"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

lunes, 30 de diciembre de 2013

DEMOCRACIA, TRANSPARENCIA E INTELECTUALIDAD REVOLUCIONARIA

ESTEBAN MORALES
UNEAC

No todos los intelectuales revolucionarios de este país, podemos estar presentes en las comisiones y órganos que el gobierno revolucionario crea para analizar los problemas. Pero si todos tenemos el derecho a someter al análisis crítico, todas las medidas que se adopten en cualquier sector de la vida nacional.

Luego, el resto de la intelectualidad revolucionaria, que no ocupa escaño en el Comité Central del Partido, en la Asamblea Nacional del Poder Popular, en las direcciones del gobierno, el estado y el partido, a todos los niveles del País, pueden actuar y comportarse como una complementariedad, de esas fuerzas, pudiéndosele considerándosele como una extensión de las que ocupan posiciones oficiales.

La Revolución es de todos los revolucionarios, no solo del Partido, del Gobierno ni del estado; es de todo el que se sienta cubano, revolucionario y quiera hacer su modesto aporte para que el País avance.

Unos tendrán la posibilidad de escribir, haciendo pública sus opiniones o enviándolas a las instancias que consideren oportuno. Otros, desde sus organizaciones en la sociedad civil, podrán trasmitir sus valoraciones para que lleguen a las instancias que están obligadas a tomarlas en consideración.

Para ello, es necesaria la mayor democracia, a nivel de todas las organizaciones, comenzando por el Partido, hasta los dispositivos gubernamentales y todas las instituciones que forman el estado y gobierno de la nación. Junto a los indudables ajustes y cambios por que debe atravesar nuestra Constitución hacia un futuro o lejano.

Lo contrario a una política como la que hemos esbozado, equivaldría a generar el quietismo, la espera por las orientaciones de arriba, el desinterés, el des comprometimiento y el elitismo de los dispositivos de dirección.

Se trata de que todos tengamos derecho a participar en el proceso de formulación y ejecución de las políticas y en su vigilancia y fiscalización para que estas funcionen, se cumplan y sufran los ajustes que puedan resultar necesarios. Porque en realidad, dentro de una sociedad que pretenda ser moderna, no hay mejor política que aquella que desde su propio proceso de formulación, ya se debe pensar en los ajustes que hacia el futuro debe tener.

Para ello, nuestra prensa nacional, deberá desempeñar un papel fundamental, garantizando la transparencia al informar sobre la marcha del país, excluyendo solo todo aquello que comprometa la discreción y el secreto respecto a las cuestiones de la seguridad nacional. Lamentablemente, nuestra prensa se comporta aun de modo un poco elitista, brindando muy pocas oportunidades a la crítica (honesta y revolucionaria), que no sale de sus propios aparatos.

Una prensa así, no garantiza la participación ciudadana, provoca el descontento, la desatención y la ausencia de compromiso con los procesos sociales.

Solo de tal modo, se logra el compromiso con las medidas de todo tipo que el país adopta para llevar adelante las políticas de restructuración y perfeccionamiento del nuevo modelo económico. Se trata del aspecto político del proceso que deseamos llevar adelante.

El trabajo por construir un nuevo Modelo Económico, tiene que encontrar su reflejo en el Modelo Político que lo sustente y lo haga avanzar.

Escuchamos mucho hablar de ese nuevo Modelo Económico, pero de ahí solo se pasa a arengar a las masas para que se incorporen a la tarea. Y el asunto no es de simples arengas a la disciplina, al incremento de la productividad, a trabajar más y mejor. Todo ello concluye en ciertos discursos políticos, que resultan vacíos, si los aspectos políticos que deben acompañar al modelo, no toman cuerpo en un sistema político que les de coherencia. Y esa coherencia solo se lograr reaccionando con un modelo político, democrático, participativo, critico, que garantice la participación organizada, primero, de los trabajadores, en cualquier sector en que estos se encuentre, que les de la libertad de participar con sus iniciativas, sin que nadie los frene en el ejercicio del derecho que les corresponde, a criticar, sugerir y sentirse parte del proceso de construcción que se lleva adelante. Único modo en que puede garantizar que los errores sean menos, que los aciertos sean más y que el compromiso por ambos sea compartido.

Si realmente confiamos en que la verdadera inteligencia, en que la fuerza real para llevar adelante cualquier proceso, está en las masas, el gobierno de tales procesos, tiene que ser colectivo.

En particular, la intelectualidad revolucionaria, está llamada a desempeñar un papel fundamental. En el esclarecimiento, la conducción de las masas, en la corrección del rumbo. Todos los grandes conductores revolucionarios, como Marx, Engels, Lenin, Fidel, Ho chi Min, Mandela y otros, fueron intelectuales. Luego negar a la intelectualidad revolucionaria, es menospreciar el pensamiento que nutre a la revolución. Porque sin teoría revolucionaria no hay practica revolucionaria. Y la verdadera teoría revolucionaria sale de las masas organizadas. En cuya conducción, la intelectualidad revolucionaria, desempeña un papel ineludible.


La Habana, 30 de diciembre de 2013

Cooperativas en el capitalismo: desarrollo y contradicciones



Jesús Cruz Reyes

Profesor. Universidad de La Habana.

Una cooperativa es una asociación de personas copropietarias de una organización económica creada con la unión de recursos de sus miembros, conducida conjuntamente por estos, y basada en la cooperación consciente y voluntaria. Puede ser resultado de la unión de diferentes recursos monetarios, materiales, equipos, materias primas, mano de obra.

La cooperación
El término cooperación tiene una triple connotación de relaciones económicas. Por una parte están las relaciones de cooperación establecidas en la producción a escala nacional que abarcan, en cualquier nivel, los vínculos mutuos y dependencias ramales, intrarramales, de las regiones, así como los tipos socioeconómicos de productores. Estos vínculos se desarrollan en un espacio sociogeográfico concreto, por lo cual la cooperación puede ser un elemento importante del desarrollo local. La fijación y el perfeccionamiento conscientes de esos lazos pueden contribuir a su consolidación y armonía y a la estabilidad de toda la actividad económica a nivel nacional.

Por otra, dichas relaciones de cooperación se refieren, además, a los vínculos inmediatos entre los participantes en el proceso de trabajo y de producción de los bienes materiales. Este tipo de cooperación es cambiante, circunstancial y se corresponde con las particularidades y nivel de desarrollo tecnológico de cada rama productiva; es, a la vez, una forma de organización del trabajo.

Por último, las relaciones de cooperación comprenden también la coordinación voluntaria y consciente de acciones de quienes, con el aporte de sus recursos propios, forman una organización de propiedad colectiva, cooperativa; tales individuos se agrupan con un interés común para alcanzar ciertos objetivos mediante el progreso económico. Aquí la cooperación es un tipo de organización autónoma, independiente, en cuyo seno caben distintas formas organizativas del proceso de trabajo.

A estos dos últimos tipos de relaciones de cooperación dedicaré algunos comentarios con el objetivo de conceptualizarlos, establecer los vínculos entre ambos y las condiciones histórico-concretas que dieron lugar al nacimiento de la propiedad cooperativa de obreros y de otras clases sociales.

Una definición de cooperación, en el trabajo, en su forma más simple, fue formulada por Carlos Marx en El Capital:

La forma del trabajo de muchos obreros coordinados y reunidos con arreglo a un plan en el mismo proceso de producción o en procesos de producción distintos, pero enlazados se llama cooperación.1

En comparación con la pequeña industria artesanal o pequeña finca, privada e individual, la cooperación supone concentrar una gran masa de medios de producción y de fuerza de trabajo en un mismo sitio y, consecuentemente, la oferta de un volumen mayor de productos de calidad homogénea, con más productividad en el trabajo del hombre y con evidente economía de recursos.

Esta masa de trabajadores se transforma en una fuerza colectiva superior, con un nivel más alto en la productividad. La labor en conjunto permite extender el radio de acción del trabajo, acortar el tiempo de ejecución de algunas actividades, genera economía en el empleo de los medios de producción y, por tanto, costos más bajos por mercancía elaborada, o sea, permite realizar obras gigantescas que un hombre solo no podría crear jamás. Por ejemplo, la construcción de un edificio de 60 m2 requiere menos gastos materiales, laborales y monetarios que quince de 4 m2 cada uno.

La capacidad productiva de aquellos que laboran juntos se potencia, se convierte en una nueva fuerza social productiva, más eficiente que la suma de los trabajos individuales de cada uno. Las organizaciones económicas basadas en la cooperación y concentración de la producción, hasta cierta escala, tienen ventajas económicas colaterales en la competencia con las de menor tamaño.

Al propio tiempo, la cooperación es una imprescindible relación social —aunque no es dominante—, un tipo de vínculo entre personas, inherente a diferentes modos de producción. Adquiere su naturaleza socioeconómica de las relaciones de producción que prevalecen en la sociedad en un momento dado, a las cuales sirve y se subordina. Su empleo ha sido una condición económica y social básica para el desarrollo del capitalismo desde sus fases más tempranas.

Factores socioeconómicos de la aparición de las cooperativas
El régimen capitalista bajo la revolución industrial de 1750 a 1850 tendría varias repercusiones inmediatas para el obrero en cuanto a: la duración del día de trabajo, condiciones de seguridad e higiene, régimen y disciplina laborales, explotación al obrero como consumidor en los comercios, hacinamiento, insalubridad, estrechez y pésimo entorno higiénico de sus viviendas.

Las jornadas de trabajo en la primera mitad del siglo XIX eran tan largas y extenuantes que Federico Engels relata el inusual hecho de que una asamblea pública en la localidad de Nottingham, reclamaba en 1850 una jornada laboral de dieciocho horas para los hombres.2 La explotación del trabajo infantil, por su parte, era tan desmedida que el Parlamento inglés aprobó en 1833 que el día de labor para niños de 13 y 14 años fuese de doce horas.

El ilegal e infame sistema de pago en especie que aplicaban los patronos constituía un medio de expoliar a los obreros, contra el cual estos se rebelaban continuamente. Además, la carencia de ropa de trabajo adecuada, la inseguridad laboral y la falta de higiene, ventilación e iluminación en las fábricas generaban numerosas enfermedades y un elevado índice de accidentes, pues no existían medios de protección para utilizar los equipos y maquinarias de alta peligrosidad.

Las primeras respuestas aisladas e instintivas de los obreros estuvieron encaminadas, al menos en Inglaterra, a destruir las máquinas o al asesinato de los inventores de tales aparatos y de los empresarios que les imponían duras condiciones de trabajo. El boicot a las fábricas y las huelgas empezaron a convertirse en herramientas de lucha. Las protestas tenían que sacudir fuertemente a varios países europeos. Entre sus demandas estaban la reducción de la jornada laboral, la supresión del pago en especie y el derecho a crear sus propias organizaciones.

En este escenario convergieron el movimiento sindical y el socialista. Dentro de este último se distinguieron hombres de diversos estratos sociales que criticaban severamente la degradación en que se encontraban las masas trabajadoras y buscaban medios para transformar la sociedad.

Los socialistas utópicos compartían la crítica contra la explotación y opresión de los trabajadores, la degradación y miseria de las masas populares y los antagonismos de clases y veían en la cooperativa un medio de transformación social y de mejoramiento humano. Bajo la inspiración y recursos de Robert Owen y Charles Fourier, dos de sus exponentes más representativos, funcionaban centenares de organizaciones cooperativas en Europa y América del Norte en la década de 1840-1949.

La expoliación a que estaban sometidos los trabajadores en el comercio impulsó a veintiocho tejedores de una hilandería de algodón en la zona de Rochdale, cerca de Manchester, a abrir, en 1844, con el dinero que tenían ahorrado, un almacén, una cooperativa de consumo donde ellos y sus familias pudieran adquirir bienes de primera necesidad con buena calidad y a precios accesibles.

Esta cooperativa sentó las bases de un modelo organizacional para los cientos de cooperativas obreras que ya funcionaban en la industria y en los servicios en las principales naciones capitalistas de aquella época y para la ulterior constitución de cualquier otro tipo —anteriormente, muchas de estas asociaciones fracasaron porque predominó en ellas un espíritu de beneficencia y/o porque carecían de una adecuada conducción económica. Se trataba de un modelo de asociación comprensible, admisible y conciliador de los intereses personales con los colectivos para disímiles grupos de personas. Los fundadores establecieron principios de funcionamiento, relaborados más adelante por el cooperativismo internacional, que serían de aceptación universal: libre ingreso y libre retiro; control democrático; neutralidad política, racial y religiosa; ventas al contado; devolución de excedentes; interés limitado sobre el capital y educación continua.3

La cooperativa satisfizo plenamente en su funcionamiento los objetivos y necesidades de sus creadores. Rochdale marcó el inicio del cooperativismo moderno, porque sentó valores, estableció normas y estímulos (estos serían tomados por muchas tiendas de todo tipo en el mundo en años posteriores) para el socio que más comprara con el propósito de contrarrestar el hecho de que en otras cooperativas sus asociados preferían las tiendas de los comerciantes. Además, desplegó una intensa labor social: edificó viviendas y escuelas para sus socios.

Expansión de las cooperativas
En 1863, las cooperativas de consumo existentes en Inglaterra, decidieron agruparse —conservando su autonomía y personalidad jurídica propia— en una Unión, para comprar al por mayor y más barato las mercancías que vendían en sus establecimientos asociados, recibir asesorías e intercambiar experiencias entre ellas. A principios del siglo XX, se habían diseminado por diversos lugares del mundo. En 1900, un total de 1 700 000 ingleses eran miembros de esas organizaciones,4 mientras en Rusia la cifra ascendía a seis millones de personas en 1910.5

En Alemania, en contraposición a las cooperativas de consumo, se alzaban los grandes comerciantes, quienes reclamaban que los funcionarios estatales no participaran en este tipo de asociaciones de trabajadores y se levantaban contra los partners de aquellas, con el pretexto de que eran impulsadas por hombres de izquierda. Sin embargo, se expandieron allí las cooperativas de ahorro y crédito, que favorecieron a los pequeños agricultores individuales entre 1850 y 1900. Una paciente y prolongada labor persuasiva desarrollada entre la población rural por Friedrich Wilhelm Raifeissen (1818-1888), alcalde de una ciudad germana, propició la fundación, en 1864, de la Asociación de Cajas de Préstamos de Heddesdorf, sobre la base de los recursos propios.

Ya en 1890 existían 3 467 cajas de ahorro, cifra que aumentaría a 11 477 en 1900.6 El hecho de que Raifeissen, hombre cristiano, se apoyase en personas de fe religiosa pesó, probablemente, para que esas cooperativas no enfrentaran la hostilidad de las clases acomodadas y los mismos obstáculos políticos que las de consumo.

Al movilizar pequeños depósitos de los campesinos, la cooperativa de ahorro y crédito creó las bases para conceder apoyo crediticio a estos a fin de desarrollar la producción agrícola. En la concesión de un préstamo se satisface inmediatamente a un individuo, que recibe cierta magnitud del ahorro de otros, es decir, ingresos monetarios no consumidos, para ser invertido en la producción. Así, la organización se somete a un riesgo en cuya reducción y disipación va la existencia de la cooperativa. Esta tiene que influir en la elección del destinatario y en el uso del financiamiento en mutuo acuerdo con el campesino, asesorarlo y ayudarlo en la adquisición de simientes, aperos de labranza y otros útiles.

En sus fases iniciales las cooperativas de ahorro y crédito intermediaron en el abastecimiento de insumos a los campesinos. Sin precedentes resulta el ejemplo de las de Dinamarca dedicadas a la venta y procesamiento de leche. Su éxito consistió en enseñar a los productores a manejar y alimentar el ganado y dotarlos de nuevos procedimientos para conservar la calidad de la leche procesada en un centro perteneciente a la cooperativa. Los ingresos netos se distribuían entre los ganaderos en función de la leche aportada, de lo que se descontaba un porcentaje para el desarrollo de la organización colectiva. En apenas un cuarto de siglo estas cooperativas lácteas eran 1 100 con unos ciento sesenta mil miembros y aportaban al mercado 80% de la mantequilla.

Otro tipo de cooperativa son las campesinas de comercialización que se desarrollaron con éxito en los sectores cárnicos, lácteos y hortifrutícolas en países como Holanda, Francia y Alemania y en la actualidad ocupan posiciones dominantes en el mercado en Europa occidental. El hecho de que un pequeño productor individual pudiese pertenecer simultáneamente a cooperativas de actividades diferentes (por ejemplo, a la de comercialización de productos agropecuarios y a la de ahorro y crédito) le otorgaba ciertas ventajas de la gran producción y la posibilidad de competir, no sin éxito, en el mercado capitalista.

Las primeras cooperativas productivas surgen en Europa con menor rapidez y profusión que las de consumo y de ahorro y crédito en la esfera de la circulación. En 1831 ya había en París una Asociación de Tipógrafos y una de carpinteros, y, según diversas estimaciones, varios cientos de cooperativas productivas operaban en el país galo hacia 1860.

Algunas lograron mostrar temporalmente resultados productivos apreciables para la época, sobre todo cuando dependían de la pericia y de la labor manual de los obreros y producían bienes de alta demanda. En ellas cada trabajador era, a la vez, patrón de sí mismo y obrero, y se prescindía del trabajo asalariado y de los capitalistas. Los ingresos netos se destinaban a: formar un fondo de capital indivisible de la organización, otro de ayuda mutua, y la cantidad restante se distribuía a cada obrero conforme al trabajo aportado. Marx las llamó una «brecha en la sociedad capitalista»: una organización sin explotadores ni explotados.

Tales cooperativas eran pequeñas empresas. Los obstáculos en su desarrollo estaban asociados, en aquel entonces, a la capacidad de los obreros para conducirlas, y al insuficiente financiamiento para adquirir equipos. En ellas no podía cumplirse el principio de la libre admisión: el número de miembros tenía que corresponder con el equipamiento técnico de la fábrica. En Inglaterra la cifra de cooperativas productivas industriales creció de 13 a 105 en el período 1881-1905, mientras en Francia se crearon 2 250 entre 1884 y 1960, pero apenas la cuarta parte de estas sobrevivió en la segunda mitad del siglo pasado.7

En el último tercio del siglo XIX surgieron nuevas cooperativas obreras como las de vivienda, sobre todo entre los sectores proletarios mejor pagados. En las de trabajo se asociaban obreros con un conocimiento u oficio concreto, capaces de emprender, mediante un contrato o encargo, por una suma de dinero, la ejecución de una obra: construcción de un edificio o ciertas labores en una fábrica. En este caso, la cooperativa laboral por lo general no es propietaria del equipamiento que emplea ni del producto creado por ella.

Los sindicatos italianos desempeñaron relevante papel en la formación de cooperativas productivas agrícolas como medio para asegurar trabajo a una gran masa de obreros desempleados en las zonas rurales de Regia-Emilia, durante el último tercio del siglo XIX y principios del XX. Aquí el largo proceso de discusión y persuasión entre los trabajadores en torno a las ventajas de la asociación colectiva fue un importante factor subjetivo. En estas cooperativas italianas se produce la dualidad de membresía —en la organización sindical y en la cooperativa. Luego de aportar una cuota monetaria que daba derecho a cierta cantidad de acciones, condición para adherirse a la cooperativa, esos obreros agrícolas laboraban en conjunto, con insumos aportados por la dirección de ella, en tierras tomadas en arriendo por la organización colectiva y recibían un ingreso por la faena realizada. Una parte de las utilidades netas se utilizaba para la creación de un fondo de desarrollo del capital y la otra se distribuía a cada socio en relación con las acciones que poseyera, lo que evidenciaba dos criterios diferentes de distribución: teniendo en cuenta el trabajo y el fondo monetario aportado por cada cual.

Las cooperativas (de gran inspiración proletaria desde sus inicios) y los sindicatos surgieron como organizaciones de los obreros a lo largo del siglo XIX, aunque con funciones diferentes.

Los sindicatos obreros y los socialistas figuraron entonces entre los principales promotores del cooperativismo. En el sur de Francia las cooperativas se han desarrollado bajo la influencia directa de las organizaciones sindicales obreras. En Bélgica los sindicatos y el partido socialista han influido de manera considerable en el fomento de las cooperativas de consumo. Constituye un hecho interesante que la primera ley cooperativa de Canadá se denominó Ley de Sindicatos Cooperativos. Un ejemplo de la solidaridad entre los trabajadores es el préstamo de mil cuatrocientos millones de pesos otorgado en 1985 por el sindicato de maestros de la Universidad Nacional Autónoma de México a la cooperativa de refrescos y jugos Pascual, de ese país, sin el cual esta no habría sobrevivido.

La expansión del cooperativismo por Europa, América del Sur y del Norte, desde finales del siglo XIX, posibilitó que diversas federaciones nacionales de cooperativas, procedentes de Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Dinamarca, Francia, Hungría, India, Inglaterra, Italia, los Estados Unidos, Países Bajos y Serbia realizaran, en 1895, un congreso para fundar la Alianza Cooperativa Internacional. Tendría que bregar muy duro el movimiento cooperativo para que los parlamentos de distintos países reconocieran sus asociaciones como de fines sociales, las legalizaran y les ofrecieran facilidades fiscales. El prejuicio político y hostilidad económica contra las cooperativas rebasó el siglo XIX y se acentuó con posterioridad en Europa y en otras regiones del mundo con el surgimiento de dictaduras militares y gobiernos de corte fascista.

Actuales éxitos y contradicciones de las cooperativas
Un nuevo despliegue del cooperativismo en el siglo XX requería esperar cinco décadas para contar con un ambiente político más favorable nacional e internacionalmente como el que se produjo en el mundo tras la derrota del fascismo.

Fuentes de la Alianza Cooperativa Internacional, ACI, destacan que en la actualidad, más de ochocientos millones de personas en el mundo, de altos y bajos ingresos monetarios, están organizadas bajo la figura cooperativa —casi dos tercios de ellos son asalariados— en actividades como agricultura, construcción de viviendas, servicios públicos, consumo, crédito, etc. De estas actividades, según estimaciones, se benefician directa o indirectamente unos tres mil millones de personas en el mundo, considerando que cada cooperativista representa a una familia de cuatro miembros.

La importancia y el papel de las cooperativas en una nación puede medirse teniendo en cuenta varios criterios: el número de su membresía en relación con el total de la población, su parte en el empleo para un sector dado, o vinculado con la población económicamente activa total, con respecto a la cuota de mercado que corresponda a cada tipo de cooperativa. A un mayor desarrollo económico y social más extendido está el cooperativismo; esto es aplicable, en primer lugar, a Europa.

Según datos del sitio web ACI Américas, una de cada tres personas en Canadá es miembro de una cooperativa; en Argentina, más de nueve millones de habitantes, lo que representa una cifra superior a un cuarto de la población total, forman parte de dieciocho mil cooperativas de todo tipo; en Colombia y Costa Rica, uno de cada diez ciudadanos es cooperativista. Más elocuentes son los datos referidos a que en Japón una de cada tres familias es cooperativista y en la India más de doscientos cuarenta millones de individuos están vinculados a estas organizaciones. Si tal cantidad de personas constituyese un movimiento articulado con un proyecto de sociedad, no hay dudas de que su influencia política en el país correspondiente sería notoria.8

Conforme a la fuente anterior, en términos económicos, las cooperativas en Brasil venden 72% del trigo, 43% de la soya, 39% de la leche; en Finlandia esa participación es de 96% en los lácteos y 50% en los huevos. Más de 70% de la comercialización pesquera en Japón está en manos de cooperativas; en Dinamarca, estas organizaciones conservan en la actualidad el liderazgo que ganaron a finales del siglo XIX: son responsables de más de 90% de la producción de leche, de carne porcina y de más de 45% de la bovina. Del mismo modo, es significativo que la marca COOP de productos alimentarios en Italia disponga de 18% de todas las ventas nacionales. Las cooperativas de consumo y las de ahorro y crédito figuran entre las más extendidas en el mundo. A las primeras corresponde 25% del mercado en Noruega, 17% en Suecia, 80% del comercio minorista en Kuwait.

En Europa occidental la inmensa mayoría de los campesinos está organizada en cooperativas —con una notable presencia en la comercialización de productos agrícolas, más de 60% de la cuota de mercado en el conjunto de la Unión Europea.9

Las cooperativas son un símbolo de nacionalidad en Puerto Rico —pertenecen a los boricuas— y de identidad regional en Quebec. Una cifra elevada de la población de la región canadiense es miembro de alguna cooperativa. Dos de las más grandes organizaciones de este tipo en el mundo son quebequenses: Agropur (lácteos) y Cajas Populares Desjardins (ahorro y crédito). Allí las cooperativas más extendidas son las dedicadas al ahorro y crédito, asentadas en lo fundamental en los medios urbanos, y las dedicadas a unir campesinos.10

En cambio, en América Latina, apenas 10% de la población económicamente activa en el sector agropecuario es miembro de cooperativas. Sin la cooperativa los pequeños productores rurales no podrían sobrevivir.11 No obstante, la región latinoamericana tiene en las cooperativas lecheras SANCOR, de Argentina —unión de productores de las provincias Santa Fe y Corrientes— y Dos Pinos, de Costa Rica, ejemplos de desarrollo de fuertes cadenas productivas. La segunda, fundada en 1947, comenzó siendo una sencilla organización que ofrecía algunos insumos a sus asociados y apenas procesaba y vendía cuatrocientas botellas de leche al día. En la actualidad es una sólida cadena productiva con modernas plantas de alta tecnología; procesa un millón de litros de leche por día y su volumen de ventas anuales supera los trescientos millones de dólares. 61% de sus mil trescientos afiliados son pequeños productores lecheros, y su aporte es de hasta quinientos litros diarios; mientras los grandes productores representan 5%, y su aporte per cápita asciende a dos mil litros de leche. Vende en el mercado nacional e internacional y suministra a todos sus productores alimentos, equipamiento, productos financieros, asistencia técnica, capacitación, servicios financieros y de información, a través de una red propia de establecimientos.13 Por lo general, las organizaciones cooperativas son más diversas y prolíferas en los medios urbanos. Su composición social es heterogénea; a ellas se afilian obreros, diversos propietarios (pequeños, medianos, grandes), funcionarios públicos, maestros, policías, campesinos, amas de casa, etc. Tal diversidad social se expresa en las disímiles posiciones político-ideológicas existentes, tácitas u omitidas, en el seno de la organización colectiva y ante la sociedad.

En su conjunto, el cooperativismo ha ejercido positiva influencia sobre sus asociados: millones de personas tienen acceso, en condiciones sumamente ventajosas, a los servicios de ahorro y crédito —dicho acceso no habría sido posible con los bancos privados por sus altas tasas de interés y los rígidos requisitos establecidos— para las diversas necesidades personales o familiares y el fomento de microempresas. Estos servicios financieros, ciertamente, no se destinan al gran negocio y sus magnitudes están asociadas al monto de los ahorros colocados por cada individuo en la cooperativa.

No menos importante es el intenso trabajo social que esas asociaciones realizan entre sus miembros y en la población mediante la implementación de programas de salud relacionados con la prevención de enfermedades trasmisibles, apoyo a mujeres embarazadas, a ancianos desvalidos, a escuelas, etc.

Como institución económica, las cooperativas se han enfrentado a rivales financieramente muy respaldados, al ofrecer productos y servicios de calidad con precios competitivos, sobre la base de una gerencia de primer nivel apoyada en innovaciones organizacionales y tecnológicas. Esa capacidad, resultante de la propiedad colectiva, de promover la participación y organizar con eficiencia diversas actividades económicas, asimilar el progreso técnico y movilizar bajo principios democráticos de funcionamiento a millones de personas en el mundo crea las premisas para elevar su papel en la sociedad. En virtud de lo anterior, con el advenimiento de gobiernos populares y progresistas en Latinoamérica, las organizaciones de tipo asociativo reciben estímulos para su constitución y despliegue y son reconocidas como factor de progreso social.

El ejemplo de la recuperación por trabajadores argentinos de empresas quebradas, el reducido número de cooperativas industriales de obreros en Francia e Inglaterra y algunos otros casos en otros países, nos permiten concluir que el cooperativismo está casi ausente en un sector tan importante como el productivo. La insuficiencia de capital de los trabajadores es una de sus limitaciones para la constitución de poderosas cooperativas industriales con gran concentración de capital; por ello, todas estas organizaciones no logran conformar un sector cooperativo articulador de la producción y la circulación y mucho menos de las finanzas.

El principio de membresía abierta no opera igual en los diferentes tipos de cooperativas. En las de consumo y las de ahorro y crédito cada nuevo miembro hace posible ampliar el mercado de operaciones. En cambio, en la cooperativa industrial la relación equipamiento/hombres no permite incorporar cualquier cantidad de asociados sin dañar la productividad del trabajo y los costos de producción.

En otros términos, la libertad de adhesión sienta las bases para que a la organización ingresen personas de todas las clases sociales, obreros, campesinos, empleados, patronos, grupos étnicos o para que la abandonen si cada adherente lo considera oportuno. Pero este principio no equivale a admisión indiscriminada. Suele ocurrir en la actualidad que cierto tipo de cooperativa acepte solo a quienes ejercen determinada profesión u oficio, o trabajen en una institución gubernamental o empresarial específica. Ello pudiera estar justificado por la búsqueda de la afinidad laboral y las relaciones de confianza que deben distinguir a los integrantes de la organización cooperativa.

Los diferentes estratos sociales que pueden converger en este tipo de asociaciones no se igualan en ella. Ser cooperativista es una condición transitoria, que no está por encima de la clase social de la cual proviene el individuo.

El crecimiento económico de las cooperativas ha determinado que a ellas se incorporen personas con desigual posición dentro de la organización. En sus inicios los trabajadores asociados elegidos para cargos directivos ejercían esas labores administrativas de modo gratuito y voluntario, pero eso se volvió insostenible en las etapas posteriores debido al aumento del volumen de operaciones de la organización colectiva. Ello dio lugar a la entrada de ingenieros, contadores, economistas, técnicos, entre otros, en calidad de trabajadores asalariados, para ocuparse de la gestión económico-administrativa de la asociación en nombre de sus miembros. Lo anterior refleja la dualidad socioeconómica de las cooperativas: son esto último para sus asociados y actúan como patrón con respecto a los trabajadores asalariados que contratan, quienes crean sus propios sindicatos y en muchas ocasiones han apelado a la huelga para hacer valer sus derechos laborales.

Distorsiones en el uso de las cooperativas
Las cooperativas han sido jurídicamente reconocidas en la mayoría de las naciones como organizaciones de fines sociales. Gracias a esto tienen menores exigencias en materia de contribuciones fiscales en comparación con sociedades expresamente mercantiles. La ley sienta la posibilidad de que cualquier grupo de personas se una para aprovechar las ventajas que ofrece la cooperación.

En cada país dichas organizaciones suelen agruparse de modo sectorial, por el tipo de producto o servicio que brindan, en uniones o federaciones a través de las cuales promueven el intercambio de experiencias, la coordinación de acciones, programas de capacitación y diversos proyectos de su interés. Por lo general, cada cooperativa actúa de modo aislado; algunas se relacionan entre sí como si fueran puras organizaciones mercantiles. Ellas controlan su mundo interior, pero en su enfrentamiento con el exterior la institucionalidad social puede trastrocarse y ser vulnerados sus principios.

Bajo las presiones del mercado, no pocas cooperativas ventajosas, optan por la vorágine de las relaciones capitalistas en la búsqueda de mayor rentabilidad y capacidad de solvencia financiera: en lugar de integrarse y fortalecer el intercambio entre ellas, se alían a empresas transnacionales de las cuales supuestamente debían distanciarse, crean joint ventures o participan en el mercado internacional, al absorber a organizaciones cooperativas en otros países.13

La cooperativa de procesamiento y comercialización de productos lácteos Milkaut, argentina, que durante muchos años tuvo un exitoso desempeño, se transformó en una sociedad por acciones con socios fuera del mundo cooperativo para enfrentar mejor el competitivo mercado nacional e internacional, pero terminó siendo absorbida por el gran capital.

En la praxis la figura cooperativa ha sido empleada no solo con arreglo a los fines, principios y tradiciones históricas que le dieron origen, sino también para encubrir cualquier otro tipo de relaciones sociales y políticas. Aquí vale aclarar que en su funcionamiento técnico-organizativo una cooperativa no se distingue de una empresa capitalista sea en la esfera del ahorro y crédito sea en la comercialización.

Diversos ejemplos ilustran la utilización perversa de las cooperativas de trabajo para favorecer a empresarios bajo una nueva perspectiva neoliberal de la política laboral. Por ejemplo, en Colombia las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) han crecido de manera considerable en los últimos años, fuera de toda reglamentación. En ese país dichas asociaciones no están obligadas a entregar contribuciones al fisco por concepto de seguridad social y prestaciones por salud, u otro tipo, para sus asociados.

En la ponencia «Las cooperativas de trabajo asociado en Colombia», presentada al evento Globalización y Problemas del Desarrollo en 2009, Eduardo Benavides Legarda expone:

Fue entre el año 2002 y 2004 cuando se registró un crecimiento desbordado de las CTA: de 2000 a 2005 las CTA pasaron de ser 21% del total de cooperativas nacionales, a 46,1%. De 732 que existían en 2000 pasaron a 2 980 en 2005, un crecimiento inusitado de 407%. Durante estos años el promedio de afiliación pasó de 75 a 160 socios promedio. De 55 496 socios registrados por las CTA en 2000 se pasó a 378 933 en 2005. Un incremento de 682,8%.14

Benavides destaca que este crecimiento de las cooperativas de trabajo se aprecia en aquellos departamentos colombianos que más empleo industrial generan; apunta, además, que en ellas «el aporte del afiliado a la cooperativa es su trabajo y no rige la legislación laboral sino un acuerdo cooperativo».15 El autor del trabajo subraya que menos de 30% de todos los miembros de las cooperativas de trabajo tiene un ingreso monetario entre uno y dos salarios mínimos, mientras en otros sectores 41% de los remunerados alcanza ese ingreso o más.

En el ambiente de política laboral neoliberal de los últimos veinticinco años, el uso perverso de las cooperativas de trabajo consiste en que los empresarios, con la amenaza de paralizar sus fábricas o reducir empleos, han compulsado a los obreros a unirse en Cooperativas de Trabajo —la mayoría ilegales— como única manera de asegurarles un puesto laboral. Así, los empleadores elevan sus ganancias al reducir los costos, pues no tienen erogaciones por concepto de vacaciones, seguridad social ni por la salud de sus asalariados. En la CTA se paga al cooperativista por la calidad y cantidad de su trabajo, pero no existe la figura salario, porque al ser miembro de la asociación, no es obligatorio que reciba el salario mínimo como pago por su labor.

Otro ejemplo del uso politizado de las cooperativas tuvo lugar en los años 60 del pasado siglo. Esto se constata en América Latina donde incluso el programa reformista y contrainsurgente llamado Alianza para el Progreso, impulsado por los Estados Unidos, fomentó las cooperativas para combatir las revoluciones.

Conclusiones
La cooperación es un eficaz método de organización del trabajo y la producción. El sistema capitalista no habría podido desarrollarse, si en su punto de partida no hubiera apelado a este método.

A la lucha de los obreros, y sus sindicatos, contra las precarias condiciones laborales en que les sumía el capital en la primera mitad del siglo XIX se sumaba la fuerza crítica del movimiento socialista contra el capitalismo al que pretendía transformar mediante la constitución de cooperativas.

Centenares de estas asociaciones fueron constituidas en Inglaterra y el resto de Europa entre 1800 y 1840; sin embargo, muchas tenían vida efímera porque prevalecía en ellas el espíritu caritativo, o porque fueron creadas sin movilizar el interés y el esfuerzo de los trabajadores, o por falta de organización y gestión económica adecuadas.

El mérito de la cooperativa fundada en Rochdale en 1844 está en haber establecido las bases organizativas, gerenciales, económicas y democráticas sobre las que debían funcionar esas organizaciones y en convertirse en paradigma para todas las existentes en ese momento y para las creadas con posterioridad.

Actualmente, el cooperativismo se encuentra implementado de modo desigual y asimétrico en el mundo. Su presencia es mayor en la esfera del comercio y los servicios que en la productiva. Estas organizaciones están más extendidas y ramificadas en las naciones desarrolladas: en general, en Europa, América del Norte y Japón. Por su parte, en América Latina hay más presencia de cooperativas en los medios urbanos que en los rurales.

Algunas de estas asociaciones han logrado sostenerse en el mercado con productos y servicios de elevada calidad y sobre la base de una gestión empresarial eficiente. En gran parte de Europa, a las de comercialización de productos agropecuarios les corresponde 60% de la cuota de mercado. Sin embargo, este ejemplo no es frecuente en todas las esferas de actividad que cubren las cooperativas.

Dichas asociaciones han logrado integrar una cantidad de miembros en el mundo por sus principios de funcionamiento, que las han distinguido de otro tipo de organizaciones o empresas. Además, han probado ser un medio para la organización eficiente de la producción y los servicios en beneficio de las personas. En sus límites internos forjan relaciones de igualdad, ayuda mutua, democracia y funcionamiento bajo principios de solidaridad. No obstante, las que incluyen trabajadores asalariados tienen una cierta dualidad: son cooperativas para sus copropietarios y organización patronal para los otros empleados. Lo anterior determina la existencia en ellas de dos grupos sociales diferentes con desiguales intereses económicos y no pocas veces en conflicto. Las relaciones de mercado pueden ejercer poderosa influencia sobre las cooperativas, deformarlas, absorberlas. Los límites entre una cooperativa y una empresa puramente mercantil pueden romperse, dadas las dualidades y contradicciones propias de la primera. Al intentar prosperar según las reglas del mercado algunas sucumben, hacen cesación de sus principios.

La forma cooperativa también suele ser utilizada como pantalla, se constituye solo por alguna ventaja impositiva o para evadir obligaciones de la previsión social. Esta forma contribuye a redoblar la explotación sobre los obreros por parte de la patronal.

Dos siglos de práctica cooperativa corroboran que estas asociaciones alcanzan sus objetivos institucionales si la transparencia, coherencia y concordancia entre sus tradiciones más democráticas, sus objetivos sociales y su sistema de valores y principios, así como su conducción administrativo-económica tienen sólidos nudos orgánicos.





Notas



1. Carlos Marx, El Capital, t. 1, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1973, p. 281.

2. Federico Engels, La situación de la clase obrera en Inglaterra, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1974, pp. 109-10.

3. En la actualidad, los principios cooperativos, adoptados por la ACI en su congreso de Manchester en 1995 son los siguientes: membresía abierta y voluntaria; control democrático de los miembros; participación económica de los socios; autonomía e independencia; educación, entrenamiento e información; cooperación entre cooperativas; compromiso con la comunidad.

4. Federico Engels, ob. cit.

5. Mijaíl Tugan Varanovski, La cooperación, Editorial Pensamiento, Minsk, 1988, p. 87.

6. Serguei Seraev, El socialismo y las cooperativas, Editorial Progreso, Moscú, 1976.

7. Mijaíl Tugan Varanovski, ob. cit.

8. «El cooperativismo en el mundo», ACI Américas, disponible en: www.aciamericas.coop.

9. Ibídem.

10. Asociación Canadiense de Cooperativas, «El poder de la cooperación», Asociación Canadiense de Cooperativas, Ottawa, 2012.

11. FAO, Anuario de producción, FAO, 2008.

12. Seminario Financiamiento de las Cadenas Agrícolas de Valor, San José, 16-18 de mayo de 2006 (CD-ROM).

13. Agropur, la gran cooperativa láctea de Canadá, compró en 2011 una del mismo sector en Argentina.

14. Eduardo Benavides Legarda, «Las cooperativas de trabajo asociado en Colombia», ponencia presentada al evento Globalización y Problemas del Desarrollo, La Habana, 2009.

15. Ídem.

Despega primer vuelo Cayo Hueso-Cuba en 50 años


CAYO HUESO, Florida, EE.UU. (AP) — El primer vuelo comercial de pasajeros de Cayo Hueso a Cuba en más de 50 años despegó el lunes en La Habana, culminando años de esfuerzos para reunir ambas islas a través de un servicio aéreo que aún parece remoto.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos dio su aprobación final al vuelo el lunes por la mañana y el avión de nueve pasajeros despegó 90 minutos después, a las 10 de la mañana, desde Aeropuerto Internacional de Cayo Hueso, dijo el director del aeropuerto Peter Horton.

“Este es solo un vuelo de prueba”, dijo Horton. “Creo que aún no se ha determinado si este se convertirá en un servicio regular”.

Las autoridades federales le dieron luz verde a Cayo Hueso (Key West en inglés) para retomar los vuelos desde y hacia el país caribeño en octubre de 2011. Pero se necesitaron más de dos años para que el primer vuelo despegara. Los operadores de vuelos charter dijeron que tuvieron problemas para obtener todos los permisos de las autoridades estadounidenses y cubanas. También han tenido problemas con su capacidad, pues Cayo Hueso sólo tiene aprobación para transportar a 10 pasajeros de Cuba a la vez.

Cuba y Cayo Hueso tienen una larga historia compartida. Antes de la revolución de 1959 había un vuelo regular de avión y un servicio de transbordador a Cuba. Los residentes podían volar a La Habana para almorzar y estar de regreso en Key West para cenar.

El Cessna Conquest II despegó de la isla de Florida el lunes con nueve pasajeros, cinco de los cuales planeaban participar en un viaje “entre pueblos” autorizado que se centrará en la cultura y el medioambiente cubanos organizado por el Instituto de Intercambio e Investigación Ecológica Tropical Florida Keys.

El gobierno de Obama restauró los permisos para intercambios culturales con Cuba en 2011 para permitir que organizaciones estadounidenses lleven a ciudadanos de Estados Unidos a la isla para realizar actividades educativas y promover el entendimiento y el acercamiento con los ciudadanos cubanos.

Los viajeros de Cayo Hueso se reunirán con cubanos en jardines botánicos, granjas orgánicas y centros culturales.

“Haremos cosas muy importantes ahí, trabajaremos con jardines botánicos, científicos, investigadores y toda la gente de ahí para ayudar a preservar el ambiente y la ecología”, dijo Carolann Sharkey, organizadora del viaje.

El alcalde de Cayo Hueso Craig Cates viajó a Cuba con el grupo, pero regresó el lunes sin aventurarse a ir más allá del aeropuerto de La Habana.

“Estamos a 90 millas (144 kilómetros) de Cuba”, dijo Cates. “Estamos más cerca de Cuba que Miami, no hemos tenido vuelos para allá en 50 años. Será genial para la ciudad de Cayo Hueso, para el intercambio cultural, el intercambio histórico, para poder ir y venir directamente de Cayo Hueso”.

¡Ay, la libreta!

Por VIVIAN NÚÑEZ

Buena parte de los cubanos que hoy luchan, sobreviven o prosperan a lo largo de la isla, nacieron con la libreta de abastecimientos bajo el brazo, símbolo de escaseces y, al mismo tiempo, expresión de una política tendente a la igualdad.

Cuando íbamos con la libreta a las bodegas a ver “lo que nos toca” o “lo que nos dan”, se violentaba la ley de la oferta y la demanda, pero casi la totalidad de las familias garantizaba, gracias a ella, la subsistencia alimentaria.

Soñar con la desaparición de la libreta equivalía a imaginar la reproducción casi infinita de los panes y los peces; a pensar en tiempos de bonanzas que se aproximaron algo en la década de 1980 para caer en picada diez años después.

Los que rondamos hoy los 60 -esa casi ofensiva “tercera edad”- recordamos las dos libretas: la de alimentos y la de los otros artículos; la del arroz y la de los juguetes; la de las onzas de carne de res y la que nos ponía a escoger entre una camisa o un pantalón, como si no se necesitaran las dos prendas para vestir.

Hoy, más de cinco décadas después, la libreta ha ido perdiendo páginas hasta adelgazar visiblemente, y no porque la producción haya aumentado tanto que niegue su utilidad.

Como mismo desapareció la segunda, sin que casi nos diéramos cuenta, la primera, la de los productos básicos, se mantiene en un precario equilibrio. También sin anuncios -al igual que suben los precios en las tiendas recaudadoras de divisas- la libreta se va haciendo más selectiva, más limitada, más simbólica.

Es cierto que muchos de los productos que de ella van desapareciendo se ofrecen ahora “liberados”, aunque no a los precios subvencionados y ciertamente casi irrisorios con los que se vendieron mediante la cartilla.

Cuando hace meses el presidente Raúl Castro dijo que se dejaría de subvencionar productos para subvencionar a personas, la afirmación pareció certera. No obstante, la oferta de la libreta se ha ido reduciendo a una velocidad mucho mayor que a la que aumentan pensiones, salarios y seguridad social.

Tampoco se puede negar que la Cuba en la que se inauguró este racionamiento es muy diferente a la de hoy. En aquel entonces todos éramos bastante iguales y, mayoritariamente, nos sentíamos orgullosos de esa igualdad.

Ahora, suministrar lo mismo a precios bajísimos a millones de personas que comienzan a dividirse en sectores sociales es un lujo para el Estado. Pero también es cierto que no son pocos los cubanos que no pueden permitirse prescindir de ese arroz, esos frijoles, el azúcar, el café, los huevos, el pollo y el exiguo aceite de cocina que reciben subvencionados.

Hay una buena parte de los pobladores de la isla que viven con el equivalente a menos de 20 dólares al mes. Esos no pueden, para el día de Reyes, comprarle a su hijo o a su nieto un nada sofisticado juego de armar que cuesta alrededor de 10 dólares. Esos añorarán aquella libreta que permitía adquirir baratos un juguete básico y dos adicionales, aunque sólo fueran un rompecabezas, un yoyo y una pelota.

Por qué los bebés de Finlandia duermen en cajas de cartón

Helena Lee
BBC

Durante 75 años, las mujeres embarazadas en Finlandia han recibido cajas de cartón del Estado. Es como un paquete inicial con ropa, sábanas y juguetes que a su vez puede ser usado como camita. Muchos argumentan que esta política ha ayudado a que el país nórdico sea una de las naciones con menor tasa de mortalidad infantil en el mundo.

Se trata de una tradición que data de la década de los años 30 y busca dar a todos los niños finlandeses, sin importar su condición social, un comienzo de vida equitativo.

El paquete de maternidad, un regalo del gobierno, está disponible para todas las que esperan un bebé.

Contiene monitos, sacos de dormir, ropa para el aire libre, productos para el baño, así como pañales y un colchón pequeño.

Con el colchón en el fondo, la caja se convierte en la primera cama del bebé. Muchos niños tienen su primera siesta dentro de la seguridad que brindan las paredes de cartón.

Las madres pueden escoger entre tomar la caja o recibir efectivo (unos US$214), pero el 95% opta por la caja, pues su valor es mucho mayor.

Esta tradición nació en 1938. Al principio era sólo para familias de bajos recursos, algo que cambió en 1949.

"No sólo fue ofrecido a todas las futuras madres, sino que la nueva legislación también significó que, para obtener la caja, tenían que visitar a un médico y una clínica pública prenatal antes de los cuatro meses de embarazo", cuenta Heidi Liesivesi, quien trabaja en Kela, la institución de seguridad social finlandesa.

La caja les daba a las madres lo que necesitaban para cuidar a sus bebés, pero también ayudaba a guiar a las mujeres hacia los brazos de los profesionales de la salud del Estado de bienestar naciente de Finlandia.

En Finlandia, el índice de mortalidad por nacimientos ha bajado de más de 70 por cada 1.000 bebés a menos de cinco.

En los años 30, el país nórdico era muy pobre y la mortalidad infantil era alta, con 65 muertes por cada 1.000 nacimientos. Pero estos datos mejoraron rápidamente en las décadas siguientes.

Mika Gissler, un profesor del Instituto Nacional de la Salud y Bienestar en Helsinki, ofrece varias razones para esto: a la caja de maternidad y los cuidados prenatales para todas las mujeres en los años 40 les siguieron, en los 60, un sistema de seguridad social nacional y una red de hospitales centralizada.

Con 75 años, la caja está ahora institucionalizada en Finlandia como la transición hacia la maternidad, algo que une a varias generaciones de mujeres.

Reija Klemetti, de 49 años, vive en Helsinki. Recuerda ir a la oficina de correos y recoger la caja de uno de sus seis hijos.

"Era emocionante recibirla y que de alguna forma fuera la primera promesa de bebé. Mi mamá, mis amigos y mis familiares estaban ilusionados con ver qué tipo de cosas recibiría y qué colores habían escogido para ese año".

Su suegra, de 78 años, contó en gran medida con la caja cuando tuvo al primero de sus cuatro hijos en los años 60. En ese punto, tenía poca idea de lo que podía necesitar.

La caja de hoy en día

  • Colchón, funda de colchón, edredón, manta, saco de dormir / edredón para dormir
  • La misma caja funciona como una cuna
  • Traje para la nieve, gorro, guantes y botas aislantes
  • Traje ligero encapuchado y monos de punto
  • Calcetines y manoplas y sombrero y pasamontañas de punto
  • Monos y ropita en diferentes colores y estampados unisex
  • Toalla de baño con capucha, tijeras de uñas, cepillo de pelo, cepillo de dientes, termómetro de baño, crema de pañales, estropajo para el baño
  • Pañal de tela y trapos para limpiar a los bebés
  • Libro de imágenes y juguetes para la dentición
  • Parches para los pechos, condones

Más recientemente, la hija de Klemetti, Solja, compartió con 23 años la emoción que su madre sintió una vez, cuando se hizo poseedora de la "primera cosa substancial" incluso antes que el bebé. Ahora tiene dos hijos.

"Es fácil saber en qué año nacieron los bebés, porque cada año cambia un poco la ropa que viene. Está bien comparar y pensar 'ese niño nació el mismo año que el mío'", dice Titta Vayrynen, una madre de 35 años que tiene dos hijos.
"Las más felices"

Algunas familias no podrían costear el contenido de la caja si no fuera gratuito, a pesar de que para Vayrynen fue más una cuestión de ahorrar dinero.

Ella trabajaba muchas horas cuando quedó embarazada de su primer hijo y agradeció no tener que buscar tiempo para salir de compras y comparar precios.

"Hubo un reciente informe en el que se asegura que las madres finlandesas son las más felices del mundo y la caja es una de las cosas que me vienen a la mente. Nos cuidan muy bien, incluso ahora que algunos servicios públicos han sido recortados", agrega Vayrynen.

Cuando tuvo a su segundo hijo, Ilmari, ella optó por el dinero en efectivo en lugar de la caja y sencillamente volvió a usar todo lo que le habían dado para su primogénito Aarni.

Un niño también puede pasarle ropa a una niña y viceversa, pues los colores son deliberadamente neutrales.

El contenido de la caja ha cambiado bastante con el paso de los años.

Durante las décadas del 30 y del 40, tenían telas porque las madres estaban acostumbradas a confeccionar ropa de bebés.

Pero durante la Segunda Guerra Mundial, el algodón y los tejidos eran requeridos por el Ministerio de Defensa, así que en las cajas había sábanas de papel y un cobertor de tela.

Historia de una caja

1938: dos tercios de las mujeres que dieron a luz ese año fueron candidatas al subsidio en efectivo, la caja de maternidad o una mezcla de las dos. Desde el principio el paquete podía ser usado como una cuna en hogares más pobres, donde las condiciones higiénicas no eran las más apropiadas para el bebé.
1940: a pesar de la escasez en tiempos de guerra, el programa continuó cuando muchos finlandeses perdieron sus casas en los bombardeos y evacuaciones.
1942-6: El papel remplazó a la tela en artículos como envolturas de pañales y sábana para la madre.
1949: El paquete es ofrecido a todas las madres en Finlandia, siempre y cuando se hicieran controles de salud prenatal (el paquete de la foto de arriba es de 1953).
1957: Las telas y material para coser fueron remplazados por prendas ya confeccionadas.
1969: Se añaden pañales desechables al paquete.
1970: Con más mujeres trabajando, las ropas blancas se sustituyen por algodones elásticos y fáciles de lavar.
2006: Se reintroducen los pañales de tela y se retira el biberón para fomentar la lactancia materna.

En los años 50 hubo un incremento de la ropa fabricada, y en los 60 y 70 la indumentaria incorporó nuevas telas elásticas.
Sin desechables ni biberones

El saco de dormir apareció en 1968 y al año siguiente hubo pañales desechables por primera vez.

Pero no por mucho tiempo.
Con la llegada del nuevo siglo, retiraron los pañales desechables y regresaron los de tela, cumpliendo con lineamientos de protección del medio ambiente.

Motivar una buena maternidad y paternidad siempre ha sido parte de la política de la caja.

"Los bebés solían dormir en la misma cama que sus padres y se recomendó dejar de hacerlo", explica Panu Pulma, profesor de historia finlandesa y nórdica en la Universidad de Helsinki. "Incluir la caja como cama significó que la gente empezó a dejar que sus bebés durmieran aparte".

En determinado momento, las botellas de bebés (biberones o teteros) y los chupetes o chupones fueron retirados para promover la lactancia materna.

"Uno de los principales objetivos de todo el sistema ha sido lograr que las mujeres den más el pecho", dice Pulma, quien agrega que "ha funcionado".

El experto también piensa que incluir un libro de cuentos ilustrado ha tenido un efecto positivo, pues motiva a los niños a manipular libros y, un día, a leerlos.

Además de todo esto, Pulma asegura que esta caja es un símbolo.

Un símbolo de la idea de igualdad y de la importancia de los niños.

El mejor consejo financiero que recibí... o di

Por LIZ MOYER, JASON ZWEIG, RYAN WALLERSON, LIAM PLEVEN, LESLIE SCISM,
KIRSTEN GRIND y DAVID BENOIT
 
Los buenos consejos pueden transformar carreras y cambiar la vida de las personas en algo mejor. The Wall Street Journal solicitó a un grupo de personajes que invierten, gestionan, estudian y escriben acerca del dinero que compartieran el mejor consejo financiero que recibieron o dieron en su vida. Entre los entrevistados figuran inversionistas que han ganado miles de millones de dólares para ellos y sus clientes, fundadores y gestores de firmas de valores y premios Nobel que han ayudado a dilucidar las fuerzas que mueven los mercados.

Robert Shiller, premio Nobel de Economía en 2013 y profesor de la Universidad de Yale
Robert Shiller

El mejor consejo que recibí provino del asesor de mi tesis de doctorado en el MIT, Franco Modigliani, quien me dijo que comprara cuando el mercado se disponía a tocar fondo a inicios de los 80.

Invertí casi el 100% de mi portafolio en acciones baratas, aunque la mayoría pensaba en ese momento que había que diversificar. Leí con suma atención su trabajo en conjunto con [Richard] Cohn de 1979, 'Inflación, Valuación Racional y el Mercado", que argumentaba que las acciones estaban 50% subvaluadas.

Esta sugerencia de inversión produjo otro milagro para mí porque fue la inspiración de un artículo que escribí en 1981 y que fue muy mencionado a la hora de justificar mi premio Nobel. De modo que el consejo de Franco no sólo me dio retornos fenomenales, sino que también me ayudó a obtener el Nobel.

John C. Bogle, fundador de Vanguard Group

La mejor forma de invertir en acciones es a través de un fondo indexado.

Bill Gross, codirector de inversión de Pimco

Bill Gross

El reloj interno de un inversionista es crucial para saber cuándo entrar y cuándo salir de los mercados. Si el gallo canta normalmente a las 6 de la mañana, habrá algunos inversionistas que se despiertan pasada la medianoche, demasiado temprano para saber si un mercado están en un máximo o un mínimo. Y para los que se despiertan a las 10 u 11 de la mañana, como un estudiante universitario, es demasiado tarde. Hay que aprender a reconocer cuando suena el reloj interno y trabajar para que lo haga a las 6 de la mañana.

Scott Adams, creador de Dilbert

El mejor consejo financiero que recibí en mi vida fue que le pusiera un precio alto a mi trabajo y ver qué pasa. Los seres humanos no somos muy buenos a la hora de reconocer nuestro valor de mercado. Cuando empecé a dar charlas en distintos eventos no tenía idea cuánto cobrar. Un mentor me dijo que pusiera un precio absurdamente alto. El cliente lo aceptó sin vacilar y me ofreció costear todos los gastos del viaje.

William Sharpe, premio Nobel de Economía en 1990 y profesor emeritus de finanzas en la Universidad de Stanford

Este fue el mejor consejo que recibí, de Armen Alchian, mi mentor en la Universidad de California en Los Ángeles: A la hora de pensar en los mercados hay que asumir que los precios se fijan por las interacciones entre compradores y vendedores y que cada uno trata de maximizar su bienestar. El mejor consejo que ofrecí: en los mercados de valores no hay que esperar que te regalen nada, hay que diversificarse ampliamente y mantener los costos bajos.

Sallie Krawcheck, dueña de 85 Broads, una empresa de redes de contactos para mujeres, y ex alta ejecutiva de Bank of America y CitigroupC -0.65%

Sallie Krawcheck

No hay que comprar un producto financiero que no se entienda ni comprarlo de una persona que no pueda explicarlo de un modo que se pueda entender. Piense (en el estafador Bernard) Madoff. Muchas personas no entendían como obtenía los retornos que ofrecía, pero no los ponían en duda porque eran muy buenos.

Maurice 'Hank' Greenberg, presidente de la junta de Starr Insurance Holdings y ex presidente de la junta de American International GroupAIG -0.14%

Un consejo que sirve en una era no es uno que se pueda usar para siempre. Sin embargo, daría este consejo: hay que invertir en lo que uno está haciendo, mostrar confianza en lo que se está haciendo. Pero no hay que perder de vista que hay asuntos más amplios que deben ser abordados hoy… temas regulatorios y de política.

John Rogers, presidente del fondo de inversión Ariel Capital Management
Mi entrenador de basquetbol en la Universidad de Princeton, Pete Carril, decía que primero que nada tenía que pensar en los compañeros de equipo. No hay excusa para actuar de forma egoísta y colocarse por encima de sus colegas. Eso ha sido fundamental en mi trayectoria en los negocios: velar por los intereses del equipo y de nuestros clientes, en lugar de los míos.

Carl Icahn, inversionista activista

Carl Icahn

Cuando los amigos y familiares te dicen que eres un genio, antes de aceptar su opinión, piense por un momento en lo que pensaba valían sus opiniones en el pasado.

Mark Cuban: dueño del equipo de basquetbol Dallas Mavericks

Lo primero es pagar las deudas. Estar libre de deudas vale más que cualquier cantidad que se pueda ganar.

Charles Schwab, presidente de la junta directiva Charles Schwab Corp.

Un amigo me dijo, Chuck, te va mejor como dueño. Atrévete y funda tu propia empresa.

2013, quinto año de crisis

Por Juan Francisco Martín Seco – Consejo Científico de ATTAC España

La vida personal y la social son continuas, al igual que la actividad económica. Carece por tanto de toda lógica trocearlas, pero el hombre no puede concebir el tiempo sin distribuirlo en periodos más o menos convencionales. De ahí el calendario; de ahí la salida y entrada de los años; de ahí que las empresas presenten resultados por ejercicios económicos y la costumbre de que al terminar un año se pretenda hacer balance de lo sucedido, como si se pudiese aislar de los acontecimientos anteriores y posteriores.

En materia económica, el año 2013 poco se diferencia de los precedentes: recesión (el PIB se reducirá como mínimo un 1,3%, casi igual que en 2012); más despidos y más paro, bajada de salarios, recortes en los servicios públicos y en las prestaciones sociales, privatizaciones; una Unión Europea que apenas cambia, en la que se sigue repitiendo que se ha hecho mucho pero que hay que continuar en la misma dirección; más leña; poco o nada nuevo bajo el sol.

No obstante, cabe señalar algunas novedades que se han presentado este año. La primera es que en los últimos meses el Gobierno y sus adláteres están empeñados en convencernos de que ha comenzado la recuperación. Se basan principalmente en que el PIB ha abandonado su trayectoria decreciente y en el tercer trimestre se ha incrementado en un 0,1%; 0,1 que muy bien podía ser el -0,1% porque, tratándose de estadísticas y provisionales, es difícil llegar a tal precisión. Pero aceptando que en los próximos trimestres se produzcan tasas positivas estas serán tan bajas que desde luego no crearán puestos de trabajo, a no ser a base de repartir los existentes mediante empleos parciales, los famosos minijobs, paro encubierto y, es más, nadie garantiza que no se produzca de nuevo un cambio de tendencia. Tras las tasas negativas del 3,8 en 2009 y del 0,2% en 2010, el PIB creció un 0,1% en 2011, para retornar a caer en 2012 un 1,6%. ¿Quién nos asegura que la historia no se repetirá?

No hay ningún dato que certifique que una recuperación consistente y sostenida sea posible. Solo el sector exterior presenta una tendencia positiva, pero paradójicamente condicionada a que la economía no crezca, para que las importaciones no desborden a las exportaciones. Fundamentar el crecimiento únicamente en el sector exterior además de arriesgado es inútil, tanto más cuanto que la apreciación del euro compensa con creces toda posible mejora adquirida en la competitividad a través de la bajada de salarios y de los recortes presupuestarios, y que Alemania continúa empeñada en mantener un superávit del 6% en su balanza de pagos.

Ningún otro factor apunta a una recuperación sólida. El consumo privado sigue colapsado como resultado del paro, de la reducción de los salarios y de la deuda contraída por los hogares en los años anteriores; incluso la reciente aprobación de la ley de la reforma del sistema público de pensiones contribuye a que los ciudadanos se retraigan en el gasto. A su vez, el consumo público se encuentra en su nivel más bajo y todo indica que, como mucho, se mantendrá o, lo que es más probable, que se reduzca debido a la política de ajustes que el Gobierno continuará aplicando en su lucha sin fin contra el déficit. Nada se puede esperar de la inversión pública y resulta difícil pensar que la privada pueda reanimarse estimulada únicamente, si acaso, por el sector exterior, y en ausencia de crédito. A pesar del optimismo que intenta infundir el Gobierno, la probabilidad de que el lastre del euro vaya a impedir la recuperación es muy alta.

La segunda novedad, si se puede llamar así, es que al fin los españoles se han enterado de que las alegrías del sector financiero les van a costar muchos miles de millones de euros. Hasta ahora se nos había dicho que las aportaciones a la banca eran puros préstamos o inversiones que se recuperarían más tarde. Las operaciones realizadas hasta el momento indican claramente lo contrario. Las entidades saneadas con dinero público retornan al sector privado, sin que se recobre el dinero invertido. La prueba más clara de que la cantidad de recursos aportados por el erario público a través del FROB va a ser a fondo perdido es que Eurostat ha obligado a computarlo como déficit y a incluirlo dentro del monto de la deuda pública, con lo que esta ha llegado a alcanzar un nivel muy preocupante y jamás conocido por la hacienda pública española, cercano al 100% del PIB.

La tercera novedad a resaltar, y a la que quizá no se le ha concedido la trascendencia adecuada, ha sido la aprobación de la reforma del sistema público de pensiones, verdadero golpe mortal contra el Estado social y que amenaza con dejar en el futuro en la pobreza y en la miseria a una parte muy importante de la población. La sociedad no ha tomado conciencia de lo que representan los cambios introducidos y tampoco de que las pensiones, a niveles ya muy bajos, van a perder año tras año poder adquisitivo. Sin duda va a ser un duro golpe para los actuales pensionistas, pero también y quizá en mayor medida para los futuros. El Gobierno se ha propuesto sanear las finanzas públicas y hacer frente al enorme endeudamiento, haciendo recaer su coste sobre la parte más vulnerable de la sociedad, los jubilados.

La reacción de la oposición ha sido más tibia de lo que cabía esperar. Al PSOE, tan proclive a declarar respecto a determinadas leyes que las cambiará en cuanto llegue al poder, no se le ha oído comprometerse a modificar esta. Surge la sospecha de que, presa de los presupuestos del Pacto de Toledo y de la creencia de que las pensiones solo se pueden financiar con las cotizaciones sociales, no le disgusta en exceso la reforma y de que en cierto modo se alegra de que el actual Gobierno haya hecho el trabajo sucio.

Artículo publicado en República.com
www.martinseco.es

Economía cubana: su desempeño en 2013 y algunas perspectivas para 2014 (I)

Por José Luis Rodríguez*


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Al cierre del presente año es posible anticipar algunas valoraciones preliminares sobre lo ocurrido en la economía cubana durante 2013 y perfilar las perspectivas para el año que comienza, aunque un análisis más exhaustivo requerirá de mayor información.

Como se ha informado, el crecimiento del Producto Interno Bruto alcanzó solamente un 2,7%, cifra inferior al 3,6% previsto en el plan. Ya en la sesión de la Asamblea Nacional del mes de julio se había apuntado que el incremento del primer semestre fue de 2,3% y se anticipó que la cifra del año estaría entre 2,5 y 3%, habida cuenta de las dificultades enfrentadas desde finales de 2012, cuando el huracán Sandy provocó pérdidas por 6.970 millones de dólares al país.

Adicionalmente al impacto del fenómeno climático, el ministro de Economía y Planificación informó que la caída en el ritmo de crecimiento había estado influenciada por el incumplimiento de los ingresos en divisa previstos -lo que obligó a un fuerte ajuste del plan y de las perspectivas para 2014 en octubre-, así como cifras inferiores de crecimiento en la industria y las construcciones.

La información disponible muestra que las inversiones se desaceleraron desde un auge de 16% en el primer semestre a 7,1% al finalizar el año, lo que produjo un incumplimiento del plan en 14,7%. En este sentido, la tasa de acumulación estimada se ubica en un magro 7,8% en relación con el PIB, reconociéndose la persistencia de la baja efectividad del proceso de inversiones en el país.

En el ámbito de la inversión estatal se reportó un crecimiento de 7,1% en el número de viviendas construidas por el Estado, aunque el plan se cumplió sólo al 84%.

En términos de los indicadores macroeconómicos más importantes se obtuvo un crecimiento de 2,3% en la productividad del trabajo global frente a un salario medio que llegó a 474 pesos mensuales para 1,7% de incremento, lo cual refleja una evolución positiva de esa proporción.

También continuó la reducción gradual del empleo estatal, que bajó 1,5% en comparación con el incremento de 6% en el sector no estatal. La tasa de desempleo fue de 3,3%.

En cuanto al sector no estatal, el año cierra con 444.109 trabajadores por cuenta propia, ocupados en 201 actividades. En este caso, la cifra crece 2,8 veces en relación con 2010. A ello se suma la existencia de 270 nuevas cooperativas no agropecuarias y de otras 228 en proceso de aprobación, todo lo cual muestra un importante crecimiento del sector privado y cooperativo en 2013.

Los resultados en otras ramas de la economía reflejan una situación compleja. Así, la producción de petróleo decrece 0,7%, aunque se incrementan en 9,5% las exportaciones sobre la base de la restricción en el consumo interno. También se informó que mejora el índice de intensidad energética global.

En el caso del sector agropecuario no cañero, las cifras hasta septiembre mostraban aumentos en la producción de arroz (7,7%), maíz (10,3%) y huevos (2,4%), al tiempo que disminuían en leche (2%), viandas y hortalizas (1,8%) y frijoles (5,7%).

La producción azucarera, por su parte, alcanzó 1.513.000 toneladas, para un crecimiento de 8,1% en relación con la campaña anterior, pero con precios en el mercado mundial que promediaron 16,43 centavos la libra, para una caída del 15,5%. Igualmente, los precios del níquel descendieron casi 17% de diciembre de 2012 a diciembre de 2013.

El transporte de carga bajó 8,6%, y aunque el referido a pasajeros aumentó 8,1% a nivel nacional y 7,1% en La Habana, esas cifras son insuficientes y quedaron por debajo de lo planificado y de las necesidades reales.

La circulación mercantil minorista creció 12,7% en moneda nacional y las ventas en CUC aumentaron 6,5%, aunque este aumento estuvo influido en ambos casos por incrementos en los precios. También aumentó 35% el comercio mayorista.

Las finanzas internas muestran un déficit presupuestario de 1,2% sobre el PIB, cifra inferior a lo previsto debido a la contracción en un conjunto de actividades, lo cual se aprecia en que los gastos presupuestados alcanzaron el 62,9% del PIB en comparación con 71% en 2012, en tanto que los ingresos bajaron al 58,3% desde 67,3% en el ejercicio precedente, según estimados.

En cuanto a la población, se alcanzaron 1.773 millones de pesos en créditos personales y la liquidez aumentó 4% aunque se reporta equilibrada.

Por su parte, el sector externo arrojó un saldo comercial de bienes y servicios positivo de 1.256 millones de dólares, lo cual, si bien es un dato favorable, debe estar por debajo de 2012 en unos 221 millones, según estimados. En este sentido, vale la pena señalar que el turismo no creció en relación con el año anterior, lo que produjo un incumplimiento calculado en 13% del plan.

En relación con las importaciones, el precio del petróleo de referencia WTI aumentó 9,1%. En el caso de los alimentos, la cifra prevista de 1.938 millones de dólares en compras para 2013 puede haber sido inferior -según las previsiones informadas en julio- aunque los resultados finales muestran una situación mixta, con aumentos de precio significativos en frijoles (51%), leche en polvo entera (42,3%) y carne de cerdo (33,1%), y descensos en trigo (37,1%), maíz (29,4%) y arroz (13,8%), entre los productos más representativos.

Desde el punto de vista de las finanzas externas, el año concluye con un favorable expediente de pago puntual de las deudas previstas y un proceso favorable de renegociación que debe repercutir positivamente en la credibilidad externa del país.

No obstante, la tensa situación financiera de este año obligó también a moderar el crecimiento en 2014. (Continuará).



*El autor es asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM, La Habana).

Ampliará capacidades hoteleras el próximo año

Por Minerva Hernández Basso
 
Ejecuta inversiones en Camagüey, Trinidad, provincia de Sancti Spíritus y Viñales, en Pinar del Río

El grupo hotelero Cubanacán, de gran tradición y reconocimiento internacional en el sector del turismo, alcanzó en 2013 la cifra de 4 400 000 turistas, días en sus instalaciones, lo cual representa un discreto crecimiento de 2 % en ese indicador, según confirmó a este semanario su presidente Antonio Miguel Cruz Ricardo.

Señaló que la planta hotelera actual dispone de 15 320 habitaciones, en 71 instalaciones con categorías de tres, cuatro y cinco estrellas y que prestan servicios en las modalidades de turismo convencional y Todo incluido. Están ubicadas en nueve regiones turísticas del territorio nacional, incluidas las principales ciudades y zonas vacacionales.

Anunció para 2014 crecimiento de las capacidades en los territorios de Camagüey; Trinidad, en la provincia de Sancti Spíritus y Viñales, en Pinar del Río, donde se ejecutan inversiones en obras que permitirán ampliar las ofertas turísticas de recorridos y circuitos a lo largo de toda la Isla, en especial, las que combinan programas en ciudades y playas, así como las estancias en destinos más demandados, durante las temporadas altas del turismo.

Igualmente, Cruz Ricardo informó acerca de diversas acciones para la concertación de nuevos negocios con entidades de diferentes países. También explicó que en el nuevo año se prevé finalizar las negociaciones del primer hotel mixto con capital cubano y francés, en Trinidad.

El pasado año Cubanacán abrió el hotel América, en la provincia de Villa Clara, y La Ronda, perteneciente a la marca Encanto, ubicado en la ciudad colonial de Trinidad, en la región central del país. El crecimiento del Grupo en 2012 permitió, además, la incorporación a la administración propia de los hoteles Tropicoco, en la playa Santa María, al este de La Habana, así como el Club Amigo Aguas Azules, en Varadero.

Asimismo, asumió la administración del Colonial, en Cayo Coco, al norte de la provincia de Ciego de Ávila y abrió los hoteles Barcelona, en la ciudad de Remedios, Villa Clara, y Ordoño, en Gibara, provincia de Holguín, estos últimos bajo la denominación de hoteles E (Encanto).

Fin de año

Antes de finalizar el año el Grupo Cubanacán reconoció los aportes de turoperadores y agencias de viajes que tributan para las instalaciones de esa entidad desde los mercados de Canadá, Reino Unido, Francia, España, Suiza, Alemania, Holanda, Austria, Italia, y Rusia. Igualmente, resaltó la colaboración de sus similares de Argentina, Chile, Colombia, México, Panamá, Uruguay, Polonia, República Checa y Suiza.

En la ceremonia, que tuvo lugar durante la reapertura de la sala de fiestas Ipanema, del hotel Copacabana, Antonio Miguel Cruz Ricardo, al reconocer el apoyo brindado por esas entidades afirmó: "siempre serán una brújula de nuestro trabajo" y expresó el interés por cumplir con la responsabilidad de ajustar la calidad de las ofertas a partir del mejoramiento de los servicios "para unidos aumentar el número de visitantes a Cuba", acotó.

En sus palabras el presidente del Grupo Hotelero elogió la labor desempañada por los turoperadores, agencias de viajes, receptivos cubanos, socios extranjeros y otros colaboradores para incrementar los arribos de turistas y destacó su fidelidad y confianza en Cubanacán.

De manera especial, destacó el desempeño de las agencias receptivas nacionales, tanto en las acciones en el mercado internacional y la realización de circuitos dentro del país, como en la captación de turismo nacional, sobre lo cual, dijo: "se ha puesto de manifiesto una estrecha y decisiva colaboración al incorporar a nuestros hoteles a sus programas, multiplicando las estancias en las instalaciones".

Acerca de 2013, refirió que Cubanacán trabajó intensamente en el programa de inversiones y de mejora de sus instalaciones hoteleras, tanto de administración propia como extranjera. Al respecto apuntó: "la comercialización y la promoción han estado enmarcadas en posicionar nuestros productos y marcas, prevaleciendo la necesidad de elevar la calidad a partir del conocimiento de los índices de satisfacción de los clientes y aún cuando ese indicador crece en relación con años anteriores, no estamos satisfechos con los resultados". Destacó el propósito de rediseñar los manuales operativos con la inclusión de valores añadidos y la implementación de un plan corporativo de fidelización".

Fundado en agosto de 1987, como un grupo de turismo y comercio internacional, Cubanacán ha asumido diversos cambios en su estructura. Actualmente, trabaja con las marcas hoteleras propias de Cubanacán Hoteles, Brisas, Club Amigo, Horizontes y Hoteles E, clasificación que define a las instalaciones ubicadas en edificios patrimoniales, en zonas céntricas de las ciudades. También dispone de instalaciones que operan bajo contratos de administración con cadenas extranjeras de gran prestigio internacional.

Desarrollarán en Cuba nuevos estudios sobre ataxias hereditarias


La Habana, 30 dic (PL) En la oriental provincia cubana de Holguín existe hoy la mayor concentración de pacientes del país afectados por Ataxia Hereditaria, enfermedad caracteriza por pérdida de la coordinación de movimientos, alteraciones del equilibrio, el lenguaje y la marcha.También se detectó que la afección, provocada por una lesión a nivel del cerebelo, médula espinal y nervios periféricos, tiene un mayor riesgo en la población de esa región a portar o padecer la dolencia, en particular la Ataxia Espinocerebelosa tipo 2 (SCA2).

Por esas razones se creó en el año 2000, el Centro para la Investigación y Rehabilitación de las Ataxias Hereditarias (CIRAH), el cual brinda asistencia médica y desarrolla proyectos de investigación en este campo de la medicina.

Su actual director, el Doctor en Ciencias Luis Velásquez Pérez, acaba de compartir con la antropóloga social argentina Irina Podgorny, especializada en Historia de la Ciencia, y el turco Ismail Cakmak, profesor de la Universidad Sabanci de Estambul, el premio de investigación Georg Forster que otorga la Fundación Alexander von Humboldt, en Alemania.

"Fui propuesto para este premio por científicos de la Red Eurosca, una red Europea para el estudio de las ataxias integrada por nueve grupos de investigadores procedentes de 22 países y un científico estadounidense", explicó Velásquez a Prensa Latina.

El galardón, otorgado por los resultados alcanzados en el estudio de este problema durante más de 20 años, está dotado con 60 mil euros, los cuales serán destinados a la ejecución de un proyecto de investigación en colaboración con la Tübingen University Alemania, relacionado con la ataxia SCA2, aseveró.

"Se trata de un proyecto cuyo objetivo final es la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas para contrarrestar la progresión o degeneración que ocurre en el sistema motor desde estadios tempranos de la dolencia y que sería aplicable a otras formas de ataxias espinocerebelosas, que compartan mecanismos similares".

Además permitirá ampliar el conocimiento sobre las conexiones entre estas células dentro del sistema nervioso, y facilitará identificar los mecanismos que provocan la muerte de las mismas, agregó.

El trabajo se desarrollará en sujetos con la mutación que provoca la ataxia Espinocerebelosa tipo 2, apuntó.

En una primera etapa, se estudiarán las vías relacionadas como los movimientos y en particular de las neuronas ubicadas en la médula espinal y el cerebro, pero desde estadios muy tempranos, previas a la aparición de los trastornos de la coordinación, el equilibrio y de la marcha, expresó.

Esto permitirá identificar dianas para emprender nuevos ensayos clínicos, pero de inicio temprano, los cuales no se han realizado en ningún país hasta el momento, pero que dada la alta prevalencia de la enfermedad en nuestra provincia, existe una oportunidad única a escala internacional", manifestó Velásquez, quien es también académico titular de la Academia de Ciencias de Cuba.

La Fundación Alexander von Humboldt financia anualmente la investigación en Alemania de más de dos mil expertos, y tiene una red mundial de 26 mil científicos de todas las disciplinas, entre ellos 50 premios Nobel.

acl/vm

Cuba: Santeros despiden el año con antiguo ritual

Escrito por AP

Para agradecer las bondades del viejo año y llamar a la prosperidad en el próximo, santeros y feligreses de las religiones afrocubanas esparcieron la sangre de un chivo y varios gallos en el patio del Mercado de Cuatro Caminos, así como frutas y flores: un homenaje a Eschu-Elegbara, divinidad de los mercados y protector del universo.

Nacida del sincretismo entre las tradiciones africanas traídas por los esclavos negros y las creencias católicas, la santería cubana es actualmente la principal religión en la isla donde millones de personas siguen sus enseñanzas y practican sus ritos.
 
Varios cientos de personas se congregaron el lunes en el mercado más importante de la capital. Cantaron, tocaron sus tambores sagrados y sacrificaron animales para despedir al 2013 y renovar sus esperanzas de cara al 2014.

La administración del Mercado de Cuatro Caminos autorizó este año la colocación de la suerte monolito de cemento y piedra en el patio, a donde también entran los camiones cargados de productos agropecuarios, perfumando al lugar con el olor de naranjas, frutas y vegetales al conjunto de paredes desconchadas.

"Estas ofrendas se hacían aquí desde 1996, pero ahora logramos que nos permitieran dejarla permanente", explicó a la AP, el babalawo --sacerdote-- Víctor Betancourt, quien dirigió la ceremonia.

Frente a curiosos y creyentes, muchos vestidos de blanco, con gorros religiosos y atributos de santería los religiosos instalaron una suerte montículo piramidal, sobre el que se colocó una cabeza tallada y tocada con una corona de caracoles.

"Representa a Eschu-Elegbara", manifestó Betancourt. "Divinidad de los mercados y el comercio y policía del universo", agregó.

Varios babalawos y feligreses bailaron al son de los tambores batá --consagrados-- acompañados de cantos ceremoniales en lengua yoruba, mientras se ofrecía a la deidad pedazos de coco y sandía, se le escupía ron y se le entregaba caramelos y flores.

Un chivo y varios gallos fueron sacrificados ante la imagen y su sangre bañó al ícono.

"Muchos de los babalawos trabajan aquí (en el Mercado)", comentó Betancourt, reconocido entre sus pares religiosos de la isla por su conocimiento de la santería y las tradiciones yorubas. "Este año fue bueno, fue próspero", indicó.

Para el sacerdote se cumplieron las profecías o "Letra del Año" difundida en septiembre del 2013 y en la cual se hablaba de la limpieza del universo de flagelos como la corrupción, las malversaciones y la delincuencia.

"El 2014 será de germinación luego de que la tierra ha sido limpiada", aseguró esperanzado.
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