de la expedición Río Toa, promovida por la Fundación Antonio Núñez Jiménez (FANJ).
Espeleólogos, geógrafos, biólogos y guardabosques llegaron este sábado a esa meseta, ubicada en la localidad La Melba, perteneciente al Parque Nacional Alejandro de Humboldt, Sitio de Patrimonio Mundial de la Naturaleza, y núcleo de biodiversidad y endemismo del Caribe Insular.
Allí, a su altura intermontana, entre los ríos Moa –al Oeste- y Jaguaní –al Este- escaló el grupo multidisciplinario para evaluar el nivel de conservación de sus ecosistemas y la labor recuperadora en suelos y bosques de su porción central, afectada por antiguos estudios para la explotación minera.
En predios otrora pertenecientes a la holguinera Empresa Moa Nickel S.A, el colectivo constató el avance de la rehabilitación de estos paisajes, emprendida por especialistas del “Parque Humboldt”, quienes aspiran a restaurar una veintena de hectáreas en cuatro años, a través de la reforestación y técnicas protectoras del suelo.
Uno de los integrantes de la expedición científica, Enrique Dalmau, ambientalista del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, explicó a la AIN que el periplo pretende hacer un estudio comparativo de los resultados de visitas anteriores.
Por su parte, Reinaldo Estrada, de la FANJ, y el geógrafo Bárbaro Zavala, de la guantanamera Unidad de Servicios Ambientales, se refirieron a la motivación de encontrar nuevos reportes para la ciencia en estos parajes de selvas tropicales, al pie de la cuenca del Río Piloto, principal habitat natural del Almiquí.
La tropa ecologista partió a esas serranías el pasado 28 de enero, recorrió las márgenes del Río Jaguaní –aguas arriba- y tras llegar a la Altiplanicie del Toldo se encaminó a la ruta ecoturística Ojito de Agua-Baracoa, para ascender otra meseta, la conocida como Salto de Iberia.
En tanto, los otros dos grupos de la expedición se internaron en los virginales bosques de la cuenca del Toa, y llegaron a las zonas de Quibiján y El Naranjo, en Baracoa, donde unos realizaron inventarios biológicos, y otros acometieron la exploración de la cascada Salto Fino, mayor caída libre de agua de la Isla.
Este domingo concluirá el itinerario, que reedita el protagonizado en 1996 por el eminente espeleólogo cubano Antonio Núñez Jiménez, y le rinde tributo en su natalicio 90, al evocar su ferviente labor por la salvaguarda de estos parajes nororientales, a los que calificó de maravilla de la naturaleza.

Esperan en Cuba a reconocidos expertos en ciencia y tecnología

LA HABANA, Cuba (Xinhua). −Un importante grupo de reconocidos expertos extranjeros son esperados en La Habana para tomar parte desde el próximo lunes en el IX Taller Internacional Universidad, Ciencia y Tecnología, foro que se incluye en el IX Congreso Internacional de la Educación Superior.

Uno de los invitados especiales es el chileno Pedro Henríquez Guajardo, director del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), informaron fuentes del comité organizador.

Asistirán también el danés Bengt−ke Lundvall, de la Universidad de Aalborg, Dinamarca; y el ecuatoriano Adrián Bonilla y el argentino Pablo Gentili, directivos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, respectivamente.

Igualmente, intervendrán, entre otros, José Luis Di Fabio, representante en Cuba de la Organización Panamericana de la Salud−Organización Mundial de la Salud; y el cubano Agustín Lage Dávila, director del Centro de Inmunología Molecular (CIM).

En el foro estarán presentes especialistas de 16 países, sobre todo de Brasil, Bélgica, Ecuador, España y México, que expondrán sus experiencias, incluidas en el programa científico.

Sobresalen seis paneles sobre la función social de la ciencia universitaria en América Latina y el Caribe; y Conocimiento, innovación y desarrollo social; además de tres conferencias que impartirán reconocidos profesionales nacionales y extranjeros.

El IX Congreso Internacional de la Educación Superior Universidad 2014, sesionará desde el lunes y hasta el viernes en el habanero Palacio de Convenciones.

Ataques especulativos

 
Argentina y Venezuela en particular, pero todos las economías –de América latina, de los llamados emergentes y de los otros países también– sufren ataques del capital especulativo. Es un rasgo estructural del período neoliberal del capitalismo.

El capital financiero, que había nacido para apoyar la inversión productiva, en este período histórico se ha autonomizado y ganado el rol hegemónico en el capitalismo. El sistema bancario no se dedica prioritariamente a financiar las inversiones productivas o a la investigación o incluso al consumo, sino a comprar y a vender papeles, en una actividad estrictamente especulativa.

Es un capital que recibe tratamiento preferencial porque las tasas de interés son más altas que las tasas de ganancia, se gana más en las Bolsas de Valores que financiando al capital productivo. Se pagan menos impuestos, porque los gobiernos, necesitados de atraer esos capitales, los favorecen con menor tributación. Y gozan de enorme liquidez, pudiendo desplazarse hacia otras plazas, cuando les convenga, por razones financieras y/o políticas.

Disponen, asimismo, de gran capacidad de presión politica sobre gobiernos. Ni siquiera necesitan abandonar un país, les basta con amenazar hacerlo para que puedan contar con concesiones –como el alza de las tasas de interés, por ejemplo– a su favor. En los años ’90 una empresa norteamericana de asesoría de los capitales especulativos alcanzó, en un ataque de sinceridad, a aconsejar: “Participen de la fiesta, pero quédense cerca de la puerta”. La “fiesta” eran los procesos de privatización, los juegos de préstamos a tasas de interés muy altas, las compras de empresas quebradas.

En muchos países del continente esa fiesta ya no está, pero la hegemonía del capital financiero a escala mundial sigue presionando para canalizar capitales hacia la especulación, en detrimento de las inversiones productivas. Diariamente oímos las cifras astronómicas de las Bolsas de Valores, que no han producido ni un bien, ni un empleo, sólo han acentuado el proceso de concentración de renta.

Nuestros países encuentran dificultades para defenderse de esa acción predatoria de los capitales financieros. El Banco del Sur es todavía un proyecto naciente, que no logra articular estrategias de conjunto para la región, que puedan llevarla a tomar medidas de defensa respecto de esos ataques especulativos. Las mismas monedas nacionales son más débiles frente a las maniobras –especialmente del dólar–, que si fuera posible construir una moneda común para la integración regional. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dice que su país está dispuesto a abandonar la dolarización, pero no puede volver al sucre, tendría que hacerlo en el marco de una moneda regional.

Esa es la pelea más grande que enfrentan los países que buscan construir alternativas al modelo neoliberal. Un modelo centrado en la hegemonía del capital financiero, en su modalidad especulativa. Una propuesta de que nuestras sociedades serán reducidas a sus mercados, que todo sea mercancía, que todo se venda, que todo se compre, que todo tenga precio, a expensas de los derechos de las personas.

La conformación más amplia y más homogénea del nuevo Mercosur es el espacio privilegiado para que la región pueda tener proyectos de integración de carácter económico, tecnológico, financiero, educativo y de comunicación, entre otros. Para ello es indispensable imponer un nuevo ritmo al Mercosur, dejando atrás el período en que las corporaciones brasileñas y argentinas simplemente disputan mercados entre sí. Como decía el ex canciller brasileño Celso Amorim –actual ministro de Defensa–, “no se trata de disputar el mercado de heladeras entre argentinos y brasileños, sino de construir la heladera del Mercosur”.

Al igual que, para que la región pueda defenderse en mejores condiciones de las presiones recesivas que llegan del centro del capitalismo y desde adentro mismo de nuestros países, es indispensable que Unasur resuelva de una buena vez el tema de su dirección, para retomar su rol fundamental en América del Sur. En el momento mismo en que la propuesta de la Alianza para el Pacífico pierde su empuje, con la perspectiva más integradora en la región que pretende impulsar Michelle Bachelet a su política exterior y el debilitamiento de las otras economías de ese proyecto, quebrar la hegemonía del capital especulativo es la condición decisiva para que nuestros países puedan retomar un ciclo económico expansivo, esta vez bajo proyectos de integración regional más amplios.

Cuba puede aumentar en 50% producción petrolera con nuevas tecnologías

CARLOS BATISTAS
AFP
La Habana -- Cuba puede elevar en 50% su producción de petróleo en el corto plazo usando modernas tecnologías de “recuperación mejorada” en pozos -contra lo que conspira el embargo estadounidense-, a la espera de nuevas exploraciones mar afuera en el Golfo de México, dijo un experto.

Con estas tecnologías la producción cubana de crudo “aumentaría entre 20,000 y 25,000 barriles diarios, hasta un 50% más de los 50,000 barriles diarios que se producen hoy día”, dijo el experto Jorge Piñón, de la Universidad de Texas en Austin (EEUU), en un correo electrónico.

Con la “recuperación mejorada” disminuye la viscosidad del crudo y la porosidad de las estructuras geológicas que lo contienen, haciendo mucho más productivos los pozos, explicó Piñón, expresidente de la petrolera Amoco Oil Latinoamérica.

Estas tecnologías darían “viabilidad a corto plazo” a la industria petrolera cubana, que actualmente explota pozos en tierra y aguas someras, mientras espera nuevas exploraciones mar afuera en su Zona Económica del Golfo de México, tras cuatro intentos fallidos de compañías extranjeras.

“El factor de recuperación primaria”, un índice que mide el rendimiento de los pozos, es de 7% en Cuba y con esas tecnologías podría crecer a 17 o 20%, según este experto.

Piñón explicó que más importante que adquirir nuevo equipamiento para la recuperación mejorada es “la experiencia en su aplicación y el know-how”, por lo que muchos productores en vez de invertir en comprarla, prefieren asociarse con compañías que la tienen.

A pesar de los cuatro fracasos en las exploraciones en el Golfo, hay indicios científicos de que existen yacimientos de crudo en las aguas cubanas.

De hecho, una comisión de expertos estadounidenses, incluido el exsenador Bob Graham, visitó Cuba en enero para discutir temas de seguridad en la explotación petrolera en el Golfo, próxima a las costas de Estados Unidos.

Cuba produce en tierra y la costa casi el 60% del petróleo que consume, mientras que el resto lo importa de Venezuela con facilidades de pago.

Pero la mayoría de ese crudo es pesado, con gran contenido de azufre, que lo hace muy viscoso, difícil de extraer e imposible de refinar en plantas comunes, por lo que debe ser tratado en refinerías especiales de “conversión profunda”, poco frecuentes en el mundo.

Por eso, las autoridades apuestan a encontrar petróleo en aguas profundas de la zona cubana del Golfo, que colinda con las de México y Estados Unidos, pues los expertos descartan que existan grandes reservas en tierra.

El monopolio petrolero estatal Cupet anunció que este año se dispone a trabajar en 10 nuevos pozos, entre ellos uno de 8,200 metros, el más profundo del país.

Además, en la refinería cubano-venezolana de Cienfuegos, en el centro sur de la isla, se realizarán inversiones en busca de aumentar su eficiencia, según informó la televisión estatal el miércoles.

Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció hace una semana en La Habana la firma de 56 proyectos con Cuba por 1,259 millones de dólares, varios de ellos en petróleo y petroquímica.

La dificultad en aplicar la “recuperación mejorada” radica en que la mayor de esa tecnología está en manos de empresas de Estados Unidos, impedidas de operar en Cuba por el embargo vigente de 1962.

Además, “cualquier compañía petrolera internacional (no estadounidense) que quisiera operar en Cuba va a tener un sobrecosto de un 15-20%, ya que los equipos, tecnología, personal, tendrían que venir de Europa o Canadá”, calcula Piñón.

En su informe de 2013 ante Naciones Unidas, Cuba denunció que el bloqueo estadounidense busca “paralizar el ramo (petrolero) y obstaculizar las modernizaciones, las actualizaciones tecnológicas, el acceso a piezas de repuesto y la participación en el proceso de innovación”.

Todo equipamiento petrolero que se pueda utilizar en Cuba, como las plataformas petroleras, debe tener menos del 10% de componentes estadounidenses y las principales refinerías de “conversión profunda” de América están en Estados Unidos, a las que la isla no tiene acceso, destacó Piñón.

“En materia energética el embargo no solamente tiene un alto costo económico para Cuba sino también político, ya que continúa dependiendo de un solo país”, Venezuela, agregó.

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10 consejos para nuevos ejecutivos

By FAY VINCENT

En mi avanzada edad, me gustaría creer que algunas de las cosas que he aprendido le podrían ayudar a aquellos que ahora labran los campos en los que yo trabajé. Por tanto, a continuación ofrezco 10 sugerencias que me hubiera gustado recibir cuando tenía 40 años y comenzaba mi carrera de ejecutivo. Cometí el error de pasar por alto muchas de estas, pero no todas.

1. Entre menos revele confidencias a otros en la organización, le irá mejor. Lo que ve como conversaciones inocentes pueden causar daños serios. Quédese con sus especulaciones y preocupaciones.

2. Asegúrese de dirigir hacia abajo. Dedique tiempo a los empleados de bajo nivel en su empresa y procure comportarse bien con todos ellos. Un saludo cortés al operador del ascensor, decir gracias al cartero y decir una palabra cordial a las asistentes será muy apreciada.

3. El liderazgo es un trabajo de tiempo completo. Todo pequeño signo está siendo leído y su impaciencia, decepción e inseguridad será magnificada por aquellos que transmiten las lecturas que hacen de usted. No hay tiempo para exuberancias no planeadas, y los mensajes se deben enviar solo una vez que hayan sido cuidadosamente premeditados. Tenga particular cuidado con lo que escribe, especialmente los correos electrónicos: estos nunca desaparecen.

4. Siga buscando consejo. Tome su almuerzo al menos una vez a la semana en la cafetería de la oficina, o asegúrese de pasear cerca de una estación de café, y escuche lo que otros están diciendo. Si alguien quiere hablar con usted, existen todas las razones para escuchar. Si le ofrecen críticas, tome su tiempo para responder con cuidado incluso si no está de acuerdo con lo que le están diciendo.

5. El chiste que usted cree que es ingenioso a menudo no lo es. Su sentido del humor a menudo se puede malinterpretar como condescendiente o torpe. Si a pesar de todo cree que contar un chiste o narrar una historia chistosa es importante para transmitir un punto, primero cuénteselos a su cónyuge o a un amigo de confianza. El humor puede ser riesgoso. Nunca bromee sobre temas serios.

6. Lo importante es asegurarse que lo importante siga siendo lo importante. Explique su estrategia con frecuencia y después exprésela de manera distinta y repítala.

7. Nunca se queje; nunca explique. Nadie escucha. Asuma la culpa si algo sale mal. No culpe por errores a gestiones anteriores, el clima, la mala suerte o los competidores. Pero no se muestre a la defensiva. Vea hacia el futuro, a menos que su renuncia haya sido solicitada.

8. Confíe en sus asesores profesionales y acoja su experiencia. Procure no dudar del mercado. No hay tal cosa como datos perfectos sobre nada. Tome decisiones y siga adelante.

9. Tenga cuidado con el uso de la palabra "promedio". uno se puede ahogar en un río cuya profundidad promedio ofrece un sentido falso de seguridad. Asuma que lo peor podría ocurrir, porque a menudo así será.

10. Es un cliché, pero es cierto: Nunca diga o haga nada que le molestaría ver narrado en la primera plana de un periódico. Al interactuar con los medios de comunicación, evite responder a preguntas hipotéticas, recuerde que el micrófono realmente nunca está apagado, y nunca acepte hablar "off the record". La única respuesta pública a una crisis es la honestidad.

Un aspecto fascinante de la vida para un ejecutivo que está en el ojo público es que hay muy pocas formas para aprender el arte del estilo cordial. Tampoco hay privacidad. Pero hay premios y uno generalmente recibe un buen salario por las limitaciones impuestas. Los medios de comunicación siempre están viendo, y cualquier paso en falso en su vida personal puede ser distorsionado. Los que asumen un puesto de liderazgo público pueden esperar un trato duro cuando las cosas salen mal. Si las cosas salen bien, el silencio de los medios debería ser aceptado con agradecimiento.

Si todas las sugerencias de arriba se resumieran en un mensaje esencial que le pudiera ofrecer a una persona que acaba de llegar a la vida pública, sería este: diga la verdad, en el trabajo y en público. Pero también recuerde: uno no tiene que responder todas las preguntas ya sea de un colega o de un reportero. La prensa aceptará una objeción a la pregunta, pero una mentira casi siempre se descubre pronto, y el daño a la reputación de la persona que miente —y a menudo a la organización que esta persona representa— es severo.

Si no puede responder o decide no hacerlo, dígalo y siga adelante. Podría parecer sencillo y fácil de hacerlo, pero fíjense los pocos que logran hacerlo.

Vincent fue presidente de Columbia Pictures Industries Inc., vicepresidente ejecutivo deCoca-Cola Co. KO -0.21% , y el octavo comisionado de la liga profesional de beisbol.

ACONTECER ECONÓMICO CUBANO



Por Pedro Meluzá López

Firma Cuba importantes acuerdos con Venezuela y Brasil
 
VITALES ACUERDOS de cooperación para este año por 1,259 millones de dólares suscribieron Cuba y Venezuela, en los campos de la salud, la agricultura, la economía, el deporte y la educación. El anuncio lo hizo el presidente venezolano Nicolás Maduro en La Habana, en entrevista con periodistas cubanos tras finalizar la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. En esta colaboración bilateral, dijo, "hemos venido afinando la puntería" y acabamos de firmar 56 nuevos convenios solo para el 2014 que constituyen "inversiones conjuntas para el desarrollo. Se vienen fortaleciendo las inversiones petroleras, energéticas, petroquímicas". Añadió que en estos momentos en su país laboran "algo más de 35,000 cooperantes cubanos". Horas antes la mayor de las Antillas había firmado con Brasil dos memorandos de entendimiento entre empresas de ambos países para desarrollar negocios en la Zona Especial Mariel en las producciones de plásticos y cigarrillos. Fuentes oficiales en Brasilia confirmaron que una misión empresarial de Brasil visitará Cuba a finales de marzo próximo, para avanzar en la identificación de oportunidades de inversión en sectores priorizados por ambos gobiernos, sobre todo en la Zona Especial de Desarrollo Mariel. La delegación la integrarán directivos y especialistas de las industrias biotecnológica, farmacéutica y agroalimentaria, entre otras áreas.

Dificultades con la entrega de leche
TEMA PREOCUPANTE en el sector agropecuario lo constituye la entrega de leche por parte de productores campesinos a la industria y las tiendas de comercio (bodegas), manifestó el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez, al hablar en el IX Pleno del Comité Nacional de la Asociación de Agricultores Pequeños (ANAP). Desde la reunión anterior de septiembre, el menor avance se presenta en la ganadería, sobre todo por el incumplimiento de los contratos en la entrega del lácteo, señaló el titular. El pasado año, destacó, se dejaron de contratar cerca de 30 millones de litros, aun cuando existía el potencial para ello, y el país tuvo que suplir ese déficit con la importación de leche en polvo. En este 2014 todavía faltan 13 millones de litros por contratar, de un total declarado de producción de 532 millones, precisó, y agregó que su organismo debe construir para finales de junio próximo 974 estaciones de acopio del vital alimento y todos los laboratorios ya están en la Isla.

Medicamentos cubanos en más de 50 países

LOS PRODUCTOS de la industria médico-farmacéutica y biotecnológica de Cuba ampliaron en el pasado año sus mercados exteriores y ya se exportan a más de 50 naciones de todo el mundo. Directivos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente brindaron la información al diario Granma y agregaron que de los 880 renglones del Cuadro Básico de Medicamentos, la industria nacional produce 580, incluidas ocho de las 13 vacunas empleadas en el programa de inmunización.

Efectiva innovación en transportación de azúcar

PARA AUMENTAR el número de tolvas destinadas al traslado de azúcar, en los talleres ferroviarios 9 de Abril, de Sagua la Grande, adaptaron cubiertas metálicas a los carros de transporte de piedras, lo cual resguarda el alimento y carga unas 50 toneladas de crudos en cada uno de los equipos modificados. Según el semanario villaclareño Vanguardia, la inventiva surgió a partir de la petición de la Unión de Ferrocarriles de Cuba, ante la necesidad de incrementar el transporte ferroviario empleado con estos fines durante la etapa de zafra. El techo se desmonta al culminar la producción azucarera para volver a utilizar las tolvas en el traslado de áridos. El director de la entidad, Jorge Cruz, informó que además se mejoró el sellado de las compuertas inferiores de los contenedores para evitar el derrame del grano en el traslado.

En el mercado externo, agregó, cada tolva tiene un costo superior a los 400 mil dólares y nuestra producción resulta muy inferior y en moneda nacional.

Arroz, caña y soya beneficiados con obra hidráulica
EN ZONAS de la arrocera Sur del Jíbaro, en La Sierpe, Sancti Spíritus, se acomete la la interconexión hidráulica entre los trasvases Zaza-Camagüey y Zaza-Ciego, como parte del programa inversionista por siete millones de pesos que se desarrolla en la cuenca de Jatibonico Sur y que beneficiará los planes de fomento del arroz, la caña y la soya en dicha provincia y en la vecina de Ciego de Avila. En la región ya concluyeron varias obras y para marzo el Instituto de Recursos Hidráulicos proyecta terminar la citada interconexión, informó el semanario Escambray.

Se acerca el XVI Festival del Habano

NOVEDOSA PROPUESTA de alianza de tabacos cubanos con cervezas internacionales será la principal atracción del Festival del Habano, que en su edición 16 se celebrará en La Habana del 24 al 28 de febrero y para el cual ya han confirmado su asistencia representantes de 70 países.

Entre los concurrentes figuran comerciantes, productores, empresarios, coleccionistas, sommeliers, artistas y amantes de uno u otro artículo, dieron a conocer a la prensa los organizadores del tradicional evento, que en esta ocasión rendirá homenaje a cuatro de las prestigiosas marcas del vitolario cubano. Los asistentes visitarán vegas y fábricas de tabacos y estarán en la feria comercial, la cena especial y subasta de humidores y presenciarán conferencias y exposiciones sobre el tema, reportó el semanario Opciones.

(Cierre: 7/2/14)

Fuentes: AIN, Opciones, Granma, Cubadebate, AFP y Escambray.

Salud, trabajo, mentiras

El miércoles, Douglas Elmendorf, director de la imparcial Oficina Presupuestaria del Congreso, decía lo evidente: quedarse sin trabajo y optar por trabajar menos no son lo mismo. Si uno se queda en paro, pasa por una situación personal y económica terriblemente difícil. Si, en cambio, decide trabajar menos y pasar más tiempo con la familia, “no le compadecemos. Le felicitamos”.

Y ahora ya saben todo lo que tienen que saber sobre la última falsedad de la siempre mendaz campaña contra la reforma sanitaria.

Recapitulemos. El martes, la oficina presupuestaria publicaba un informe sobre las perspectivas fiscales y económicas que incluía dos apéndices dedicados a los efectos de la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible.

El primer apéndice apenas atrajo la atención de los medios de comunicación, a pesar de que era una auténtica bomba. Gran parte del debate sobre la reforma sanitaria sigue empañado por los pésimos comienzos de Obamacare y se da por hecho que el programa sigue siendo un desastre. Algunos hemos señalado que últimamente las cosas van mucho mejor; aunque ahora es más o menos oficial. La oficina presupuestaria prevé que las inscripciones en el programa de principios de año solo se queden ligeramente por debajo de lo esperado y que el número de estadounidenses sin seguro que pasarán a estar asegurados será prácticamente el que se predijo la primavera pasada.

Sin embargo, esta buena noticia ha quedado eclipsada por las falsas afirmaciones sobre el significado del segundo apéndice del informe, dedicado a la oferta de mano de obra.

Siempre hemos tenido claro que la reforma sanitaria inducirá a algunos estadounidenses a trabajar menos. Algunos, por ejemplo, se jubilarán antes porque ya no tendrán que seguir trabajando para conservar su seguro médico. Otros reducirán su horario laboral para pasar más tiempo con sus hijos, porque el seguro ya no estará supeditado al hecho de tener un trabajo a tiempo completo. Más sutilmente, el aliciente para trabajar se reducirá un poco debido a que las subvenciones para el seguro médico disminuyen a medida que los ingresos aumentan.

Siempre hemos tenido claro que la reforma sanitaria inducirá a algunos estadounidenses a trabajar menos
Ahora la oficina presupuestaria ha revisado al alza el cálculo aproximado que hizo sobre estos efectos. Cree que la reforma sanitaria reducirá el número de horas trabajadas en la economía entre un 1,5% y un 2% y, en un comentario que no ayuda mucho, señala que esto “supone una disminución equivalente a unos dos millones de trabajadores a tiempo completo”.

¿Por qué no ayuda mucho? Porque los políticos y, siento decirlo, también muchas organizaciones, se han aferrado inmediatamente a la cifra de dos millones y han tergiversado por completo su significado. Por ejemplo, el representante Eric Cantor, presidente de la Cámara de Representantes, se apresuró a publicar esto en su cuenta de Twitter: “Con Obamacare, millones de estadounidenses trabajadores se quedarán en paro y los que sigan trabajando verán reducirse sus jornadas laborales y sus salarios”.

En toda esa afirmación, no había ni una sola palabra que fuese verdad. El informe de la oficina presupuestaria no dice que la gente se vaya a quedar sin trabajo. Afirma categóricamente que la disminución prevista en el número de horas trabajadas se deberá “casi enteramente a que los trabajadores optarán por trabajar menos” (la cursiva es mía). Y como ya hemos visto, Elmendorf hizo lo que pudo al día siguiente por explicar que las reducciones voluntarias en las horas trabajadas no se parecen en nada a la pérdida de empleo involuntario. Ah, y debido a que se reducirá la oferta de mano de obra, los sueldos subirán, no bajarán.

Deberíamos añadir que la oficina presupuestaria cree que, de hecho, la reforma sanitaria reducirá el paro durante los próximos años.

Para ser claros, la caída a largo plazo del número de horas trabajadas que se prevé no es del todo buena. Los trabajadores que decidan pasar más tiempo con la familia saldrán ganando, pero también impondrán una cierta carga al resto de la sociedad; por ejemplo, pagando menos impuestos sobre la nómina y sobre la renta. De modo que Obamacaretiene ciertos costes que se suman a los de las subvenciones del seguro médico. Sin embargo, si probamos a echar la cuenta, el resultado indica que estamos hablando de costes bastante bajos, no de los “efectos devastadores” que pronosticaba Cantor en su siguiente tuit.

¿Estaba mintiendo Cantor? ¿O simplemente desconocía los fundamentos de la reforma y no estaba dispuesto a leerse bien el informe antes de proclamar a los cuatro vientos su versión tergiversada de lo que decía? Lo mismo da; porque aunque fuese ignorancia, era una ignorancia intencionada. Recuerden que, en todo momento, la campaña contra la reforma sanitaria ha aprovechado cada argumento que ha podido encontrar en contra de asegurar a quienes no tienen seguro, sin tener en cuenta jamás la verdad y la lógica.

Piensen en ello. Tuvimos las inexistentes listas de la muerte. Tuvimos las falsas afirmaciones de que la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible dispararía el déficit. Tuvimos las supuestas historias de terror de estadounidenses de a pie que tendrían que afrontar unas subidas enormes del seguro, historias que se venían abajo en cuanto las analizabas. Y ahora tenemos un cálculo técnico bastante inofensivo tergiversado y presentado como un perjuicio económico descomunal.

Mientras tanto, la realidad es que la reforma sanitaria estadounidense —aun con sus defectos y siendo incompleta— se va afianzando. No, no habrá millones de estadounidenses que se quedarán sin trabajo, sino decenas de millones que tendrán la seguridad de saber que pueden recibir y permitirse la asistencia médica que necesitan.

Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de 2008

© New York Times Service 2014

Nueva fábrica para producir bioestimulante agrícola en Cuba

Ciego de Avila, Cuba (PL) Una nueva planta para la producción de bioestimulante Fitomás-E entró en funcionamiento en Cuba, lo cual beneficiará el crecimiento de caña de azúcar y otros cultivos agrícolas en el país.La moderna fábrica de tecnología europea funciona en áreas aledañas al central azucarero Ciro Redondo, en Ciego de Avila, 430 kilómetros al este de La Habana, y tiene una capacidad para elaborar anualmente cuatro millones de litros del producto.

Miroslava Lorenzo, especialista de la instalación, señaló a Prensa Latina, que el bioestimulante foliar resulta de alta demanda en el mundo por ser un producto ecológico con gran efecto antiestrés frente a la sequía.

Puntualizó que la avileña es la segunda y más grande planta de fitomás de la Isla, la otra se localiza en el Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar, en La Habana.

Este año la unidad tiene planificado producir dos millones 800 000 litros destinados a las provincias centrales y orientales para reducir la compra de estimulantes en el mercado internacional , resaltó Lorenzo.

Desde hace varios años en Cuba se emplea el fiotomás en las plantaciones cañeras con muy buenos resultados en el incremento de los rendimientos por hectárea y la calidad de las cosechas, explicó.

Manifestó que en el país existe probada efectividad del bionutriente en más de una veintena de cultivos, entre estos, la caña, el arroz y en una variada gama de viandas y hortalizas.

Tres aniversarios y tres economistas en revolución


Dr.Lázaro Díaz Fariñas
Departamento de desarrollo económico, Facultad de economía, universidad de la Habana, cuba. lazarofp@fec.uh.cu

Me honra el encargo de la dirección de la Revista Economía y Desarrollo para que escriba una reseña de la vida y obra de tres economistas imprescindibles del siglo xx cubano, que desarrollaron su quehacer revolucionario en disímiles condiciones, pero con una entrega sin par a la causa revolucionaria de Cuba y de Latinoamérica, desde una militancia marxista leninista. El primero de los homenajeados es el Dr. Carlos Rafael Rodríguez, militante comunista de larga data, hombre político y literato eminente, economista por vocación o por las circunstancias difíciles en que lo situó la lucha de clases; a él le rendimos tributo, por una vida magnífica, en su centenario. Los otros dos, a quienes recordamos en el aniversario cincuenta de su desaparición física, son el economista cubano Raúl Cepero Bonilla, periodista ardiente que devino ministro en el proceso revolucionario, y el eminente economista marxista mexicano Juan Francisco Noyola, quien dejó sus comodidades de académico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para vestir el verde olivo del miliciano y optar por la «ingratitud posible de los hombres» –como dijera a Máximo Gómez nuestro Martí, una vez que lo invitaba a los quehaceres difíciles del hacer revolución; ambos fallecieron en un trágico accidente aéreo ocurrido el 27 de noviembre de 1962, en Perú, junto a otros miembros de la delegación cubana que acababa de asistir a una importante conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

No pretendemos hacer ningún aporte distinto a lo que se ha escrito o dicho sobre ellos por otras personas más calificadas que quien modestamente escribe estas palabras. En todo caso, se trata de aspectos que el autor considera relevantes tras años de consulta de las ideas de estos economistas, en su condición humilde de profesor de la asignatura Historia del Pensamiento Económico Cubano que se imparte en las carreras económicas, y que en el quehacer actual deberían ser consideradas especialmente por los que pretenden o intentan entender y transformar la economía cubana.

Empezaremos nuestro bosquejo por la figura de Carlos Rafael Rodríguez; para ello hicimos una cita obligada de un artículo suyo publicado en Letra con Filo(Rodríguez, 1979) y ponemos al lector en contacto con una obra monumental, esfuerzo de varios editores y del propio Carlos Rafael. En las palabras sobre el autor se nos dice que nació el 23 de mayo de 1913, en Cienfuegos; allí cursó sus estudios primarios en un colegio jesuita y los secundarios en la orden de los Hermanos Maristas. Matriculó posteriormente en la Universidad de La Habana, de cuya Facultad de Derecho se graduó como Primer Expediente y Premio Nacional en Memoria de González Lanusa. Como era tradición en la época, fue también Primer Expediente en la Facultad de Ciencias Sociales.

Me permito en este momento una pequeña digresión, algo a lo que ya nos habíamos referido en una reseña anterior para esta revista, y tiene que ver con las personalidades y las clases sociales en la historia. Carlos Rafael fue contemporáneo de Felipe Pazos y Roque, también alumno eminente que lograra altas cotas en su desempeño intelectual y profesional. Llegó a identificar las causas primigenias del subdesarrollo pero no pudo avanzar a posiciones revolucionarias para la solución del problema nacional. Y es que Carlos Rafael sí fue un revolucionario toda la vida, desde su juventud hasta la hora aciaga, cuando ya pleno de vejez tuvo que enfrentar el dantesco desenlace del llamado socialismo real, al que admiró y del que fue también un crítico consecuente.

Retomo la idea inicial. Carlos Rafael se dio a conocer como revolucionario en 1929, al calor de las luchas estudiantiles contra la dictadura de Gerardo Machado. En 1930 formó parte del Directorio Estudiantil creado en Cienfuegos con motivo del asesinato del estudiante Rafael Trejo. Fue dirigente de ese órgano durante el proceso de lucha revolucionaria. Para el año 1931 ya estaba en manos de los esbirros machadistas sufriendo prisión.

El 4 de septiembre de 1933, al ser depuesto por el movimiento de soldados y estudiantes el Gobierno Provisional de Carlos Manuel de Céspedes, fue designado parte del triunvirato que gobernó la Alcaldía de Cienfuegos. En octubre de ese propio año, inconforme con la actitud de algunos miembros del Directorio, renunció a su condición de alcalde de Cienfuegos y de miembro de aquella organización. En un evidente proceso de radicalidad revolucionaria, nuestro Carlos Rafael pasó a militar dentro del Ala Izquierda Estudiantil, bajo la dirección del primer Partido Comunista de Cuba, al que ingresó en 1936. En 1937 habló en nombre de los estudiantes en el acto de la Universidad de La Habana, al devolvérsele a esta institución la autonomía universitaria menoscabada por el probatistiano Miguel Mariano Gómez.

Su labor de educación de las masas trabajadoras y de los sectores excluidos del reparto neocolonial lo llevaron a dirigir e impulsar varios órganos de prensa, dentro de estos la revista El comunista, de la que fue codirector entre 1938 y 1940.

Una vez que concluyó sus estudios universitarios en 1939 se dedicó íntegramente a la lucha revolucionaria. Su principal escenario de combate fue la dirección del Partido Unión Revolucionaria Comunista. Fue elegido miembro de su Comité Nacional, posición que mantuvo todo el periodo de trasformación de ese partido en Partido Socialista Popular (PSP) y hasta su disolución, en 1960, una vez que se integra las nuevas estructuras revolucionarias que dieron como resultado la fundación en 1965 del nuevo Comité Central del Partido Comunista de Cuba, del que formó parte.

Dentro del PSP fue de los que mejor comprendieron la actuación de Fidel Castro en el escenario de la lucha de clases en Cuba. Después del 26 de julio de 1953 fue elegido miembro del Buró Ejecutivo Nacional del PSP, que dirigió la actividad clandestina de aquel partido. Viajó por América Latina para buscar solidaridad hacia la causa revolucionaria. En junio de 1958 fue designado representante del Partido ante Fidel Castro en la Sierra Maestra; ello incluyó, además, el apoyo a las columnas de los Comandantes Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara en su avance hacia la capital. Luego regresó al escenario fundamental de la lucha hasta el fin de la insurrección nacional.

Afiliado a la obra de la Revolución Cubana en las posiciones de avanzada, también merece mención aparte su indudable aporte a la unidad de las fuerzas revolucionarias, la crítica revolucionaria al sectarismo y otras manifestaciones contrarias a la imprescindible unidad de los revolucionarios en tiempos de revolución. Detallar cada una de las actividades realizadas por Carlos Rafael sería algo que no cabe en estas apretadas cuartillas, que no agotan la inmensidad de su obra revolucionaria. Preferimos decirles a las jóvenes generaciones que se acerquen a esta fascinante personalidad, tal y cual lo recordamos: un hombre que combinaba, con la pulcritud envidiable del mejor actor, la palabra sincera, culta, apasionada y certera de un intelectual de alto vuelo con una vocación revolucionaria y sacrificio sin límites, sin que con ello se apartara del refinamiento más exquisito.

Ante todo, Carlos Rafael fue un intelectual orgánico y un estadista de alto vuelo, por lo que ocupó la primera vicepresidencia del Consejo de Estado y de Ministros después de instaurado el Estado Socialista, luego de 1976. Sobre todo fue un estudioso de la estructura clasista de la sociedad cubana; lo demuestra su genial interpretación de los postulados de la lucha de clases desarrollados por Marx, Engels y Lenin y su aplicación en Cuba. No hay en la Isla obra que supere hasta hoy su comprensión de la inevitabilidad del socialismo en Cuba y de la explicación de por qué no habría transformación, en los marcos del capitalismo dependiente, posible para este país. Sin falsa erudición confesó que su aporte fundamental había sido comprender, junto con otros de su generación, las diferencias entre crecimiento y desarrollo, ya más en el plano de lo estrictamente económico. Entre los aportes que perduran de su obra se encuentra la visión del periodo de transición del capitalismo al socialismo, de indudable valor teórico y metodológico para el desarrollo del socialismo en el siglo xxi. Carlos Rafael superó el dog- matismo imperante en su partido, visible en su propia obra. Fue un crítico resuelto de lo que él mismo denominó la «nomenclatura marxista», en abierta alusión a los que identificaban los caminos seguidos por la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y el resto del campo socialista como regularidad histórica. Por la importancia que reviste en las nuevas condiciones históricas, reproducimos un fragmento de su obra «Cuba en el tránsito al socialismo» (Rodríguez, 1979), sobre la que debemos volver los que aspiramos a ser revolucionarios, una y otra vez en busca de su hálito, beber de ella para entender nuestro presente desde nuestro pasado. Sea este, pues, el homenaje mayor a nuestro Carlos Rafael, el de la letra con filo, el de la pluma en ristre, el intelectual enamorado de su pueblo y de la causa del socialismo; para ello no dudó en renunciar a su condición pequeño burguesa y de clase –suicidarse como clase, en alusión a sus propias palabras sin negarse nunca a sí mismo.

La victoria de los pueblos contra el nazismo alemán, el fascismo italiano y el militarismo nipón constituyó el punto de partida para la gran transformación histórica que condujeron [sic] a la formación de un verdadero campo socialista internacional, constituido por varios países. La Unión Soviética –que tan decisiva participación tuviera en aquella victoria quedaba, así, librada del dramático aislamiento en que hasta entonces había vivido, cercada por los países capitalistas y bajo acechanza permanente de las fuerzas del imperialismo.

En el periodo de los diez años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, países europeos y asiáticos de las más diversas características y en las más variadas etapas del desarrollo económico emprendieron el rumbo al socialismo.

Lo que empezó siendo en la Unión Soviética una experiencia singular, aunque se tratara de una singularidad enriquecida por el hecho de que dentro de su marco común coincidieron múltiples nacionalidades en fases bien diversas de su desarrollo histórico, pasaba a ser una vasta experiencia matizada por muy complejos procesos en la construcción mundial de una sociedad socialista.

La diversidad se acentuó, sobre todo, en el periodo inicial, es decir, en el llamado periodo de transición, la etapa más o menos larga (según los distintos casos históricos), en que los remanentes capitalistas van expirando y desapareciendo, mientras las formas socialistas se consolidan y amplían.

Una vez que el socialismo triunfa y se afianza, las estructuras económicas tienden a hacerse similares, las clases sociales son más o menos las mismas, aunque se diferencien en sus rasgos nacionales. En cambio, mientras se esté de tránsito del capitalismo al socialismo, las diferencias de esos procesos en un país industrial, como Checoslovaquia y otros con arrastres feudales y predominio de la pequeña producción mercantil, como Viet Nam, son considerables.

Se explica por ello la atención que la teoría marxista le ha dado en los últimos años al llamado periodo de transición. Examinar sus rasgos comunes y reconocer sus peculiaridades inevitables, ha sido una tarea acometida por los marxistas de numerosos países.

Importa ante todo definir el contenido verdadero del periodo de transición. La primera referencia histórica a este problema la encontramos en Marx, cuando en la Crítica al Programa de Gotha expresaba: «Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el periodo de transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A ese periodo corresponde también un periodo político de transición, cuyo Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado».

Examinando el contenido de esa referencia de Marx, Lenin a su vez añadía:

Este periodo no puede menos que aunar los rasgos o las propiedades de estos dos sistemas de economía social. Por fuerza tiene que ser un periodo de lucha del capitalismo agonizante y el comunismo naciente o, dicho en otras palabras, entre el capitalismo derrotado pero no aniquilado y el comunismo ya naciente pero todavía débil.

En ambos casos tanto Marx como Lenin se refieren a una etapa entre el capitalismo y el comunismo. Es obvio, sin embargo, que la palabra comunismo está empleada aquí no solo para referirse a la llamada fase superior de la sociedad comunista sino también para designar su periodo inicial, o sea, en lo que la terminología marxista contemporánea se ha denominado fase socialista.

En este sentido es el propio Lenin quien nos aclara: «A lo que se acostumbra a denominar socialismo, Marx lo llama “primera” fase o fase inferior de la sociedad comunista. Por cuanto los medios de producción se convierten en propiedad común, puede emplearse la palabra “comunismo” siempre y cuando que no se pierda de vista que este no es el comunismo completo».

Es evidente desde luego, que el periodo de transición comprende la fase que va desde la derrota de las fuerzas sociales y políticas que representan el capitalismo y a la dominación imperialista extranjera en los países coloniales y neocoloniales hasta el momento en que el régimen social del país en que ha tenido lugar la revolución puede ser caracterizado ya como socialista, por haberse establecido en él, de una manera definitiva y permanente, las formas de propiedad y las relaciones de producción socialista y comenzar el proceso de construcción comunista.

Al estudiar ese periodo de transición, son muchos los autores marxistas que insisten en la necesidad de precisar, sobre todo sus leyes comunes, es decir, aquellas características inevitables que coinciden en todos los procesos de transición, con independencia de la etapa de desarrollo en que se encuentre el país que pasa al socialismo, sin importar cuáles fueron sus peculiaridades nacionales y sus singularidades históricas y nacionales y sus singularidades históricas o geográficas.


Es cierto que, como dicen estos autores, los revisionistas han tratado por todos los medios de disminuir la importancia de esas leyes comunes y ponen énfasis en las peculiaridades nacionales. Pero por otra parte no deja de ser asimismo cierto que puntualizar y señalar la existencia innegable de leyes comunes que presiden el cambio, el tránsito del capitalismo al socialismo, no basta para abarcar en toda su riqueza el complejo proceso de ese tránsito.

No puede olvidarse que una de las diferencias entre las ciencias de la naturaleza y las de la sociedad consiste en que mientras las abstracciones de las leyes físicas o químicas representan procesos ineluctables, la intervención del hombre –clases y grupos sociales introducen en el campo de las leyes de la sociedad variaciones que sin negar la vigencia de aquellas, complican su funcionamiento y condicionan la forma en que rigen el proceso histórico.

Por ello estimamos que en el estudio del periodo de transición se hace tanto más importante tomar en cuenta las peculiaridades, sin olvidar lo general, pues el desconocimiento de lo que es peculiar, puede conducir, y conduce, a graves errores de estrategia y táctica, tanto en lo político como en lo económico. Las vías contemporáneas hacia el socialismo son muy variadas y esa variedad refleja la enorme influencia del socialismo en la vida social de nuestro tiempo. Pretender reducirlas a esquemas es cerrarle caminos a la historia. (pp. 293-294)

Carlos Rafael dejó de existir en el año 1997, pero su legado en todos los órdenes de la vida nacional y de las relaciones internacionales, y sobre todo «con los pobres de la tierra», perdurará por siempre en el imaginario histórico de nuestro pueblo.

Por su parte, para hablar sobre Raúl Cepero Bonilla tomamos en consideración el prólogo de la obra Raúl Cepero Bonilla: escritos económicos,del eminente profesor Félix Torres Verde (pp. XIII-XV), a quien de cierta forma dedicamos estas páginas –no tuve la dicha de conocerlo, pero su memoria está viva en nuestro departamento.

Cepero, como es conocido entre nosotros, nació en Sagua la Grande, antigua provincia de Las Villas, el 28 de septiembre de 1920. Además de comentarista económico fue profesor de sociología del Instituto de Segunda Enseñanza del Vedado, en La Habana. Formó parte, como asesor económico, de la delegación cubana a la Reunión del Acuerdo General de Aranceles y Comercio, celebrado en Torquay, Inglaterra, en 1950.

Su crítica viril alcanzó a los gobiernos de turno, representantes del poder imperialista en nuestro país. Mantuvo una activa oposición al régimen de Batista, por lo que sufrió persecuciones y vejaciones por parte de este. Con el advenimiento de la Revolución, ocupó varios cargos de responsabilidad dentro del Gobierno Revolucionario desde sus primeros momentos, entre ellos el de Ministro de Comercio y Presidente del Banco Nacional de Cuba. Además de su labor como economista fue un brillante periodista no creo que existan hoy profesionales en este campo con la sagacidad y conocimiento de la economía que tuvieron Cepero u Oscar Pinos Santos y destacado historiador. A pesar de sus ocupaciones múltiples le dedicó tiempo considerable al estudio e investigación de nuestra historia patria, y fue fundador y miembro del Consejo Asesor del Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de Cuba.

El pensamiento económico de Cepero Bonilla fue combatiente, revolucionario y crítico. Sus obras se basaban en el análisis marxista, muy apegadas a la lucha de clases, a la defensa de los trabajadores y del pueblo en general frente a los abusos de la oligarquía que sometía a nuestro país a la más despiadada explotación capitalista. En esta dirección fue un destacado estudioso de nuestra historia económica –un déficit en nuestros estudios académicos y de las raíces de nuestro pensamiento económico. Una de sus obras más destacas fue Azúcar y abolición (1948) (Cepero Bonilla, 1971, pp. 1-276).

Sin embargo, creemos que sus aportes mayores antes del triunfo revolucionario se realizaron desde diferentes órganos de prensa, en especial Prensa Libre, dedicado a la crítica revolucionaria, a la política económica batistiana conocida como «del gasto compensatorio» y, muy especialmente, a artículos relacionados con la industria azucarera. En el primero de los casos demostró científicamente el efecto perverso que sobre la balanza de pagos tenían las obras improductivas desarrolladas en aquella época; en el segundo desenmascaró la verdadera naturaleza de la política azucarera del régimen y la incidencia de esta política en la institucionalidad creada a partir de 1948 con el surgimiento del Banco Nacional de Cuba y de la banca paraestatal. La tragedia señalada al inicio de este texto truncó la existencia magnífica de Cepero y de sus aportes a la transición al socialismo en Cuba. De este autor le presentamos al lector un trabajo que, escrito en otra época y enfocado a la crítica a los gobiernos de turno, cobra hoy actualidad por la misma naturaleza socioeconómica del fenómeno que se aborda; nos referimos al problema de la inflación (Cepero Bonilla, 1947).

El momento presente cubano se caracteriza, en lo económico, por la inflación, es decir, por el alza ilimitada de los precios de las mercancías y de los servicios. Esto ha agudizado en grado extremo la difícil situación económica de nuestras clases humildes, incluyendo también a la clase media, en su mayor parte formada por obreros de cuello y corbata. Es indudable que el aumento de los precios de las mercancías determina una rebaja sensible en los salarios de los trabajadores, cuando estos no guardan el mismo ritmo ascendente que los precios de las mercancías. Y este es el caso de Cuba. Cierto que nominalmente, se han efectuado distintos aumentos de los salarios; pero no es menos cierto que estos siempre han sido insuficientes para cubrir el espacio ganado por la voracidad de la inflación reinante.

La depreciación del peso cubano está recayendo sobre los hombros de las clases trabajadoras imponiéndoles la miseria y el hambre; aunque esa depreciación esté significando para los potentados de nuestro comercio, industria y propiedad una extraordinaria fuente de utilidades marginales. Este fenómeno cabe interpretar- lo, así, en su sentido contradictorio. Lo que es para unos –los menos– chorros de millones de pesos, es para otros –los más– aluvión que los empuja a la estrechez y las necesidades insatisfechas. De aquí que existan fuerzas sociales que trabajen, en este problema concreto del problema económico social cubano, en sentidos opuestos y hasta antagónicos. Los hay que pretenden, al parecer, perpetuar este estado de cosas; pero no faltan quienes se rebelen contra las inequidades sociales del inflacionismo operante.

Contra la inflación se pueden esgrimir dos remedios. El aumento de los salarios y sueldos y la intensificación del movimiento productivo. El primero casi siempre resulta un paliativo, que a la larga tiene un efecto contraproducente, pues provoca, inevitablemente como réplica de los beneficiados de la inflación un nuevo aumento de los precios del abastecimiento, pretextando encarecimiento de los costos de producción con el nuevo tipo de salario acordado. El segundo sí es de verdad un remedio efectivo al mal. La inflación actúa sobre la escasez. Superada esta pierde su base de sustentación. Y es la producción la que se encarga de nivelar la oferta y la demanda. Pero mientras no se esté aplicando esa política que acelere el ritmo productivo de la nación hay que pelear por la elevación de los salarios.

Producir en cantidades mayores los artículos necesarios para el abastecimiento del pueblo, he ahí la solución que el angustioso minuto cubano reclama. No supimos aprovechar las condiciones ventajosas que nos ofreció la pasada guerra mundial, para modificar sustancialmente nuestra estructura económica. Los interesados en que ello no se hiciera tenían la atención en un problema más grave y peligroso para ellos. Además, necesitaban de nuestro esfuerzo económico. Pero una vez más desaprovechamos una excelente oportunidad para zafarnos de nuestros lasos [sic] de sujeción extranjera. El monocultivo continuó prevaleciendo en nuestros campos, y hasta los productos que se utilizan en la alimentación del pueblo siguieron ahora en mayores escalas, importándose del extranjero. Sería importante precisar, estadísticamente, si en estos años Cuba ha progresado realmente en el proceso de diversificación de su agricultura y de su industria. Tal vez el resultado de la investigación sería desconsolador.

El terrible problema que de inmediato había que solucionar, la escasez de productos y alimentos, no atrajo el interés y el esfuerzo de nuestros políticos. La inflación había beneficiado también al presupuesto general de la nación, y los políticos cubanos, miopes o malintencionados, preferían entretener su tiempo en la puja inacabable por distribuirse nuevas prebendas y sinecuras. Nadie se ocupó de elaborar y de realizar un programa de política económica. No desconozco que se crearon organismos con ostentosos nombres para atender el problema económico cubano; pero aquello se hacía para satisfacer apetencias burocráticas y no nacionales. La tierra cubana permaneció soportando el anacrónico sistema de apropiación y producción que le impuso siglos atrás el coloniaje español.

Los ingenios produciendo a toda máquina, las cosechas de caña creciendo por zafra; pero toda la población cubana careciendo de todos los productos agrícolas que demandaba su consumo. No solamente existía la escasez de los artículos alimenticios, que casi todos podían producirse en Cuba, sino también escasez de otros artículos que se aplicaban para cubrir las necesidades del cuerpo, del espíritu o de la producción. Pero si esta dependía de factores extraños a nosotros, aquella a nosotros concernía. Si existían tierras laborables fuera de la producción, si existían campesinos que estaban dispuestos a cultivarlas, si las semillas y aperos de labranza eran de difícil solución, ¿por qué el pueblo estaba condenado a privarse a muchos productos agrícolas o ha [sic] pagarlos al precio de bolsa negra? El simple planteamiento de esta pregunta deja entrever que las bases de nuestra organización agraria están podridas, que hay que reorganizar y transformar toda esa estructura para que esas situaciones trastornadoras no se sustenten en realidades inesquivables.

Pero si la escasez y la inflación se cebaron del hambre del pueblo cubano durante todo el periodo bélico, en esta etapa de la posguerra la cosa no ha cambiado, y lo que es más, amenaza agravarse hasta grados insospechados. Como nuestra producción no se ha diversificado ni intensificado, salvo la azucarera, dependemos hoy tanto o más que ayer de Estados Unidos para atender todos los renglones de nuestro consumo nacional. También Estados Unidos está viviendo una febril etapa inflacionista, y de llevarse a la práctica el Plan Marshall, es de suponer que las exportaciones americanas a Cuba, muchas de ellas sujetas a limitadas cuotas, serán reducidas considerablemente. Esto impondrá una agudización del inflacionismo cubano. Los salarios y sueldos de los obreros, empleados y profesionales, sufrirán una nueva merma real, aunque, nominalmente, parezcan que han sido elevados. Ese problema puede ser resuelto por una política económica decidida del gobierno, en ademán de verdadera reforma agraria. Lástima que el doctor Germán Álvarez Fuentes, ministro de agricultura, sea un farmacéutico y no un técnico de la política agraria. (pp. 29-30)


El último de los economistas homenajeados –y no por ello menos relevante fue Juan Francisco Noyola Vázquez. Nació en San Luis Potosí, México, en 1922. Es reconocido como el autor original de la teoría estructuralista latinoamericana de la inflación, un aporte de carácter duradero a la teoría económica general. Murió en un accidente de aviación a los cuarenta años, como expresamos al inicio. Su temprana muerte, sus ideas radicales y el hecho de que sus escritos no se hayan traducido al inglés han impedido que se le conozca suficientemente en el mundo académico. Sin embargo, su influencia ha sido muy amplia y profunda sobre los economistas latinoamericanos contemporáneos y especialmente sobre los que trabajaron con la CEPAL.

Juan Noyola estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México la carrera de Licenciatura en Economía, además fue alumno fundador de El Colegio de México. Cuando contaba con 24 años trabajó en Washington en la División Latinoamericana del Fondo Monetario Internacional (FMI) (1946-1948), dirigida entonces por el economista cubano Felipe Pazos a quien denominó «maestro de toda una generación» y a quien superó no solo académicamente en la comprensión de la inflación, sino a la hora de hacer revoluciones. Regresó luego a México donde se desempeñó como asesor de la Secretaría de Hacienda (1948), y como funcionario de la Dirección de Estudios Financieros de dicha Secretaría. Apenas creada la CEPAL se incorporó a este organismo en 1950 y trabajó allí hasta 1959.

Cuando triunfó la Revolución Cubana se trasladó a Cuba como jefe de la misión de la CEPAL (1959-1960). Luego decidió quedarse en nuestro país y participó en la creación de la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN), en la que se desempeñó hasta su muerte como director de Planeación, Inversiones y Balances.

Al comenzar la década de 1960, el proyecto de la Alianza para el Progreso –que tuvo en Pazos uno de sus principales ideólogos comenzaba a gravitar cada vez con mayor fuerza en la región y sus planteamientos aparecían reiteradamente en los foros internacionales.

En 1961 Noyola viajó a Punta del Este (Uruguay) como asesor del Comandante Ernesto Guevara en la Conferencia Interamericana Económica y Social. Allí, al decir del Che, aquella delegación fue un modelo de disciplina, dentro de tanta desidia y oportunismo. Su voz de combate se sintió en las comisiones, junto con la del economista cubano Raúl León Torras, pues en los debates con los «técnicos» obtenía precisiones para los documentos finales, sobre aspectos tan importantes como la integración de los pueblos de distinto régimen social en el proceso de desarrollo, y además, sobre la creación de un nuevo mercado mundial de materias primas que no incluyera solo a Estados Unidos, sino también a los países europeos en proceso de integración y al Campo Socialista. La obra revolucionaria e internacionalista de Noyola se truncó precisamente cuando tomaban concreción algunas de sus ideas. Había llegado a la conclusión de que los gélidos recintos de la CEPAL no alcanzaban para hacer revolución desde donde él podía hacerlo mejor, en el ámbito de la economía práctica de cara al desarrollo económico y social. Exponemos al lector fragmentos de su obra cumbre «El desarrollo económico y la inflación en México y otros países latinoamericanos» (Noyola Vázquez, 1956).

Antes de iniciar esta breve charla quisiera decirles que no voy a hablar aquí como funcionario de Naciones Unidas, sino como mexicano y como profesor de la Escuela Nacional de Economía; es decir, creo que tanto lo que diga como lo que espero que ustedes digan, esté normado por la más absoluta libertad de criterio, por la más absoluta libertad de expresión; algunas de las cosas que voy a decir serán con toda seguridad objeto de controversia, pero creo que ese es el espíritu que debe prevalecer en una discusión de carácter académico como la de estas mesas redondas. De modo que lo que yo diga esta noche no tendrá por qué asociarse necesariamente con la institución en la que presto mis servicios, sino que será solamente la expresión de puntos de vista muy personales que quiero que se discutan en el terreno académico con la mayor amplitud posible. Algunas afirmaciones que haré ahora les podrán parecer a ustedes un poco dogmáticas. En realidad provienen del razonamiento, del análisis y el estudio de una serie de problemas, y como convicciones racionales y no dogmas están sujetos a discusión.

Con esta advertencia voy a iniciar esta lectura, que trataré de hacer lo más breve posible. Quisiera que me perdonaran que los primeros minutos los destine a una introducción teórica, también bastante breve.

La inflación no es un fenómeno monetario; es el resultado de desequilibrios de carácter real que se manifiestan en forma de aumentos del nivel general de precios. Este carácter real del proceso inflacionario es mucho más perceptible en los países subdesarrollados que en los países industriales.

No basta sin embargo, decir que la inflación es un fenómeno resultante de desequilibrios reales en el sistema económico. Para comprender ese fenómeno es preciso disponer de una teoría o de una serie de categorías o herramientas teóricas. Pero el análisis de la inflación no puede quedarse en la aplicación mecánica de esas categorías, y sobre todo cuando se trata de las que provienen de esquemas teóricos muy simplificados como el keynesiano o el sueco, que explican la inflación en términos de sobreinversión o de exceso de demanda sobre oferta disponible ex ante.

Hay sin duda otros enfoques más refinados que arrojan mucha luz sobre la verdadera naturaleza de la inflación; entre estos cabe citar, como todos ustedes conocen, el análisis de Kalecki, que destaca la importancia de la rigidez de la oferta y del grado de monopolio en el sistema económico, y sobre todo planteamientos como el de Henri Aujac que examina el comportamiento de las diversas clases sociales y su capacidad de regateo. Este último enfoque revela, con meridiana claridad, que la inflación no es sino un aspecto particular del fenómeno mucho más general de la lucha de clases.

Pero ni siquiera estos planteamientos nos pueden llevar muy lejos en la comprensión de los fenómenos inflacionarios en América Latina, si no se introducen en el análisis una serie de elementos derivados de la observación de la estructura y del funcionamiento de la economía de nuestros países. Al introducir tales elementos se llega a la conclusión inevitable de que la inflación es en cada país latinoamericano un problema específico y distinto, aún cuando puedan encontrarse una serie de rasgos comunes entre todos ellos. ¿Cuáles son los elementos que deben introducirse en el análisis? En rigor, todos los que sean capaces de dar origen a desequilibrios en el sistema económico. Entre ellos existen elementos de carácter estructural, como la distribución de la población por ocupaciones y las diferencias de productividad entre los diversos sectores de la economía.

Existen también elementos de carácter dinámico, tales como las diferencias del ritmo de crecimiento entre la economía y su conjunto y algunos sectores específicos: las exportaciones, la producción agrícola, etcétera.

Existen, por último, elementos de carácter institucional sea en la organización productiva del sector privado, grado de monopolio, métodos de fijación de los precios, grado de organización sindical; sea en la organización y el funcionamiento del Estado y en el grado y orientación de su intervención en la vida económica.

Ahora bien, ¿cómo combinar todos estos elementos en un esquema teórico fácil de manejar? Yo quisiera sugerirles a ustedes esta noche un modelo muy simple. En este modelo se distinguen dos categorías fundamentales: las presiones inflacionarias básicas y los mecanismos de propagación. Las presiones inflacionarias básicas se originan comúnmente en desequilibrios de crecimiento localizados casi siempre en dos sectores: el comercio exterior y la agricultura. Los mecanismos de propagación pueden ser muy variados, pero normalmente se pueden agrupar en tres categorías: el mecanismo fiscal (en el cual hay que incluir el sistema de previsión social y el sistema cambiario), el mecanismo del crédito y el mecanismo de reajuste de precios e ingresos.

En definitiva, la intensidad de una inflación depende primordialmente de la magnitud de las presiones inflacionarias básicas y secundariamente de la existencia de mecanismos de propagación y de la acción que estos desempeñan. Por lo tanto, para analizar la inflación en diversos países latinoamericanos es preciso identificar en cada uno de ellos las presiones inflacionarias básicas y determinar su intensidad, y en seguida observar si existen condiciones favorables a la aparición de mecanismos de propagación, descubrir cuáles son estos y cómo actúan. (pp. 1-2)


Hasta aquí han sido presentados algunos fragmentos de la fecunda obra de estos tres eminentes economistas, con el sano propósito de que el público lector tenga un contacto con la magnificencia de sus trabajos. En la actualidad, dentro de los gestores de política económica, de una parte, y la academia, de otra, en ocasiones son presentadas interpretaciones de la realidad económica con aires de esnobismo, sobre problemas que fueron ya analizados con anterioridad en el devenir histórico de la economía cubana, por nuestros más genuinos pensadores de antaño. Un acercamiento a la Historia Económica de Cuba y a la de nuestro pensamiento económico no debe ser comprendido como un mero hecho cultural o afición por la historia, es un ejercicio intelectual de alto vuelo que nos pone en contacto con una ciencia viva, aunque a veces re- mota en el pasado. Es deber de nuestros economistas de toda índole entablar un diálogo con estas disciplinas, beber de ellas, aprehender las lecciones del pasado, para no reiterar una vez más los mismos errores de antaño, ni pensar inocentemente que descubrieron la panacea del futuro.
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