"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

sábado, 2 de marzo de 2013

Cuba, el trayecto a lo ignoto ( Parte IV. Inversiones y Formación Bruta Capital)

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a-      Inversiones y Formación Bruta de Capital
Tanto las inversiones como la formación bruta de capital, en un porciento adecuado en relación al PIB, son esenciales para el crecimiento económico sostenido de cualquier país. Además constituye la estrategia para ir introduciendo tecnología eficiente y sustentable, e ir garantizando el crecimiento económico progresivo y una adecuada reproducción ampliada, y lo más relevante lograr la competitividad internacional de la industria nacional. No hay camino para el desarrollo que no sea la introducción constante y progresiva de los nuevos adelantos de la Ciencia para que incrementen la productividad del trabajo en todos los sectores de la economía, en toda la vida social en que se desempeñan los seres humanos. No hacerlo así es detener el desarrollo.
Las nuevas tecnologías son el detonante  de la obtención de posibles ingresos para seguir manteniendo o ampliando los niveles de inversiones, cuando este ciclo se rompe es casi imposible que la economía crezca. Esta verdad está fundamentada en la experiencia de los países que han alcanzado altos niveles de desarrollo en el último medio siglo.
Cuba además, no sólo debe cumplir con esta verdad insoslayable, sino que además tiene que cuidar la tecnología que introduce aunque sea redundante; en el marco de la división internacional de los países socialista no era precisamente una tecnología de punta ni eficiente la que se introducía en las inversiones que se realizaban en aquel contexto favorable del CAME.

Nuestro país además ha invertido en la formación académica de su población de forma masiva, creando con ello condiciones adecuadas para la introducción masiva de nuevas tecnologías. Así el cuello de botella es la fuente de financiamiento, pero observaremos que hay acciones y fuentes no aprovechadas.

                  Gráfico # 5 Elaboración propia Datos ONE y CEPAL.
El gráfico # 5 se muestran dos variables: una el volúmen de inversión anual 1990 -2011 a precios corrientes[1]. Como se observa en los volúmenes de inversiones hay un descenso hasta 1994, después hay un ascenso que alcanza su cota más alta en el 2008 y en los últimos tres años hay otra vez un descenso, si bien en el 2011 es ligeramente superior al 2010; dos la curva que refleja el por ciento del volumen de inversión en relación al PIB, refleja que a partir de 1992 y hasta el presente  esta relación está por debajo del 10 % del PIB, es decir 20 años consecutivos. Esto por supuesto, tenía que traducirse en resultados no adecuados desde el punto de vista económico y financiero.
En el 2012 el incumplimiento del plan de inversiones fue de un 19 % y para el 2013 debe alcanzar una cifra de 7,756 millones de dólares[2], de ello el 79 % serán en actividades productivas, algo positivo, pero a todas luces sigue siendo insuficiente. Si se quiere dar un impulso real a la economía las tasas de inversión tienen que estar alrededor del 20 % del PIB como mínimo y esta cifra se sitúa en 14,750 millones de dólares al año, es decir un 90.2 % adicional a la cifra proyectada para el 2013.
Un factor adicional que está incidiendo es la baja efectividad de las inversiones, es un aumento de las inversiones en proceso, que reflejan una inmovilización inconcebible de recursos financieros.
Las consecuencias son evidentes, no se puede recuperar la economía en el mediano plazo con esta tendencia y en el largo plazo decrecerá.
Si tenemos en cuenta que una media aceptable a nivel mundial se ubica en el rango del 20 % - 30 % del PIB como ya apuntamos, podemos constatar que los niveles de inversiones que se están ejecutando en Cuba en estos últimos 20 años es de un promedio anual del 7.7 %.
Hay otro factor mencionado en el discurso oficial, que no permite el crecimiento de las mismas,  es la falta de suficiente financiamiento externo, recurrente todos los años, pero según nuestro criterio, este existe por la falta de flexibilidad en nuestras condiciones y por la insuficiente gestión por parte del ente estatal encargado de atraer las mismas y de subestimar inversiones pequeñas.
Otro aspecto que provoca que exista un insuficiente volumen de inversión es la exclusión ciudadana[3]; si se propiciara la participación de los cubanos en las mismas esto sería no solo lo correcto política y jurídicamente hablando, sino lo adecuado desde el punto de vista económico. Un ejemplo sencillo, si todos los cubanos pudiéramos voluntariamente invertir 100 dólares anuales, serian 1,100 millones de dólares al año. Y estamos hablando de participación ciudadana en las inversiones estatales, en las empresas,  por supuesto con una tasa de ganancia de retorno o interés superior a la corriente. Estaríamos así socializando, además, la propiedad estatal, identificado como un problema del mal llamado socialismo real.[4]
Un aspecto esencial en la atracción de inversiones externas es la garantía que las leyes brinden a las mismas y la facilidad para hacer negocios en el país.  El Banco Mundial emite anualmente el Informe Doing Business (DB) que es además, el referente de  los gobiernos para la realización de sus proyecciones de inversiones en el extranjero. En este Informe se realiza un ranking por países con criterios de medidas para conocer cómo evoluciona cada país año tras año y conocer por cada país sus facilidades de inversión extranjera.
El Informe  DB de 2013 sitúa en los diez primeros lugares a: Singapur, Hong Kong China, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Dinamarca, Noruega, Inglaterra, Corea del Sur, Georgia y Australia, hasta llegar a la cifra de 185 países y qué observamos, Cuba no se encuentra en ningún lugar. Es decir hay un total desconocimiento de nuestro país. ¿Cómo pretender atraer más inversiones? ¿Cómo saben los países que hemos flexibilizado nuestras leyes, nuestros mecanismos?. Y aun cuando se informe por otras vías, no estamos comparándonos con nadie y sencillamente estamos excluidos de este mecanismo mundial.
En el Anexo # 1 mostramos los parámetros y las mejores experiencias de países  publicado por el DB para que se tenga una mejor idea de lo que estamos comentando.
La Formación Bruta de Capital tiene un comportamiento más o menos similar al de las inversiones como se puede observar en el gráfico # 6. Este importante indicador del desarrollo económico de cualquier país vamos a compararlo más adelante, con otros países en el mundo que  han alcanzado niveles más alto de desarrollo que Cuba en los últimos 40 años.


          Gráfico # 6 Elaboración propia. Fuente Banco Mundial.
A modo de resumen podemos observar en el gráfico # 7 el comportamiento de los ritmos de crecimiento anual del PIB, el Salario Real, la Productividad y las Inversiones y puede verse claramente que hay una cierta correlación en el comportamiento de las mismas,  sobre todo a partir de 1997, lo que viene a corroborar en parte, lo que hemos estado afirmando Δ Inversiones-Δ Productividad- Δ PIB- Δ Salario Real.


         Gráfico # 7  Elaboración propia Datos ONE y CEPAL.
(Continuará)

[1] Es importante señalar  que no hay una serie por parte de la ONE a precios constantes que se pueda evaluar de 1990- 2011 este comportamiento. La serie más actualizada con año base 1997 empieza en 1996.
[2] Aún cuando se dan los resultados en pesos, para la economía empresarial la tasa de cambio es equivalente al dólar en la ONE, CEPAL y PNUD.
[3] Lo importante no es impedir la concentración de riqueza económica, sino impedir concentración e incidencia  en lo político.
[4] Si un ciudadano cubano residente en Cuba puede conseguir con un familiar en el extranjero 50,000 usd ¿por qué no se crea un mecanismo en que legalmente pueda canalizar ese dinero en el Fondo de Inversión Estatal a cambio de un royalty? 

Anexo # 1


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