"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

sábado, 30 de junio de 2012

Cómo Europa puede rescatar a Europa

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Por George Soros

En su reunión en Roma el jueves pasado, los gobernantes de las cuatro mayores economías de la eurozona acordaron los pasos hacia una unión bancaria y un modesto paquete de estímulo para complementar el nuevo "pacto fiscal" de la Unión Europea. Lamentablemente, son medidas insuficientes.
La canciller alemana Angela Merkel se resistió a todas las propuestas para dar alivio a España e Italia frente a las excesivas primas de riesgo que enfrentan en la actualidad. Como resultado, la próxima cumbre de la UE podría convertirse en un fiasco que bien puede ser letal, porque equivaldría a dejar el resto de la eurozona sin un cortafuegos financiero lo suficientemente sólido para protegerla de la posibilidad de que Grecia la abandone.
Incluso si se puede evitar una calamidad fatal, la división entre países acreedores y deudores acabará por reforzarse, y los países de la "periferia" no tendrán ninguna oportunidad de recuperar competitividad, porque el campo de juego está sesgado en su contra. Puede que esto beneficie el estrecho interés propio de Alemania, pero creará una Europa muy diferente de la sociedad abierta que encendió la imaginación de la gente e impulsó la integración europea por décadas. Hará de Alemania el centro de un imperio y subordinará permanentemente a la "periferia". No es lo que Merkel ni la inmensa mayoría de los alemanes representan.
Merkel afirma que va en contra de las reglas usar el Banco Central Europeo para resolver los problemas fiscales de los países de la eurozona, y tiene razón. El presidente del BCE, Mario Draghi, ha dicho lo mismo. De hecho, falta un importante punto en los temas a tratar en la próxima cumbre: una Autoridad Fiscal Europea (AFE) que, en colaboración con el BCE, pueda hacer lo que este no puede hacer por su cuenta.
En particular, la AFE podría crear un Fondo de Reducción de la Deuda, una forma modificada del Pacto Europeo de Amortización de la Deuda propuesto por el Consejo de Asesores Económicos de Merkel y respaldado por los socialdemócratas y los verdes alemanes. A cambio de determinadas reformas estructurales en Italia y España, el Fondo adquiriría y poseería una parte significativa de su deuda. Financiaría la compra mediante la emisión de bonos europeos del Tesoro (obligaciones conjuntas y solidarias de los países miembros) y transferiría los beneficios de la financiación barata a los países interesados.
Las autoridades asignarían a los bonos del Tesoro una calificación de riesgo cero  y serían considerados la garantía de más alta calidad para las operaciones de reporto en el BCE. El sistema bancario tiene una necesidad urgente de activos líquidos libres de riesgo. En la actualidad, los bancos poseen más de € 700 mil millones de liquidez excedente en el BCE, ganando sólo una cuarta parte del 1% de interés. Esto asegura un mercado inmediato y de gran tamaño para bonos a 1% o menos.
En caso de que un país participante no cumpla con sus compromisos, la AFE podría imponer una multa u otro tipo de sanción proporcional al incumplimiento, lo que evitaría que su aplicación fuera el equivalente a una "bomba nuclear" imposible de ejercer. Además, esto daría una sólida protección contra el riesgo moral. A un futuro gobierno (por ejemplo, en Italia) le resultaría prácticamente imposible romper los compromisos contraídos por la actual administración del primer ministro Mario Monti. Puesto que prácticamente la mitad de la deuda italiana estaría financiada por bonos europeos del Tesoro (produciendo un efecto similar a una reducción en el plazo promedio de vencimiento de su deuda) tal gobierno sería mucho más sensible a las penas que pudiera imponerle la AFE.
Después de un período adecuado, los países participantes podrían entrar en programas de reducción de la deuda adaptados a la medida de cada uno y de una manera que no ponga en peligro su crecimiento. Sería el preludio a una unión política completa y la introducción de los eurobonos. Por supuesto, la emisión de bonos europeos del Tesoro requeriría la aprobación del Bundestag, pero esto sería de conformidad con el requerimiento del Tribunal Constitucional alemán de que todo compromiso aprobado por el Bundestag tenga limitaciones de tiempo y dimensiones.
No es demasiado tarde para convertir esta propuesta en una declaración política que siga no solo la meta a largo plazo de una unión política, sino también constituya un camino hacia una unión fiscal y bancaria. Guiado por ella, el fondo de rescate financiero de la eurozona, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE), podría hacerse cargo inmediatamente de los bonos griegos en poder del BCE, que podría empezar a acumular bonos españoles e italianos, e Italia y España podrían poner en práctica las reformas estructurales necesarias para calificar para el Fondo de Amortización de la Deuda.
Estas medidas significarían un gran alivio para los mercados financieros. Y lo que es igualmente importante: cambiarían la dinámica política de Europa de negativa a positiva.
El principal obstáculo es que los políticos alemanes siguen sumidos en una actitud de "no se puede". Merkel insiste en que la unión política debe preceder a una unión plena en lo fiscal y bancario, pero es eso no es realista ni razonable. Las tres tienen que desarrollarse en simultáneo y paso a paso. No puede haber un tratado o cláusula constitucional que impida la creación de la AFE si lo aprueba el electorado alemán, representado por el Bundestag; de lo contrario, no se podría haber creado el MEE. Si el resto de Europa está unida detrás de esta propuesta y el Bundestag la rechaza, Alemania deberá asumir toda la responsabilidad por las consecuencias financieras y políticas.

viernes, 29 de junio de 2012

China opaca aún más las perspectivas del euro

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Por NICHOLAS HASTINGS

El euro está más que al filo de la navaja.
imageNo solo los líderes europeos están siendo públicamente incapaces de producir incluso un borrador para salvar la moneda única en el corto plazo, sino que ahora China, que durante mucho tiempo ha sido uno de los mayores partidarios de la moneda, podría tener que retirar su respaldo.
Sobre la que será una altamente decepcionante cumbre europea hablaremos después.
Primero, China.
Un informe publicado esta semana en el diario The New York Times, que afirma que los funcionarios chinos estarían falsificando datos para ocultar la tasa de la desaceleración económica, da crédito a lo que muchos temían: China podría estar encarando un aterrizaje forzado después de todo. 
Para Beijing, la desaceleración tendrá importantes implicancias en el crecimiento de las reservas internacionales.
Y para el euro, eso es una mala noticia.
Durante años, mientras crecían las reservas basadas en el dólar de China, el Banco Popular de China ha emprendido una política de diversificación a través de la cual ha vendido dólares para comprar euros.
Si la economía china se está desacelerando incluso más de lo que se admite, todo ese respaldo para el euro podría terminar.
Neil Mellor, estratega de Bank of New York Mellon en Londres, sugiere que Beijing ahora acelerará el ritmo de las reformas hacia una liberalización de la cuenta de capital. En otras palabras, reducirá las intervenciones para limitar cualquier apreciación del yuan. Los flujos de fondos hacia la moneda deberían caer también debido a un descenso de la inversión extranjera directa mientras la economía pierde su brillo, y las importaciones deberían aumentar mientras Beijing apela al consumo interno para reducir su dependencia sobre las exportaciones.
Para el euro, el momento de este cambio de política en China podría ser particularmente perjudicial.
La cumbre de esta semana de líderes europeos, que comienza el jueves en Bruselas, es considerada por muchos como la última oportunidad para salvar al euro.
Sin un plan convincente para llevar a la zona euro a una unión fiscal sustentable, el costo de financiar las deudas de las economías más débiles, como la de España e Italia, continuará creciendo.
Lo que hace esta cumbre diferente de muchas otras es que los deudores están en un riesgo mucho más alto que antes, y que el Banco Central Europeo probablemente no pueda ayudar a calmar los mercados financieros en esta oportunidad.
Aún no se ha implementado en su totalidad un intento por apuntalar los bancos españoles con la inyección de nuevo capital anunciado hace dos semanas, y ahora también los bancos italianos comienzan a enfrentar presiones de financiamiento.
En el pasado, para resolver ese problema, el BCE inyectó dinero en los bancos europeos a través de financiamiento barato.
Pero crece la evidencia de que eso no está funcionando y que el BCE no solo está pateando los problemas para más adelante, sino que está perjudicando su reputación de probidad monetaria.
El problema para el euro es que incluso con la acumulación de esas presiones sobre los mercados financieros, hay pocas señales de que los líderes europeos estén cerca de resolver problemas clave que ayudarían a asegurar el futuro de la moneda única.
Informes publicados a comienzos de esta semana, acerca de que importantes líderes de la Unión Europea pergeñaban un plan para mantener los países miembros bajo control a través del veto de sus presupuestos, alentó brevemente las expectativas de que la región podría estar acercándose a alguna forma de bonos garantizados conjuntamente, lo cual ayudaría a reducir los costos de financiamiento para los gobiernos en problemas.
Como la canciller alemana Angela Merkel supuestamente dijo que eso no va a suceder "en tanto esté viva", las probabilidades son que la cumbre terminará con poco más que las usuales promesas anodinas de acción.
Para el euro, eso muy bien podría ser demasiado poco, demasiado tarde.
Y como a que es posible que al mismo tiempo decaiga el respaldo de China, las perspectivas para la moneda única están aún más sombrías de lo que han sido durante cierto tiempo.

jueves, 28 de junio de 2012

Surge en Cuba la resistencia a las reformas que impulsa el presidente Raúl Castro

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Por Gerardo Arreola
 
En Cuba es apreciable ya la resistencia a las reformas desde diversos sectores de la sociedad, entre ellos desempleados, jubilados, familias pobres y burocracia, los cuales resultan perdedores con el cambio, según un análisis académico que empezó a circular aquí.
Toda reforma lleva ganadores y perdedores, y estos últimos, como es natural, ofrecen resistencia a los cambios, dicen Omar Everleny Pérez y Pável Vidal en una amplia evaluación del plan impulsado por el presidente Raúl Castro.
Mayra Espina sostiene que el proceso tendrá impactos positivos en el empleo y la atención focalizada a sectores vulnerables, pero aumentará la franja de pobreza. Es una reforma incompleta que debería recuperar en el camino un enfoque sistémico e integrador de todas las dimensiones del desarrollo.
En el prólogo de Miradas a la economía cubana: el proceso de actualización (Editorial Caminos), Pérez y Vidal anotan que la eliminación de subsidios y el aumento de precios pueden impactar más a familias necesitadas, mientras se implanta el nuevo sistema de apoyos selectivos. Se requieren nuevas formas de asignar el gasto social para evitar un incremento desproporcionado de la pobreza durante el ajuste.
Además de los citados, la obra reúne ensayos de Ileana Díaz y Ricardo Torres; Dayma Echeverría y Teresa Lara; Luisa Íñiguez, Armando Nova, Camila Piñeiro y Juan Triana, profesores e investigadores de diversos centros académicos, casi todos de la Universidad de La Habana.
Entre las resistencias a la reforma, Pérez y Vidal también apuntan la que proviene de la burocracia, la cual intenta defender su posición a toda costa. En el sistema cubano esto es propicio, dado el gran tamaño del Estado y una institucionalidad con amplios espacios para la discrecionalidad, la ausencia de reglas explícitas y la poca transparencia de las decisiones públicas.
Los autores creen que la reforma tiende a proponer un nuevo pacto social al ampliarse el sector privado, que demandará mayor transparencia y rendición de cuentas al uso de sus impuestos. Señalan ambigüedades o indefiniciones del proceso, que ocurre sin una crítica profunda al modelo soviético que tanto le debe y sin precisarse con claridad las pautas del socialismo que se quiere perfeccionar.
Estiman que uno de los principales dilemas es la velocidad del cambio: el gobierno quiere reformas graduales, pero la octogenaria generación histórica no cuenta con el tiempo suficiente para ese ritmo.
Sin embargo, piensan que hay forma de acelerar sin causar un colapso si se amplía el espacio de la pequeña y mediana empresas y las cooperativas.
Consideran necesaria una reforma institucional de gran calado y mayor apertura a la inversión extranjera directa, en principio en la pequeña empresa privada, la agricultura y las futuras cooperativas urbanas.
Pérez y Vidal concluyen que el gobierno enfrenta el desafío de formar consensos y gestionar las tensiones redistributivas para poder conservar la estabilidad del país sin ceder en los cambios, indispensables para mejorar el nivel de vida de los cubanos, algo imposible de lograr con el modelo actual.

miércoles, 27 de junio de 2012

La historia de éxito no tan exitosa de Estonia

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Por:
Puesto que Estonia se ha convertido de repente en el epítome de los defensores de la austeridad (¡Están en el euro y prosperan!), me pareció que podría ser útil hacernos una idea de qué estamos hablando. A continuación encontrarán un gráfico de Eurostat que muestra el verdadero producto interior bruto.
Evolución del PIB de Estonia.
O sea, una recesión terrible –de la escala de una depresión– seguida de una recuperación importante, pero todavía incompleta.
Obviamente, es mejor que el que no haya ninguna recuperación, pero ¿es esto lo que se hace pasar por un triunfo económico?
Por qué son importantes los países bálticos
Algunos lectores me han pedido que no pierda el tiempo con Letonia, Estonia, etcétera, aduciendo que son demasiado pequeños como para tener alguna importancia. Lo siento, pero no es cierto. Por un lado, todas las economías –incluso las pequeñas– son un “experimento natural” en potencia que nos enseña más sobre el funcionamiento de las economías en general. Al margen de eso, actualmente los países bálticos han cobrado relevancia en la imaginación de los defensores de la austeridad, sobre todo porque Irlanda sigue negándose a cooperar y a convertirse en una historia de prosperidad.
Jörg Asmussen es el hombre de Alemania en el Banco Central Europeo, lo que significa que lo que él diga es importante. Lean su discurso pronunciado en Riga, Letonia, este mes (disponible en ecb.int), en el cual asegura que la experiencia báltica demuestra que la austeridad y la devaluación interna funcionan. Fíjense en que sus pruebas provienen por entero de un año de crecimiento bastante rápido tras una crisis increíble. Por tanto, es importante decir que esto demuestra bien poco.
Ciclos empresariales problemáticos
Por lo visto, mis comedidas observaciones de que una recuperación parcial de una depresión grave no es exactamente un triunfo económico ya están causando ira en Estonia. En su blog, Simon Wren-Lewis,  economista de Oxford, se muestra más cáustico: “Una historia de éxito extraordinaria: tras una caída del 18% en el PIB en 2009 y un PIB estancado en 2010, tenemos un crecimiento del 5,5% en 2011”, escribía Wren-Lewis el 7 de junio. “¿El crecimiento del 5,5% el año pasado no es solo el comienzo, ahora que la economía está logrando un nuevo dinamismo? Asmussen no ofrece ninguna otra prueba de esto, cosa que podría ser inteligente, ya que el FMI pronostica un crecimiento del 2% este año y un 2,5% el que viene. Por tanto, el crecimiento del 5,5% el año pasado es lo único que tenemos”.
Y proseguía: “Este año escribí que cuando regresara el crecimiento, algunos dirían que eso demostraba que los keynesianos pesimistas se equivocaban. Debo reconocer que algunos de los que tenía en mente eran políticos y periodistas, no altos cargos de bancos centrales. Conforme a esta lógica, una estrategia aún mejor es cerrar la economía por completo durante un año. Al año siguiente podríamos conseguir un crecimiento fantástico cuando la economía arrancara de nuevo”.
Ya que estamos, permítanme abordar otra cuestión. Bastante gente dice que es incorrecto –o, como afirman algunos, “deshonesto”– mirar solo el declive desde el pico. A fin de cuentas, ¿no experimentaron los países bálticos un crecimiento muy bueno en los años previos al pico?
Sí, lo hicieron.
Y también lo hizo Estados Unidos antes de la Gran Depresión. El crecimiento a largo plazo y los ciclos empresariales son cosas distintas: un crecimiento a largo plazo representa un aumento del potencial económico y las depresiones un déficit de producción por debajo de ese potencial.
Puesto que el debate acerca de la austeridad y los estímulos trata sobre depresiones y no sobre el crecimiento a largo plazo, hablar de crecimiento antes de la crisis es irrelevante.
En cualquier caso, estoy a favor de la propuesta de Wren-Lewis: derrumbemos la economía durante un año para poder gozar de un gran crecimiento al año siguiente.
Traducción de News Clips.
© 2012 New York Times.

martes, 26 de junio de 2012

Una ley de Florida sobre Cuba genera controversia

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Por ARIAN CAMPO-FLORES
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El gobernador del estado de Florida, Rick Scott, se ha empeñado en fomentar un entorno propicio para los negocios y ha cortejado a empresas internacionales en misiones comerciales en el exterior. Sin embargo, una polémica legislación que firmó en mayo, que apunta a firmas con vínculos empresariales con Cuba, amenaza con complicar esos esfuerzos.
La ley, que entrará en vigor el 1 de julio, prohíbe al estado y gobiernos locales contratar a tales firmas por trabajos de al                                   Gobernador de Florida, Rick Scott, firma la ley el 1 de mayo.
menos US$1 millón. La medida, que se aplicaría sólo a contratos en el futuro, está redactada para que incluso si una subsidiaria estadounidense de una empresa extranjera no tiene negocios directos con Cuba, quedaría dentro del ámbito de alcance de la ley si otra filial de la empresa matriz opera en la isla. 
La legislación ha puesto a Scott, del Partido Republicano, en aprietos, entre la comunidad cubana exiliada, con sus profundos sentimientos anticastristas, por un lado y los intereses empresariales del estado, que en general han encontrado un aliado en el gobernador, por el otro.
Saber si la medida entrará en vigor como está programado depende ahora de un litigio. Este mes, Odebrecht USA, subsidiaria con sede en Coral Gables, Florida, del conglomerado brasileño Odebrecht SA, presentó una demanda contra el estado en una corte distrital de Miami sosteniendo que la ley es inconstitucional porque infringe la autoridad del gobierno federal de formular políticas exteriores. Hoy, un juez federal escuchará argumentos sobre la solicitud del contratista de un requerimiento judicial preliminar.
Odebrecht, que ha realizado varias construcciones de alto perfil en Miami, incluyendo un centro de artes escénicas, fue elegida para un proyecto para levantar un hotel y un completo comercial en el aeropuerto de esa ciudad. No obstante, otra subsidiaria de la empresa matriz está remodelando el Puerto de Mariel en Cuba. Como resultado de esto, la nueva ley podría obligar a Odebrecht a retirarse del proyecto en el aeropuerto.
Si la legislación entra en vigor, muchos temen que pueda manchar la reputación del estado en el exterior.
"Ciertamente no ayuda a Florida a atraer inversión extranjera directa y a empresas foráneas", señala Tony Villamil, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de St. Thomas. "Otros estados pueden sacar provecho de esto".
Las empresas de propiedad extranjera generan más de 236.000 empleos en el estado, según la agencia de desarrollo económico Enterprise Florida. Scott, cuya oficina no respondió llamadas solicitando comentarios, ha intentado elevar la cifra con misiones comerciales a Canadá, España y Brasil, donde se reunió incluso con ejecutivos de Odebrecht. Brasil es el mayor socio comercial de Florida, con US$18.500 millones en bienes intercambiados en 2011, según Enterprise Florida.
Odebrecht no es la única compañía que podría verse afectada por la nueva ley. El español Banco de Sabadell SA, de Barcelona, posee un banco con sede en Miami que tiene permiso del estado de Florida para recibir depósitos del público y también tiene una oficina en Cuba, según un sitio web del gobierno del país caribeño.
Lloyd's of London provee reaseguros en el estado, incluyendo a gobiernos locales, y tiene registrada una oficina en La Habana. Lo mismo sucede con la japonesa Sumitomo Corp., cuya subsidiaria estadounidense ayuda a opera y mantener el sistema de tren ligero del aeropuerto de Miami.
Representantes de Banco de Sabadell y Lloyd's of London no quisieron hacer comentarios. Una vocera de Sumitomo Corp. of America dijo que la empresa "toma el cumplimiento muy seriamente y por esta razón no tenemos relaciones empresariales con Cuba. No sé cuáles son las relaciones entre Sumitomo Corporation y Cuba". Un e-mail a la compañía matriz solicitando comentarios no fue respondido.
Edie Ousley, director de asuntos públicos de la Cámara de Comercio de Florida, que se opone a la ley, señaló que ejecutivos de empresas de Brasil y funcionarios canadienses han llamado con preguntas sobre cómo podrían verse afectadas.

lunes, 25 de junio de 2012

Más allá de las mentalidades y las utopías: reflexiones sustantivas en el contexto del desarrollo cubano

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Por Edel José Fresneda Camacho Historiador y sociólogo. cubhispa@gmail.com.

Quien dice unión económica, dice unión política. El pueblo que compra, manda. El pueblo que vende, sirve. Hay que equilibrar el comercio, para asegurar la libertad. El pueblo que quiere morir, vende a un solo pueblo, y el que quiere salvarse, vende a más de uno. El  influjo excesivo de un país en el comercio de otro, se convierte en influjo político. La política es obra de los hombres, que rinden sus sentimientos al interés, o sacrifican al interés una parte de sus sentimientos. Cuando un pueblo fuerte da de comer a otro, se hace  servir de él. Cuando un pueblo fuerte quiere dar batalla a otro, compele a la alianza y al servicio a los que necesitan de él. […] El pueblo que quiera ser libre, sea libre en negocios. Distribuya sus negocios entre  países  igualmente  fuertes. Si  ha  de  preferir a  alguno,
prefiera al que lo necesite menos, al que lo desdeñe menos…

José Martí

A propósito de las palabras del cubano universal José Martí, pronunciadas en mayo de 18911

–hace 121 años, y pensando en la Cuba de hoy, se escribe este ensayo. Sobre todo, porque en la actualidad se debaten problemas que han sido inherentes al desarrollo en la Isla, reconocidos desde entonces, pero soslayados por distintas coyunturas en el devenir de la mayor de las Antillas.
Cuba es una unidad nacional en el sistema de interacciones globales. Relación matizada como es  conocido  por  conflictos  políticos  e  ideológicos  ya  históricos,  donde  sobresale  la  consabida contradicción con los Estados Unidos de Norteamérica. Con la reinserción al comercio mundial en la cada de 1990 –proceso que Fernando Martínez Heredia describe como reconexión–, se hizo tida la necesidad de superar espeficos procesos en el desenvolvimiento económico como: el desarrollo de  las  fuerzas  productivas,  la  innovación  tecnológica,  la  necesidad  de  una  inversión  productiva generando círculos virtuosos que potenciaran la creación de industrias endógenas –que abarcarían a las empresas  medianas y pequas–, la producción de bienes exportables con un valor agregado, entre muchos otros. Hecho que José Martí comprendió y ambicio superar con el intento de erigir una República con todos y para el bien de todos”, equilibrando el comercio para asegurar la libertad.
El  contexto  actual  de  Cuba  exige  desarrollar  acciones  concretas  dentro  de  la  estructura económica, según la opinión de diversos entendidos en el tema. Sin embargo, no es un cambio de políticas en relación a la acción del Estado-agencia sobre los sistemas de propiedad, ni tampoco exclusivamente  un  cambio  de  “mentalidad”  lo  que  propiciaría  expeditamente  un  crecimiento económico endógeno capaz de sostener orgánicamente –saliendo de las crisis– el desarrollo social alcanzado  durante  todos  estos  años.  Sería  efectivo  más  bien,  un  proceso  de  reorganización socioproductivo,  con  emergentes  mecanismos  de  participación  de  diferentes  actores  sociales (cubanos)  junto  al  Estado  como  agencia  del  desarrollo  y  ampliadas  estructuras  en  la  toma  de decisiones, con especial énfasis en la descentralización organizada por un fin con.
Cuando se habla de productividad, eficiencia, crecimiento, encadenamientos productivos y la tipicidad de cada uno de ellos en el contexto cubano, se es haciendo referencia a un problema más cardinal: cómo potenciar un crecimiento económico que no redunde en la pérdida total o parcial del sistema social equitativo y solidario. Y este, no está de más decirlo, es un problema que trasciende en un sentido histórico al socialismo, dado que, sus bases fundamentales, se establecieron sobre una condición aun no superada: el subdesarrollo.
Aupando  las  siempre  bien  recibidas  y  omnipresentes  palabras  del  ensayista  Julio  César Guanche, el análisis de “lo nuevo y lo viejo” es cardinal para el futuro de lo posible. Aunque en esa imaginacn, no le corresponde sólo a los economistas discutir los pormenores, ni tampoco es válido la transformación pragmática –o la experimentación– sin la definición concreta de sujetos –quienes pueden participar o mejor quienes deberían hacerlo– conceptos, aspectos u objetos del cambio. Sino que  es  un  ejercicio  teórico  y  empírico–  de  muchos  en  aras  de  que  no  sea  el  mercado  el determinante  principal en el sistema de las relaciones sociales. Lo cual tampoco debería ser una utopía.
Darel  Avalus  Zimertan,  otro  ensayista  e  ingeniero  en  telecomunicaciones  según  la  revista Temas, parece coincidir con el primero al afirmar que las “nuevas políticas no han dejado atrás viejas lógicas […] que limitan el proceso de cambio”. Y es que el cambio no es un proceso abstracto. No es la   “mentalidad”  sobre  los  procesos  que  han  ocurrido  en  una  lógica  de  propiedad  social  y centralización en las decisiones la que limita la transformación. Sino aquella que no reconoce como transformación –y valores potenciales del cambio– el salto cualitativo en las relaciones sociales, los individuos que habitan en la Isla y el conocimiento como un proceso de ruptura necesariamente. Aspectos estos últimos, que necesariamente deberían incorporarse a la transformación económica en la squeda de innovación tecnológica y productividad.
Reconocer el sistema de relaciones sociales –con una fuerza de trabajo calificada y con altos niveles de salud y el nivel de conocimiento como un proceso de ruptura cualitativamente superior de la unidad en el espacio de interacción global es una primera condición para la comprensión de “la cosa”2   en Cuba. Sobre todo, porque ello determina el modo en que se ha logrado y explicita las posibles  vías  para  su  sostenimiento  sobre  bases  económicamente  endógenas.  Una  ruptura  con respecto   al   subdesarrollo,   que   evidencia   como   mejor   ventaja:   la   capacidad   intrínseca   del conocimiento y capital humano o recursos cognitivos y capacidad de transformación e innovación por ellos  acumulados. En ese sentido, la noción lógica de que todos” deberíamos ser componentes articulados  de una trama más general se siente incongruente con la percepción del ingeniero de marras, cuando hace referencia a los que considera arfices –cual magos de la transformación: los cuadros.
A modo de propuesta y que nos motiva más a presentar para un debate si se socializaran estas  ideas, consideramos posible mencionar algunas de las cuestiones que entendemos como necesarias en esta época histórica. En el reducido espacio que permiten estas páginas, proponemos repensar aspectos que matizan el subdesarrollo cubano y que son elementos –también– presentes en  la  región   centroamericana  y  caribeña  desde  finales  del  siglo  XIX.  Los  problemas  de  la productividad, la  movilidad social, y el comercio internacional como condiciones que plantean una continuidad en las lides e itinerarios de las naciones que componen la región latinoamericana en los espacios de interacción globales.
La compleja dialéctica que dimana de las relaciones internacionales, evidencia una realidad que ha sobrevivido y que se resume en reiterados y renovados acoplamientos de la región al crecimiento económico de países dominantes. La mentada globalización neoliberal no es más que otro intento en la  prosecución  de la  integración  latinoamericana  a  los procesos  supranacionales  de  crecimiento económico. Regionalmente el alcance de esa globalización evidencia la fractura entre los intereses contenidos  por  la  unidad  nacional  y  que  deberían  proponer  un  desarrollo  social  y  económico endógeno, y los internacionalizados en los espacios más generales de interacción. En un sentido más amplio  esa fisura amplia las brechas entre los intereses “comunes” de bienestar humano y los de ganancia económica. Lo cual es una contradicción teórica aun no superada por las ciencias sociales, ni por la “institucionalidad” predominante en la organización de las sociedades.
En el caso de Cuba inciden de manera particular procesos similares de acuerdo a su evolución socioeconómica. El subdesarrollo que pervive presenta problemas de productividad, recientemente en cuanto a la movilidad social; y su posición en el comercio internacional sigue siendo una condición que  plantea serios retos al desarrollo humano contenido en las políticas públicas.3    Por otra parte,
existe una institucionalidad en la Isla que refleja una separación explícita hasta la fecha de las normas y “esquemas predominantes en las relaciones internacionales. Modelos externos matizados por
una geofagia empresarial y de acuerdo con las secuelas de pobreza, migración y violencia en el subdesarrollo centroamericano y caribeño, una antropofagia de tiempos modernos–, ajustada por el laissez faire neoliberal en la squeda de nuevos mercados y bajos costos de producción. Una de las expresiones  más  tidas  de  cómo  se  generan  conflictos  desde  el  ambiente  global  hacia  esa institucionalidad en la mayor de las Antillas, es el conocido conflicto con los Estados Unidos de Norteamérica.
Desde nuestra óptica se podría definir un subdesarrollo humano socialista caracterizado por la existencia de una concatenación de etapas históricas y estrategias de desarrollo manifestadas en la Isla  hasta nuestros as, donde la simbiosis de subdesarrollo y socialismo es una amalgama no caracterizada aun. El conjunto podría definirse por una fase inicial matizada por lo que Aníbal Quijano puntualiza como “la rearticulación de la colonialidad del poder sobre nuevas bases institucionales”.4
Una segunda donde se reconforma la autonomía sobre la base de la independencia política y el desarrollo social (bienestar) con la instauración del socialismo pero sobre un esquema económico incapacitado  endógenamente  para  esos  objetivos.  Y  una  tercera  donde  el  factor  “dependencia” implícitamente genera la “inestabilidad” del bienestar social como estrategia de desarrollo.
Un pie forzado apropiado para adentrarse en el submundo de contradicciones inherentes a la unidad en el sistema de interacciones global que representa Cuba, sería el criterio sostenido por Celso Furtado de que a un nivel reducido de productividad, el excedente disponible para satisfacer formas diferenciadas de consumo o cubrir inversiones, es extremadamente limitado o prácticamente nulo; siendo  difícil que se produzca, por acción endógena, un proceso de acumulación de capital. nesis del círculo vicioso que tipifica al subdesarrollo actual de la Isla.
De acuerdo a ello, una baja productividad supone un bajo ritmo de acumulación. Cuando la productividad es baja, la satisfacción de las necesidades fundamentales de la población absorbe una proporción elevada de la capacidad productiva. En un contexto de amplios esfuerzos de satisfacción de  las  necesidades  básicas  de  la  población  en  cuanto  a  sus  capacidades  (bajo  un  prisma  de desarrollo humano), la baja productividad es un freno sustancial que provoca la inestabilidad en los procesos de redistribución y de equidad. Sobre todo, porque la capacidad productiva y su incremento, carece de encadenamientos que sirvan como acicate para salir de círculos constreñidos en el orden productivo. Al competir como unidad en los espacios de interacción, el mismo contexto encuentra una desventaja en su crecimiento.
A modo de síntesis se podría afirmar que la Inestabilidad Estructural presente en Cuba se explica por medio de la correlación de elementos internos (heterogeneidad) y exógenos (intercambio desigual en los espacios de interacción globales), siendo la dependencia a los sectores externos un aspecto que plantea una vulnerabilidad en el acoplamiento eficiente de las estrategias de desarrollo en la Isla al ámbito internacional. Cuba ha mantenido una posición periférica hacia el sistema mundial
suavizada por su experiencia de intercambio económico con los países socialistas desde los 70 y hasta finales de los 80–; empero, restablecida en los 90, con la inevitable reinserción al sistema de intercambio mundial.
Por una parte, se expresan rupturas con el subdesarrollo capitalista en relación a deficiencias superadas en los sistemas de relaciones sociales mientras que por otra, una continuidad en los problemas  de  cualidad  económica  mayormente.  En  estos  últimos   aspectos,  sobresalen  las problemáticas a resolver como la productividad, la relación entre los sectores productivos, la fuerza de trabajo, la innovación tecnológica, los ingresos y las características con que se enfrenta Cuba al comercio  internacional.  El  desarrollo  social  como  una  ruptura  con  el  subdesarrollo  capitalista dependiente, evidencia valores como la capacitación de la fuerza laboral, el gasto social y la reserva de conocimientos.
En ese raciocinio se imbrican los aspectos internos y externos que tipifican al subdesarrollo en Cuba: el tipo de heterogeneidad estructural que prevalece. Cuyas particularidades se definen en el tránsito y pervivencia de la dependencia a los sectores externos, como un aspecto de legitimación de la   condición   periférica   y   subdesarrollada.   Ha   de   notarse   sin   embargo,   que   esas   propias características  contienen  cambios  cualitativos  por  el  tipo  de  sistema  social  que  ha  regido  la organización de la sociedad y la economía. Por lo que el desarrollo social y la independencia potica, así como aspectos relacionados con el sistema de propiedad componen un conjunto socioeconómico que requiere de una aproximación cercana a las dinámicas y componentes predominantes.
La  interrelación  entre  los  factores  internos  y  externos  como  particularidades  de  la  unidad nacional que representa Cuba, se manifiesta en concordancia con un nivel reducido de productividad que  no permite un excedente utilizable en la satisfacción de formas diferenciadas de consumo y promover  inversiones.  Ni  un  proceso  de  acumulación  de  capital  idóneo  por  acción  endógena. Estructuralmente, una expresión de ese fenómeno es la presencia de una limitación relativa del consumo porque son los ingresos directos los que están generando procesos de desigualdad socioeconómica, corrupción y limitaciones en la movilidad social. Esa limitación relativa del consumo se refiere a la presencia de ingresos bajos homogéneamente igualitarios debido al exiguo excedente que  permite  la  baja  productividad  y que  afecta  a  una  fuerza  de  trabajo con altas capacidades.
Provocando un agotamiento inherente a la exposición al intercambio internacional desigual mediante
la transferencia al consumo familiar o doméstico de los precios de las mercancías internacionales a través de las importaciones.
Esa exposición se manifiesta de acuerdo a las diferencias (deformaciones estructurales) en la estructura productiva con respecto a otras unidades que concurren al intercambio; que a su vez implica  una  tasa  de  ganancia  insuficiente  para  procesos  universales  de  redistribución.  En  este sentido, los salarios pagados en el socialismo subdesarrollado no cubren las transferencias de valor en la  producción de mercancías de otras unidades estructurales.  Tampoco se originan procesos endógenos capaces de competir en el intercambio. En esencia, la prevalencia de círculos viciosos en la economía cubana manifiesta una cualidad de subdesarrollo sobre la cual podría profundizarse más.
Por otra parte, contrariamente  a lo que ocurre en su contexto regional, la institucionalidad cubana arroja luces sobre prácticas concretas en cuanto al logro de niveles reducidos de violencia, convenciones asentidas (que son aspectos cualitativos de libertad) de equidad racial y de género, alfabetismo, desarrollo tecnológico aunque  sin  encadenamientos  virtuosos de crecimiento  hacia áreas más generales en su econoa– y atención primaria de salud. Aspectos que en la época actual parecen soslayarse en las críticas y proposiciones que auguran (también aguardan según la última propuesta de un lampiño candidato presidencial mexicano a las elecciones del 2012) una transición hacia otro tipo de democracia (¿cuál?).
En la época actual un debate objetivo sobre la Isla, debería centrarse en cómo lograr círculos virtuosos de crecimiento aprovechando las potencialidades con las que cuenta, siendo una de las más  importantes el recurso humano. Con inversiones focalizadas –en el ámbito local y de manera descentralizada– en proyectos productivos que ganen espacio en los servicios, pero inclinando la balanza  a  la  producción  de  bienes  para  el  mercado  interno  y  exportables  de  una  manera concatenada.  Tal  sería  el  caso  por  ejemplo  de  la  superación  de  la  inseguridad  alimentaria,  la biotecnología y producciones farmacéuticas, la ampliación del turismo, y de bienes intermedios de producción, viviendas e infraestructuras viales, comunicaciones, entre otras.
Conexamente, en  un  tema  sico  sería  cómo  crear  mecanismos  de inclusión a  través  de pragmáticos cambios en la visión doméstica e institucional sobre ciudadanía para el logro de esos aspectos, con la participación –además– de los cubanos de la Isla y los emigrados. En un proyecto común y no entendiendo a los migrantes como agentes del desarrollo sino como una parte de un todo más general.
Para entender a Cuba y su correspondencia con el ámbito latinoamericano es necesaria una visión  más  amplia  a  la  que  ha  predominado  en  el  tamiz  político.  Es  necesario  superar  vicios institucionales que emanaron de una época de conflictos políticos y que restringen algunos aspectos de las relaciones sociales y económicas por la centralización de las decisiones.
Por último, sería válido terminar estas reflexiones con la siguiente idea. Los problemas actuales del  desarrollo  cubano  no  son  achacables  al  socialismo  exclusivamente.  Fueron  circunstancias
específicas,   que  reflejaron  los  conflictos  entre  países  centrales  y  no  dominantes,  las  que condicionaron el estado actual de “la cosa en la calurosa isla. Coyunturas, en las que el traspaso de un capitalismo periférico y dependiente ocurrió, sin efectivamente borrar con todas las dinámicas que generaban una dependencia al comercio mundial. Entre las más ponderables después de cincuenta os, podríamos citar, la relación preferencial en el intercambio con el antiguo socialismo real, y el bloqueo injusto de los Estados Unidos sufrido más por las personas comunes.
Cuba,  no  manifiesta  una  unión  económica  con  proyectos  más  amplios  de  crecimiento económico, aunque sí aspectos de dependencia a superar que no le permiten cambiar su posición desventajosa  en  el  comercio  mundial.  No  deciden  otros  países  en  su  proyecto  de  nación.  Los actuales problemas de desarrollo que confronta son el resultado de concatenaciones históricas en las que  el  subdesarrollo  y  la  dependencia  no  fueron  superados.  En  esas  sucesiones,  el  comercio internacional gene secuelas divergentes: con el socialismo real aspectos intermedios de desarrollo económico con procesos de estancamiento relativo en las capacidades endógenas para generar un excedente y círculos virtuosos de crecimiento y más ampliamente social; que con la reinserción al comercio  mundial  en  la  cada  de  los  90,  transcurren  como  elementos  que  provocan  una inestabilidad al desarrollo social. Por ello y a propósito de las palabras de José Martí: Hay que asegurar el comercio para asegurar la libertad”.




























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